Por Gustavo Vásquez: Adultos mayores y la edad mediana: un reto con la historia

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Los adultos y adultas mayores, fieles conocedores por vivencia y acciones incuestionables propias ante pesadillas y penurias que la burguesía y sus gendarmes, que disfrazados de demócratas durante la IV República impusieron al pueblo venezolano, hoy entienden mejor que nadie el significado histórico de la Revolución Bolivariana.

No hubo escenario de confrontación en las cuatro décadas por las reivindicaciones populares donde los adultos de hoy no hubieran estado presentes; ellos, siendo estudiantes, campesinos, militares/guerrilleros, poetas y escritores, hombres y mujeres, adelantaron sus pasos hacia la Patria Bolivariana.

 

Ahora, durante la última etapa de la V República, después de tanto batallar y dejando toda una línea histórica de sacrificios y gallardía, la conjunción de condiciones subjetivas y objetivas en la escena política venezolana, indicaba que todo cambiaría en favor del pueblo para la anhelada redención.

Tal afirmación puede verse hoy con mejor claridad si se toma como referencia el cálculo de 50 años de edad; restando 20 años de gobierno chavista nos da 30, les quitamos los 10 de la última etapa con Carlos Andrés P., O. Lepage, R. J. Velázquez y Rafael Caldera, llegamos a la edad mediana de 21 años referenciados por el Instituto Nacional de Estadísticas para el 2001.

Aquí arrancó la lucha por la patria, los adultos hoy, dijeron presentes!

 

La juventud, 18 a 35 y la madurez de 36 a 50 años de edad, en la etapa prerrevolucionaria asumieron al chavismo como expresión de futuro emancipatorio inminente; éstos, viendo el zarpazo lanzado por la burguesía en el 2002, de allí que, pese al mismo sacrificio, se movilizan y derrotan tales pretensiones.

 

Juventud y madurez de ayer, adultos hoy

Inexorablemente el tiempo sigue su curso y con él aparecen las nuevas realidades, ahora, dependiendo de las perspectivas y los intereses en juego, marcan las conductas contradictorias propias de una sociedad como la nuestra que sigue signada por la lucha de clases.

Promediando la edad de los hombres y mujeres, civiles y militares en todas sus especificaciones, diseminados en los diversos sectores populares del chavismo esperanzado, sumándoles más de 20 años de gobierno chavista, nos indica que está alrededor de 40-50 años, sí, la edad que parece gustar poco.

 

Los adultos ¿son sólo para cuidar nietos?

Pensar que «los viejos» al estar pensionados solo les queda cuidar nietos, es caer en la trampa de quienes diseñaron toda la campaña alienadora de la vida fácil con la que alimentaron a una buena parte de la juventud.

Esta compleja situación pudiera ser vista como una disyuntiva generacional que enfrenta a los adultos de hoy con los hoy jóvenes, por lo tanto se hace impostergable atenderla a tiempo y en todos los escenarios.

Recordemos que principalmente la juventud de hoy fue quien disfrutó de los dólares electrónicos otorgados por la revolución y, sin ningún escrúpulo, fueron a parar al consumo individual proyectado por el capitalismo comercial, prevaleciendo en ello un inusitado facilismo que desmontaba a su paso la solidaridad social como esencia bolivariana.

 

El facilismo como trampa caza-jóvenes  

Quién puede negar que los jóvenes históricamente han ocupado la primera línea de las luchas sociales, pues, claro, son ellos a quienes les tocará afrontar el incierto futuro. Esta premisa la tiene clara la burguesía y para evitar que se ponga en riesgo su interés dominador, no escatima recursos para torcer esos históricos brazos.

En la misma muestra encontramos que buena parte de los jóvenes, imbuidos en la mentalidad del negocio lucrativo e individual, haciendo uso de todas las herramientas, si todas; esa juventud no se concibe sin las opulencias que les proyecta las buenas marcas.

Los Adultos y el protagonismo juvenil de Cadivi

 

Preguntemos igual qué edad promedio tienen las personas, igual en primera línea se las juegan especulando, traficando, guarimbeando, corrompiendo, quitando al otro/a para ponerse él o ella.

Esta disyuntiva merece un debate franco y sincero dentro de la revolución, de no ser así las distantes brechas hoy se convertirán en cicatrices imborrables; de quién o quiénes depende, pues, de los jóvenes y adultos revolucionarios, verdaderamente bolivarianos y chavistas.

 

Ciudad VLC / Gustavo Claret V.Q.