Al parecer el extremo cuidado con los lanzadores ha llegado al beisbol menor. Recordemos que los pitchers en esta era son el bien más preciado por las organizaciones, como ejemplo tenemos la cartilla de restricciones con las que se manejan sus actuaciones en el Clásico Mundial.
Pero lo visto en el recién finalizado Premundial U12, raya en lo extremista. Mientras muchos alegremente reseñaban y hablaban de los abultados resultados de los juegos, donde casi anotaban 60 carreras entre ambos rivales, incluyendo la pregonada final entre Venezuela y Estados Unidos, se pasaba por alto la extrema deficiencia del pitcheo en este evento.
Es que precisamente en este premundial participaron los países mayores proveedores de peloteros para el sistema de las grandes ligas, como los antes mencionados, así como Dominicana, Puerto Rico y México, donde en cada juego que disputaban era coincidente el abultado resultado.
Sabemos que en estos países abundan desde pequeños los buenos prospectos de lanzadores, pero también sabemos que esas canteras ya se han hecho comunes en las academias, que comienzan a preparar jugadores para la “firma” desde los 10 años de edad.
Entonces no nos debería extrañar que esa falta de buenos lanzadores en una cita con ribetes mundialistas, se deba a que desde esa edad ya se comenzó aplicar la cartilla del “cuidado extremo de los lanzadores”, porque según esos “cerebros” es más importante lograr ser firmado para las grandes ligas, que representar a tu País en una competencia internacional.
Por cierto eso ya se aplica en los campeonatos nacionales, no solo para los lanzadores. La frase que los distingue es: “No puede porque ya está apartado” para orgullo de los padres!
Es hora que el Museo del Beisbol de Venezuela le rinda homenaje a dos de los más grandes fanáticos que ha tenido la pelota profesional en nuestro país, como lo fueron el centenario Chivita Lezama con el Caracas y Pedro Lugo, el hombre que durante más de 60 años, sonaba la sirena para aupar cada juego de Magallanes, primero en la capital y luego en Valencia.
Creo que un buen reconocimiento, sería exhibir en este templo, la cornetita de Lezama y una réplica de la sirena de Lugo, que por cierto su hijo la tiene y me confesó que siempre fue el sueño de su padre. Apoyaré esta iniciativa, hablando con los directivos del Salón en el Sambil Valencia.
TBT… El 30 de mayo de 2005 el venezolano José Rujano se convierte en el primer ciclista latinoamericano que sube al podio en el Giro de Italia, al quedar tercero en la clasificación general.
Rujano había ganado la penúltima etapa de la prueba, para ser el segundo criollo que lo lograba, ya que el primero fue Leonardo Sierra en 1990.
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Ciudad Valencia