Cuando Donald Trump soltó aquel encabezado periodístico: “todas las opciones están sobre la mesa”, la mediática mundial se olvidó de sus viejos análisis contra Hugo Chávez, donde hacían aquel paralelismo con el panameño Manuel Noriega.

Como en un disputado clásico de fútbol, el balón ahora está en terrenos de Washington: un país que hoy es atacado, exponencialmente, por una grave pandemia, en el mismo instante que está a las puertas de unas elecciones presidenciales.

Atender el covid-19 y buscar las herramientas para vencer a Joe Biden no le quitan tiempo a Trump  para ir contra Nicolás Maduro y la Revolución Bolivariana.

Ya es un dolor de cabeza que la República Popular China esté dando los pasos para recuperarse de los estragos de la pandemia.

Los cartuchos quemados de la contra revolución

El inquilino de la Casa Blanca voltea hacia el otro lado cuando le muestran los últimos ensayos misilísticos de Corea del Norte.

Mientras espera que el nuevo coronavirus haga cierto trabajo de ablandamiento en la República Islámica de Irán, Trump parece buscar brújula sobre Caracas pensando en los votos decisivos de Florida.

Muchos cartuchos se han quemado, algunos eran parte de esas opciones sobre la mesa: el reelecto Almagro y el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), el Grupo o Cartel de Lima y el interinato, apoyado por el narco Estado colombiano, dejaron pocos resultados.

apunta contra el Presidente Maduro

Más que opciones han  sido trapos colorados para que la mediática haga su trabajo de terror psicológico.

Ya no sueñan con una poblada que irrumpa contra el régimen. Ni con una seria sublevación militar, que no se ande con guacales de cambur.

Sólo han jugado a una acción de falsa bandera que genere un enfrentamiento entre militares venezolanos y colombianos que pudiera generar una rápida acción  extranjera que ponga “orden” y de paso acabe con el régimen.

Enemigos y amigos en el narcotráfico

En las décadas de los 50 y 60 Washington apuntaba a sus adversarios internos y externos acusándolos de comunistas.

Todavía a finales de la Guerra Fría los Estados Unidos, cuando querían liquidar política y/o literalmente, vinculaba con el gobierno de la extinta Unión Soviética (URSS) y se le acusaba de agente o espía soviético.

Con la desaparición del Estado soviético, y luego con la caída de las Torres Gemelas, los nuevos enemigos de Washington pasaron a ser los terroristas.

Para ello crearon doctrina y leyes que le “permiten” atacar al terrorismo en cualquier lugar, poca falta le hace un Consejo de Seguridad y mucho menos una Asamblea General de las Naciones Unidas, para invadir y liquidar a quien reciba el calificativo de terrorista.

A finales del siglo XX, pero más concretamente en estas primeras décadas del XXI, se combina terrorismo con narcotráfico.

apunta contra el Presidente Maduro
Colombia es el mayor productor de droga.

Señalar hoy a alguien de narcotraficante es marcarle un destino.

Famosos capos de la droga hoy están muertos y otros en la cárcel.

A la Revolución Bolivariana le han preparado el terreno para vincularla con el terrorismo, al asociarla con la antigua Farc de Colombia y con el ELN, pero como esto no parecía suficiente se le relaciona con movimientos o grupos revolucionarios árabes.

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Justicia gringa mal encaminada

Donald Trump usa la justicia de su país para acusar de narcotraficante a quienes no ha podido vencer.

Mira una brizna de paja en el ojo de su adversario, pero incapaz de percibir una selva en los ojos de sus amigos y los de su compatriotas.

La justicia estadounidense desconoce, a decir de sus actos, que Colombia es el principal productor de cocaína del mundo, que dentro de las filas de la población estadounidense están los mayores consumidores de drogas del planeta.

¿Ignora el estado de la unión que por sus instituciones bancarias circulan las montañas de dólares con la que se mueve el tráfico y consumo de estupefaciente?.

apunta contra el Presidente Maduro

Aquella opción militar que estaría sobre la mesa del Despacho Oval pareciese entregarse en “concesión” a grupos o individuos que operen en lo interno en el país, o en las fronteras vecinas, de Colombia y de Brasil.

El apuro o el giro, no tanto inesperado, pudiera tener una carga electoral, pero también pudiera obedecer a las secuelas originadas por la solicitud de Venezuela de un préstamo expedito (por el covid-19) al Fondo Monetario Internacional (FMI), negado políticamente pero generador de opinión favorable al país.

Solicitud respaldada desde la Unión Europea en su vocero en las relaciones diplomáticas, Josep Borrell, igualmente de la Alta Comisionada de los DD.HH, Michelle Bachelet y desde el propio parlamento estadounidense, 11 senadores demócratas dirigieron igual solicitud a Mike Pompeo.

De inmediato Washington salta con el cartel al estilo de películas “vaqueras”, a ponerle precio no sólo a la cabeza del Presidente Maduro sino de altos mandos militares y figuras visibles del Estado.

Estratégicamente deja colar entre los acusados al general retirado Clíver Alcalá Cordones, quien ha estado vinculado a los movimientos opositores a la Revolución Bolivariana, luego de su separación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

apunta contra el Presidente Maduro

Alcalá, figura de la contra revolución, aparece hoy como un trofeo de Trump.

A este militar retirado el imperio le está pasando parte de las facturas a la oposición venezolanas por las corruptelas internas y por las ineptitudes para golpear a la Revolución Bolivariana.

Para la administración Trump, en medio de una grave pandemia y a las puertas de unos comicios presidenciales, es mucho temor que se le fracture la línea que tiene con sus aliados con relación a Venezuela.

Lo que evidenciaría que Washington aumente su aislamiento en sus relaciones internacionales.

apunta contra el Presidente Maduro

El covid-19 no acabará con la revolución

El vertiginoso crecimiento exponencial de contagiados por covid-19, particularmente en Italia, hizo pensar a ciertos “analistas”, o mejor deseosos, que la tragedia llegaría a Venezuela.

Sería el “puntillazo” para cortarle el oxígeno a la Revolución Bolivariana. Llegar a tal conclusión no requiere mayor esfuerzo.

La propuesta de Hugo Chávez de avanzar a una segunda independencia no sólo tuvo la resistencia interna, sino también de una creciente injerencia del gran capital internacional.

Estos 20 años, de “sanciones”, amenazas y agresiones dejaron profundas huellas.

Quienes saben del deterioro económico que atraviesa el país, a cuenta de: el bloqueo financiero y comercial, los robos de activos, los bajos precios del petróleo, terminan concluyendo “que estamos inmersos en pasto seco” al que el nuevo coronavirus convertiría en ceniza fácilmente.

Inesperadamente el pasto reverdeció. El 10 de marzo, fecha de la última convocatoria opositora, se dispararon las alarmas en Washington, la pandemia generada por el covid-19, lejos de ser un elemento de debilitamiento de la  revolución chavista parecía aportarle elementos a su favor.

La mediática global saltó rápidamente a decir que Maduro quería aprovecharse del momento para obtener dividendos políticos.

Washington entra en desespero

El desespero, no tanto en la oposición que acata disciplinadamente la cuarentena, está en Washington.

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También se percibe en el poder mediático, al punto que una funcionaria de tercera, la subsecretaria de Estado para Cuba y Venezuela, Carrie Filipetti, expresó que la situación en el país petrolero es extremadamente nefasta ante el covid-19,

Sorprendentemente agregó que esta afección se iría a “Brasil, Colombia y la región circundante”.

Esta funcionaria parecía estar llegando en ese instante de una lejana galaxia.

La diplomática coronó su planteamiento con lo siguiente: “Veremos una expansión de la pandemia del covid-19 en la región, si no a nivel global, si Venezuela como país no puede enfrentar la crisis”, esto lo dijo en una conferencia virtual organizada por el Consejo de las Américas con sede en Nueva York.

Marzo marca otra derrota

La convocatoria opositora al 10M, ampliamente promocionada, no sólo reiteró los fracasos anteriores, sino que del lado opuesto, los seguidores de la Revolución Bolivariana realizaron en esa misma fecha una concurrida marcha.

apunta contra el Presidente Maduro

Precisamente a mitad de marzo, el Presidente Maduro concretó las primeras acciones contra el covid-19, propuestas que hasta el pueblo opositor cumplió disciplinadamente.

Esas dos últimas semanas de marzo apuntaban que las acciones del gobierno venezolano pulverizaban los deseos y análisis, que presagiaban que la pandemia sería un cataclismo en la nación caribeña.

Muy por el contrario, la Unión Europea, parecía pasarle el testigo del epicentro exponencial, del covid-19, a la ciudad de Nueva York.

 

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Ciudad VLC/William Hernández

 

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