BLM revoluciona la lucha antirracista dentro de las minorías de EEUU

0
655

El Movimiento Black Lives Matter (BLM) sigue revolucionando la lucha antirracista de los grupos minoritarios, desde los afro-descendientes, latinos, asiáticos, musulmanes hasta los pueblos originarios de Estados Unidos de América, todos unidos contra el racismo sistemático del país.

Desde la muerte de George Floyd, el 25 de mayo de este año, en el estado de Minnesota, las demandas de justicia social se han alentado en distintas regiones de Norteamérica, donde hay grupos que enfrentan también el racismo y la discriminación, citan medios locales.

Como muestra de los cambios que ha generado el movimiento, el equipo de fútbol americano de Washington decidió cambiar de nombre para eliminar una referencia ofensiva a los pueblos originarios tras haberse resistido a hacerlo por décadas.

BLM

El activista Francés Danger dijo que el cambio jamás se hubiera dado sin las manifestaciones de protestas masivas que siguieron a la muerte del afroamericano, “lamentablemente, George Floyd tuvo que morir para que pasase esto, es un precio muy caro, pero por siempre le estaré agradecido porque mis nietos tal vez jamás tengan que escuchar la palabra ‘piel roja’ en su vida”.

BLM y la lucha antirracista 

BLM ha hecho que las comunidades minoritarias enfrenten sus propios prejuicios internos y los conflictos que hay entre ellas, según Claire Jean Kim, profesora de ciencias políticas y estudios asiático-americanos de la Universidad de California, “no hay un historial de solidaridad entre las minorías”.

Kim explicó que “hay persistentes tensiones y conflictos entre todos los grupos porque, de hecho, ocupan el mismo sitio, tendemos a pensar que, sí, todos estamos sujetos a la supremacía blanca, pero hay diferencias en el lugar de cada uno. La población negra está claramente al fondo del orden racial”.

En EEUU el grupo racial con mayor población después de los blancos son los latinoamericanos, que representan el 18% de la población

Seguidos por los afroamericanos, que son el 13%, los asiáticos representan casi el 6% y los descendientes de los pueblos originarios que son apenas el 2%, a quienes no se los considera en las estadísticas de indicadores sociales, señalan medios internacionales.

Relaciones entre las minorías

Existen diversos factores e intereses que al combinarse han complicado las relaciones entre minorías, tales como intereses económicos encontrados, clases de historia tendenciosas y, en algunos casos, conflictos por la supervivencia.

Por ejemplo, algunos asiáticos resienten los programas de “acción afirmativa” que favorecen a afroamericanos e hispanos, en detrimento de ellos, quienes pueden tener mejores notas pero aún así no ser admitidos en ciertas casas de estudio.

Frank Xu, un ingeniero de programación de software, se opone a una medida de “acción afirmativa” de California cuyos impulsores dicen es vital para borrar décadas de racismo sistémico.

Por su parte, Steve Tauber, profesor de ciencias políticas de la Universidad del Sur de la Florida, explicó que una de las barreras que enfrentan las minorías para unirse es lo poco que saben de las historias de los demás grupos en Estados Unidos.

Falta conocimiento de la esclavitud y las leyes de Jim Crow de los afroamericanos, de la colonización de los mexicanos cuando grandes extensiones de tierra pasaron a ser parte de Estados Unidos, de las leyes inmigratorias que excluían a los asiáticos y de la lucha de los pueblos originarios por conservar su soberanía.

“Hay mucha ignorancia, cada comunidad conoce su historia pero no la de los otros grupos”, expuso Tauber, quien también reafirmó que el poder de cambio lo tienen las nuevas generaciones, al estar más informadas acerca de las dinámicas raciales y de su historia compartida de discriminación.

“Siento que se acepta más este diálogo”, manifestó Jessica Rodríguez, una latina de 38 años del sur de California. “Por primera vez siento que mucha gente que me resistió está diciendo, ‘oye, tienes razón, esto es sistémico. No puedo creer que no me había dado cuenta’”.

Rodríguez manifestó que “Las nuevas generaciones saben que esto no está bien, los niños hablan de Black Lives Matter: Está bien resistir, defenderse”.

Hasta la fecha, los grupos “minoritarios”, siguen alzando su voz en resistencia ante el racismo sistemático de Estados Unidos, no solo con las protestas y manifestaciones, sino buscando conocer la historia de los otros que también han luchado durante siglos contra la opresión.

 

 

LEE TAMBIÉN: EL RACISMO EN AMÉRICA COMIENZA A LA LLEGADA DE EUROPA 

 

Ciudad VLC/AVN