Israel sigue haciendo oídos sordos a la condena internacional y continúa con sus políticas expansionistas en los territorios palestinos ocupados.

En el barrio Sheij Yarrah, en Al-Quds (Jerusalén), demolió una guardería perteneciente a la familia Salhiya, que enfrenta además amenaza con el desalojo de su hogar.

Gran número de fuerzas israelíes, con excavadoras, acordonaron la casa y una guardería perteneciente de la familia Salhiya, en el barrio de Sheij Yarrah, para la expulsión forzosa de sus habitantes.

La guardería fue demolida, incluso los árboles no se salvaron de la brutalidad israelí. Las fuerzas de ocupación arrasaron un olivo muy viejo en el lugar.

Los agentes israelíes atacaron también a los vecinos congregados frente a la vivienda de la familia, que se negó a abandonarla. El propietario amenazó con prender fuego a su vivienda en rechazo a la inminente expulsión.

 

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Denunció que el régimen de Tel Aviv busca expulsar a palestinos de sus tierras para luego construir nuevos asentamientos.

Los rechazos internacionales no tardaron en llegar. Desde la Unión Europea condenaron que las demoliciones son ilegales bajo el derecho internacional, mientras que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) exigió a Israel poner fin a su ilegal política de desalojo. Su representante en Palestina acudió al lugar, pero no le permitieron hablar con la familia.

Israel ha intensificado, últimamente, sus actividades de construcción de colonias ilegales desafiando la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), que declara que el expansionismo israelí en Cisjordania y Al-Quds constituye una flagrante violación del derecho internacional.

 

Ciudad VLC / HISPANTV