Un cuento para la merienda: «La cautiva» de Pedro Juan Soto
Distinguió a lo lejos la capota roja del taxi, lo enfocó y persiguió luego en la curva donde el verde húmedo de los jardines...
Un cuento para la merienda: «En la Bahía de Yeddo» de Jack London
Ante lo cual el dueño del restaurante levantó los brazos indignado y chilló:—¡Veinticinco sen! ¡Veinticinco sen! ¡Paga ya!Se había reunido toda una multitud, y...
Un cuento para la merienda: «Nos han dado la tierra» de Juan Rulfo
Después de tantas horas de caminar sin encontrar ni una sombra de árbol, ni una semilla de árbol, ni una raíz de nada, se...
Un cuento para la merienda: «Los intrusos» de Saki
En medio de un bosque de abigarrada vegetación, situado en un paraje de los confines orientales de los Cárpatos, cierta noche de invierno se...
Un cuento para la merienda: «La yernocracia» de Leopoldo (Clarín) Alas
Hablaba yo de política días pasados con mi buen amigo Aurelio Marco, gran filósofo fin de siècle y padre de familia no tan filosófico, pues su...
Un cuento para la merienda: «Coco» de Guy de Maupassant
En toda la zona circundante llamaban a la finca de los Lucas, «La hacienda». No se sabría decir por qué. Sin duda, los campesinos...
Un cuento para la merienda: «Cara de luna» de Jack London
La cara de Juan Claverhouse era un fiel trasunto de la luna llena; ya conocen ustedes el tipo: los pómulos muy separados, la barbilla...
Un cuento para la merienda: «Al abrigo» por Juan José Saer
Un comerciante de muebles que acababa de comprar un sillón de segunda mano descubrió que en un hueco del respaldo una de sus antiguas...
Un cuento para la merienda: «Detrás de lo obvio» de Idries Shah
Todos los viernes por la mañana Nasrudín llegaba al mercado del pueblo con un burro que ofrecía en venta.El precio que demandaba era siempre...
Un cuento para la merienda: «Una historia quebrada» de Paul Valéry
El rey ordenó: (Te condeno a morir, pero a morir como Xios y no como Tú) que Xios fuera llevado a un país enteramente...