“Batalla de El Juncal” por Ángel Omar García González

0
154
Ángel Omar García González-Historia y memoria-4F-Hugo Chávez-rebelión militar
Ángel Omar García González: autor de la columna de Ciudad Valencia "Historia y Memoria"

Amigas y amigos, constructores de sueños, forjadores de esperanzas: El 27 de septiembre de 1816 tuvo lugar la batalla de El Juncal, cerca de Barcelona, en la que las tropas patriotas comandadas por el general Manuel Carlos Piar propinaron una derrota importante al ejército liderado por el brigadier Francisco Tomás Morales; triunfo le permitió hacer una reevaluación geopolítica del territorio.

Analizando el despliegue de las fuerzas realistas, concentradas mayoritariamente en el centro y oriente del territorio, Piar se percató de la debilidad militar del enemigo, hacia el sur, y de la fortaleza geográfica de esa región. Entonces, concentrará todos sus esfuerzos en dominar la, hasta ese momento, rebelde provincia de Guayana.

 

Jefe Supremo

La batalla de El Juncal fue un episodio ocurrido a consecuencia de la llamada Expedición de Los cayos. Planificada y organizada en 1816, en Haití, con el respaldo del presidente Alejandro Petión. Esta primera expedición hubo de resolver antes el tema del liderazgo militar. En la isla se congregaron los jefes militares que habían salido de Venezuela tras la derrota de la Segunda República a finales de 1814. En el encuentro están presentes: Mariño, Bermúdez, Piar, Mac Gregor, Aury, Demarquet, Brión, Soublette, Anzoátegui, Justo Briceño, Pedro León Torres, Ambrosio Plaza y civiles como Francisco Antonio Zea.

Se trataba de un paso importante en el propósito de aglutinar fuerzas y minimizar las aprensiones y rivalidades que existían entre hombres de armas tan diversos. Hay que recordar que estos militares no hacían parte de un ejército organizado como podía serlo la expedición pacificadora que arribó a las costas venezolanas en 1815, comandada por Pablo Morillo, donde la disciplina y la obediencia estaban más institucionalizadas.

Aquí, por el contrario, Bolívar tenía que negociar con hombres que habían construido su prestigio, obtenido su liderazgo y ganado su rango militar en el campo de batalla, en base a su coraje, habilidad para el combate y carisma personal. No existía en el bando patriota, en ese momento, institucionalidad que legitimara liderazgo alguno.

Tras prolongados debates, Bolívar obtiene reconocimiento como jefe de la expedición, con el apoyo decisivo de Luis Brión, a cuya jefatura respondían parte de las embarcaciones y tripulación. Este reconocimiento político y militar le fue ratificado en la isla de Margarita el día 7 de mayo, declarando Jefe Supremo del Ejército Libertador.

El balance inmediato de esta incursión militar resulta desfavorable para la causa patriota. La derrota sufrida en la batalla de Los Aguacates, el 14 de julio, donde mueren 200 soldados y se pierde el parque militar, obliga a Bolívar a huir de nuevo al Caribe. A finales del mismo año estará al frente de una segunda expedición que desembarca en Barcelona. Entre tanto Manuel Piar obtiene el importante triunfo en la batalla de El Juncal el 27 de septiembre.

 

Importancia geopolítica de Guayana

Como fue señalado, tras la derrota en Los Aguacates, Bolívar regresa a Haití en busca de nuevos apoyos; las tropas patriotas, por su parte, integradas por unos seiscientos hombres,  comandadas por el general Gregor MacGregor, se repliegan por las costas de Maracay, pasan a la Victoria para finalmente llegar a Barcelona donde se unen a las fuerzas comandadas por Manuel Piar.

El general Gregor MacGregor fue un militar de origen escocés que perteneció a la armada británica, así como a los ejércitos portugués y español. Atraído por los sucesos del 19 de abril, arribó a Venezuela poco tiempo después. Fue ayudante del general Francisco de Miranda durante la campaña de la Primera República y contrajo matrimonio con Josefa Antonio Lovera, prima de Bolívar.

Tras la derrota en los Aguacates, MacGregor tomó el mando del ejército patriota y en el tránsito hacia el oriente venezolano propinó consecutivas derrotas en Onoto (Aragua) al coronel Juan Nepomuceno Quero, los días 18 de julio y el 2 de agosto; así como al coronel Rafael López, el 6 de septiembre, en la batalla de Los Alacranes; triunfos que le permitieron encontrarse con las fuerzas comandadas por Piar el 25 de septiembre y conformar el llamado Ejército del Centro, bajo las órdenes de Piar.

El día 26 se tuvo noticias de que el ejército comandado por Francisco Tomás Morales había ocupado las sabanas de El Juncal, cerca de Barcelona. Piar se estableció a unos dos kilómetros de distancia, y a tempranas horas del día 27 se desencadenaron las acciones. Un ataque dirigido hacia los diferentes frentes enemigos de forma simultánea produjo una relativamente fácil victoria. Morales, perseguido por la caballería de Monagas, terminó refugiándose en Urachiche.

Tras este triunfo, Piar emprende marcha hacia el sur en lo que será la campaña libertadora de Guayana. A las pocas semanas había atravesado el río Orinoco, y ya para el mes de enero de 1817 se encontraba acampando frente a la ciudad de Angostura. Para el mes de febrero, todas las misiones capuchinas catalanas, ubicadas entre los ríos Caroní y Yuruari, estaban bajo control del ejército patriota, el cual se componía de unos 2.200 combatientes.

El general Miguel de La Torre, que fue encomendado por el general Pablo Morillo para fortalecer la presencia realista en este territorio, partió con su ejército hacia Guayana la Vieja el día 4 de abril, para el día 11, en horas de la mañana, había arribado al poblado de San Miguel con unos 1.180 soldados. La ocupación previa del territorio por parte de Piar le permitió establecer una red de vigilancia e información con la que pudo anticipar los movimientos de De La Torre y escoger el lugar del enfrentamiento, acciones que terminarían inclinando el combate en su favor en la batalla de San Félix, el día 11 de abril de 1817.

Piar estaba consciente de la importancia geopolítica, militar y económica de este territorio, el cual se había constituido, desde el siglo XVIII, con base en el sistema productivo de explotación de los recursos naturales y organización del trabajo que dirigieron los padres capuchinos catalanes, en un importante punto para la articulación comercial con el Sistema Económico Internacional vigente entonces.

 

LEE TAMBIÉN: «Tercer sitio a Puerto Cabello»

 

Según Mario Sanoja e Iraida Vargas: “El producto de los cueros y del sebo, que se obtenía del ganado beneficiado en las misiones, ascendía, anualmente, a 18 mil o 20 mil pesos. El total de cabezas de ganado existente en las misiones para 1774 se estimaba en más de cien mil, lo cual representaba un capital estimado de aproximadamente 300 mil a 350 mil pesos”.

Los mismos autores sostienen: “Ya para 1811 los rebaños de ganado vacuno se calculaban en 200 mil reses, aparte de unas 80 mil cabezas de ganado caballar y mular, hecho que revestía gran importancia tanto para el comercio trasatlántico como para el abastecimiento de los vecinos de Santo Tomé de Guayana”

El triunfo en la batalla de El juncal abrió las puertas para el avance patriota hacia Guayana, el triunfo en San Félix y la liberación y control por parte del ejército patriota de esta estratégica provincia, cuyo control cambió el curso de la Guerra de Independencia.

 

***

 

Ángel Omar García González (1969): Licenciado en Educación, mención Ciencias Sociales, y Magister en Historia de Venezuela, ambos por la Universidad de Carabobo, institución donde se desempeña como profesor en el Departamento de Ciencias Sociales de la Facultad de Educación. En 2021 fue galardonado con el Premio Nacional de Periodismo Alternativo por la Columna Historia Insurgente del Semanario Kikirikí. Ganador del Concurso de Ensayo Histórico Bicentenario Batalla de Carabobo, convocado por el Centro de Estudios Simón Bolívar en 2021, con la obra “Cuatro etapas de una batalla”. Es coautor de los libros “Carabobo en Tiempos de la Junta Revolucionaria 1945-1948” y “La Venezuela Perenne. Ensayos sobre aportes de venezolanos en dos siglos”.

 

Ciudad Valencia