Las llamadas guerras mundiales se dieron ambas, en el siglo veinte. Fueron acontecimientos bélicos masivos que mostraron el poderío destructor de las potencias. El aplastante surgimiento del arma nuclear modificó la teoría de la guerra.
Luego de las bombas lanzadas en Hiroshima y Nagasaki, el mundo fue otro. Se produjo en la conciencia de naciones e individuos, una reacción general en contra de esos fenómenos catastróficos que recuerdan la “naturaleza salvaje” de la humanidad.
Sin embargo, muchos más conflictos armados se sucedieron en la centuria. Yo nací durante la guerra de Corea (papá en la del 14) y pertenezco al mundo cultural de la postguerra.
La literatura y la filosofía que nació como reacción a esos acontecimientos moldeó el pensamiento contemporáneo. En los años sesenta, precisamente, confirma su náusea en contra de la guerra de Vietnam. Pertenezco a una generación que descubrió las miserables razones de las guerras y aborreció esa racionalidad.
Entender que esos conflictos enriquecen a los pequeños grupos que las propician, han estimulado la desesperanza y el pensamiento nihilista. Las guerras del capitalismo hacen retroceder una y otra vez a la humanidad, al contrario de solucionar sus contradicciones, las agrava.
Nuestro pacifismo no es bobalicón, estamos con quienes denuncian los mecanismos inhumanos de la guerra y se oponen a la pretensión de guiar a los pueblos como borregos al matadero.
La bandera de la paz siempre ha sido de las golpeadas y violentada por los supremacistas del mundo. Nuestro país, sometido a acoso político durante más de veinte años, debe mantener su lucha por la paz del mundo. Somos, sin chauvinismos ni nacionalismos fascistas, la República Bolivariana de Venezuela.
DEL MISMO AUTOR: «PREMIO UNIVERSAL JORGE LUIS BORGES»
Autor: Luis Alberto Angulo, poeta, articulista, ensayista, antólogo, cronista literario, editor y promotor de las artes y de la solidaridad.
Algunos de sus libros: Coplas de la edad ligera (Monte Ávila Editores, Col. Altazor, 2021), Antología del decir (Monte Ávila Editores, Col. Altazor, 2013), La sombra de una mano (Monte Ávila Editores, Col. Altazor, 2005), y Fusión poética (Universidad de Carabobo, 2000), reúnen su obra poética publicada: Viento barinés (UC, 1978), Antología de la casa sola (Fundarte, 1982), Una niebla que no borra (Sec. Cultura Carabobo, 1984), Antípodas (Predios, 1994), De norte a sur (UC, 1999), Fractal (Monte Ávila, 2005), Imágenes del parque, y Poética del decir (Monte Ávila, 2013).
Ciudad Valencia – LSFLC
