Alemania y Países Bajos decidieron suspender este 15 de mayo sus misiones en Irak debido a las crecientes tensiones en esa región.
El Ejército alemán fue el primero en suspender sus operaciones de entrenamiento de militares iraquíes, según informó Deutsche Welle citando al Ministerio de Defensa del país teutón.
Según un portavoz ministerial, Berlín recibió reportes de que podrían perpetrarse ataques apoyados por Irán.
Además, el funcionario agregó que no hubo «amenazas concretas» para las tropas germanas y que el programa de entrenamiento podría reanudarse en el futuro.
De acuerdo con el medio, alrededor de 60 soldados alemanes están estacionados al norte de Bagdad con el fin de entrenar a las fuerzas de seguridad de Irak.
También, un centenar de militares más se encuentran en las regiones kurdas del norte del país.
Países Bajos también decidió suspender sus actividades
Poco después, Países Bajos siguió los pasos de Alemania y decidió por una amenaza de seguridad suspender su misión que proporciona asistencia a las autoridades iraquíes, reporta la agencia ANP.
Según precisó un portavoz del Ministerio de Defensa holandés, «actualmente no se debate» una retirada de sus fuerzas desplegadas en el área.
El personal militar holandés ayuda actualmente a entrenar a las fuerzas iraquíes en la ciudad de Erbil. El medio no especificó la naturaleza de esa amenaza.
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Alemania y Países Bajos preocupados por decisión de EE.UU.
Anteriormente este miércoles, EE.UU. ordenó la salida de Irak de todos sus «empleados gubernamentales que no sean de emergencia».
Dicha orden recomendó a estos «salir de Irak en transporte comercial lo antes posible» y «evitar las instalaciones de EE.UU.» en el territorio del país, entre otros consejos.
El pasado 7 de mayo, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, realizó una visita relámpago no anunciada a Irak con el objetivo de mostrar su apoyo al Gobierno iraquí en el momento de crecientes tensiones con Irán.
En esa visita, el funcionario afirmó que Washington dispone de datos que demuestran que Teherán planea perpetrar ataques «inminentes» contra las Fuerzas Armadas estadounidenses desplegadas en Irak.
