Y es que, en materia de conservación de la naturaleza, el uso de vehículos aéreos no tripulados (drones) que llevan varios sensores y el uso del aprendizaje profundo, están aumentando, pero generalmente se usan de forma independiente entre sí, por eso es necesario integrar estas herramientas para aprovechar su gran potencial.

Los avances tecnológicos han proporcionado muchos beneficios para la investigación ambiental, pudiendo dejar un poco de lado equipos de topografía terrestres más lentos, imágenes satelitales de menor resolución y servicios de aviones tripulados costosos y, a veces, no disponibles.

Los recursos disponibles permiten un seguimiento muy limitado de la biodiversidad, ya que muchas veces, operar de forma tradicional nos enfrenta a grandes desafíos para la detección e identificación de especies.

 

Así, en las observaciones directas, los métodos de encuesta tradicionales suelen ser increíblemente laboriosos, requieren un gran equipo de recursos humanos, tiempo y recursos, y pueden verse afectados por el sesgo del observador.

 

¿Por qué utilizar drones para el monitoreo ambiental?

Los drones ofrecen información rápida, fácil y rentable, bajo demanda. Gracias a la miniaturización de la electrónica y las mejoras en la confiabilidad y la asequibilidad de este tipo de tecnología, ha posibilitado que los drones de consumo estén mejorando la investigación científica en una serie de áreas.

Y se están volviendo más y mas populares para el control y examen de la vida silvestre y la investigación.

 

Aplicaciones prácticas

Estudiar un nido de águilas que anidan en un escarpado acantilado, meterse en un huracán o imitar el vuelo de una libélula son algunas de las muchas aplicaciones de los también llamados eco-drones.

Es posible combinar imágenes térmicas transmitidas por drones con inteligencia artificial para localizar nidos terrestres de aves en tierras agrícolas. También para utilizar múltiples unidades pequeñas y asustar a las aves invasoras para que se alejen de los cultivos.

Incluso drones de ala fija sobrevolando selvas tropicales para detectar grupos de orangutanes, modelar y controlar glaciares, realizar un seguimiento de la erosión costera, identificar especies o monitorear colonias de aves marinas y evaluar su población.

 

Las implicaciones de emplear drones (o eco-drones) para estudiar la naturaleza son particularmente relevantes para los profesionales de la conservación que trabajan en todos los sectores, como la conservación de la biodiversidad y la producción de alimentos en tierras agrícolas, ayudando a descubrir el potencial de la tecnología para la conservación y adoptar transformaciones intersectoriales desde el inicio; por ejemplo, integrando la detección de nidos dentro del sistema de agricultura de precisión que depende en gran medida de sensores transportados por drones.

Teniendo en cuenta los enormes desafíos ambientales a los que se enfrenta nuestro planeta, es fundamental que el poder de la tecnología para ayudar a la conservación de la naturaleza despegue a través de la innovación y la cooperación transdisciplinaria y también transfronteriza.

No podemos obviar que se trata de una herramienta muy útil para monitorear la vida silvestre, de ahí que también sea necesario implementar técnicas de monitoreo de bajo impacto para todo tipo de vida animal y vegetal.

 

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