“Casa Ajena de Freddy Náñez” por Vielsi Arias Peraza

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Vielsi Arias Peraza autora de la columna Ciudad Escrita

Casa ajena de Freddy Ñáñez… El tema de la muerte en la literatura es una herencia que nos viene del romanticismo, caracterizado por la angustia y el desasosiego cuyas asociaciones psíquicas permiten amalgamar la creación poética.

En el caso de la literatura venezolana se ha trabajado igualmente como un sentimiento de fatalidad y soledad posterior a la pérdida, en poetas como Eugenio Montejo, José Barroeta, Caupolican Ovalles, Guillermo Sucre, Pérez Bonalde, entre otros.

 

Los habitantes de casas ajenas

Casa ajena-poemario-Freddy Ñáñez 2En clave de lectura, propongo un acercamiento al texto, publicado recientemente por el sello editorial colombiano Épica ediciones, el cual más que establecer un diálogo con la tradición de la poesía venezolana, nos adentra al origen de un hecho trágico del asesinato de dos jóvenes estudiantes, que forman parte de una larga lista de desaparecidos en más de cuarenta años de historia política colombiana.

Se trata de un libro que te plantea de entrada un destierro, la partida de un lugar. Vivir o estar en Casa Ajena coloca al sujeto en una posición de transitoriedad,  la cual  viene dada por los desplazamientos de la violencia armada colombiana.

“El 06 de junio del año 2003, en un tramo de la carretera entre Tibú y la Gabarra, volvimos a ver los cuerpos de Edwin Ariel López y Gersón Gallardo Niño, dos estudiantes de la Universidad de Francisco de Paula Santander que meses antes habían sido secuestrados por el frente paramilitar ‘frontera’ del bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia”… nos dice el poeta, “después de tanto buscarlos, allí estaban nuestros amigos… sin vida en un pedazo de tierra baldío y sin nombre”.

Al adentrarnos en el texto el poeta nos confronta con un largo poema tejido por la catarsis de la tragedia. El vértigo que produce la muerte inesperada y violenta  configura la dimensión de una memoria colectiva, que viene a formar parte de prácticas expresivas no tradicionales de artistas colombianos que ha servido de vehículo para visibilizar la violencia política en el vecino país.

 

 

La poesía permite replantear, en este caso, un lugar de tensiones y resignificaciones del dolor y abrir la posibilidad en las víctimas de construirse desde el lugar de la guerra. Construir un nuevo horizonte de sentido, “en medio de lo insalvable”.

En Casa Ajena encontramos que la muerte es el eje central en tanto el sujeto lírico que nos propone el autor intenta hacer catarsis de la tragedia ocurrida el 6 de junio del año 2003. Conocemos de cerca la situación de violencia que vive el hermano país desde hace más de tres décadas y que Náñez ha padecido como habitante fronterizo. Las desapariciones forzadas y los desplazamientos de sus tierras convierten a muchos campesinos en habitantes de casas ajenas.

La muerte se presenta como tragedia aristotélica y la sucesión de eventos desencadena una catarsis. El libro, constituido en tres momentos: Destierros, Caravana y Velorios constituye un proceso de exequias fúnebres que inicia con la trágica noticia de la muerte de los jóvenes estudiantes.

En Destierros, el poeta hace alusión a los exiliados vivos o muertos, ánimas muertas, desplazadas, cuya aldea se la ha tragado una fosa común, de ella salieron expulsados aunque los gritos no pueden enterrarse, con su dueño.

En Caravana se anuncia una mudanza, donde una multitud huye de la muerte. Van sobre el lomo de un mulo con los restos de la casa. Todo lo que dejaron, los recuerdos están allí. Esta caravana representa, al mismo tiempo, la carroza fúnebre que conduce a los difuntos al sepelio. En las exequias finales los dolientes van a despedir y se despiden a sí mismos de un lugar que los expulsa.

Aunque la muerte sea un hecho humano, natural e inexorable, no es ese el caso de la realidad colombiana. La muerte es una suerte de asedio permanente que expulsa a millones de sus territorios.

 

En vano temo
al aguijón
de la tierra.
Nunca
Se sabe desde
donde ataca

 

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Nos dice el poeta…

 

La noche, techos, pájaros y los muertos les pertenecen al paramilitarismo.  Es la causa de un exilio que padecen millones de colombianos como consecuencia de la violencia armada y, por otro lado, deja abierta la posibilidad de redescubrirse desde un territorio dinamitado.

 

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Vielsi Arias Peraza, Venezuela 1982. Poeta, docente, investigadora, columnista y promotora cultural. Ha publicado: Transeúnte (2005), Los Difuntos (2010), con el que obtuvo la mención honorífica en poesía del Premio Nacional de Literatura Stefania Mosca; La Luna es mi pueblo (2012), Luto de los Árboles (2021) y Mandato de puertas (2022). Es miembro del Consejo de Redacción de la revista Poesía de la Universidad de Carabobo, miembro de WPM, capítulo Venezuela, y miembro del equipo promotor de la Escuela Nacional de Poesía de Venezuela.

 

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