Arrancaron los entrenamientos de las Grandes Ligas, o como ya muchos se han acostumbrado a llamarlos el Spring Training porque les parece más elegante que su traducción en español: entrenamientos primaverales. Es la época en que los equipos abren sus campos para recibir a los peloteros que tienen en sus listas, que vienen a luchar su oportunidad para quedarse en el roster grande.

Estos campos de sueños, sí porque aquí se hacen las ilusiones realidades, pero otras terminan en pesadillas. También es cierto que los que asisten no tienen la misma tarjeta de entrada ya que un grupo está protegido o con contrato seguro y otros como invitados o los que reciben un chance a ver si se quedan.

 

Entre el grupo privilegiado destacan las superestrellas, aquellas con salarios por encima de los diez millones de dólares, los que no han llegado ahí, pero están cerca y los que ya piensan en un súper contrato cuando sean agentes libres. Después están los que no hacen el grado en esta oportunidad y son asignados a las ligas menores, pero con la esperanza viva que en cualquier momento regresan.

Por su parte entre los invitados hay sentimientos y situaciones encontradas. Algunos ya vieron pasar sus mejores temporadas, en su momento hasta gozaron del status de estrellas, pero insisten en reverdecer sus glorias y se resisten en colgar los spikes, otros quieren el chance para jugar una campaña más para completar marcas personales que les permitan subir sus posibilidades de ser elevados en su oportunidad al Salón de la Fama.

 

También en este grupo están los que llevan tiempo intentado consolidarse en las Mayores, otros que han bajado en su rendimiento, siendo por ellos dejados libres por sus equipos y que buscan una segunda oportunidad.

De allí que este lapso de los entrenamientos encierra mucho más que un simple calentamiento físico o ponerse en forma, para muchos es una etapa de vida y muerte para sus carreras. La batalla es feroz por alcanzar la regularidad y como toda batalla siempre quedarán bajas en el campo. Suerte a los nuestros, porque calidad sabemos que la tienen.

 

Para los sedentarios: “Nunca digas que estás viejo para jugar, piensa que estás viejo por no jugar”.

Javier González on Twitter: "23 de febrero de 1965: El legendario jugador  brasileño Pelé anota dos goles ante 30 mil espectadores que colmaron el  estadio Olímpico de Caracas. El Santos de Brasil

 

TBT… El 23 de febrero de 1965, Pelé anota dos goles ante 30 mil espectadores en el estadio Olímpico de Caracas, que fueron a ver al Rey del fútbol. El Santos de Brasil derrotó 4-0 al Independiente de Argentina.

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