Marigüitar es un pueblo surgido a orillas del Golfo de Cariaco. En sus inicios este querido lar fue habitado primordialmente por pescadores y agricultores y contaba con muy pocas casas, nos dice la fuente que eran aproximadamente 17 casas. La calle Real se transformó con el tiempo en la calle Bolívar.

Según sus leyendas, en la calle principal aparecía “El Jinete sin Cabeza”. Explicaba el primo Juan Martínez (+) que este Jinete tenía muchos años que no salía en el centro poblado para asustar a la gente, pero que un día escabroso se apareció nuevamente en el pueblo. Otro día le salió a un niño y según le produjo una fiebre alta, el susto que agarró el niño aumentó la temperatura corporal del menorcito.

La tradición folklórica indica que si el muerto sale y alguien por nerviosismo le dispara, al sujeto que disparó se le pega rápidamente una inevitable fiebre que debe ser aplacada con oraciones rezadas por personas conocedoras de las Ciencias Ocultas.

 

En la casa de los Hernández se veía caminar al “Pata Larga”, lo veían sentado a orillas de la carretera y las patas les daban a la otra acera, de allí su pseudónimo de “Pata Larga”. Por la calle Bolívar, a la altura del centro, salía una mujer que traficaba por toda la calle y agarraba rumbo hacia Cocalito.

Otras veces trazaba su itinerario proa al portón del liceo de Marigüitar y luego los observadores la veían penetrar en las instalaciones de la institución educativa donde desaparecía misteriosamente.

Tenía por costumbre tocar las puertas de las casas para asustar a la gente del pueblo. Se recuerdan con mucho entusiasmo las fiestas de Marigüitar, eran festividades muy bonitas, de mucha unión vecinal y durante la celebración colectiva no había ni un preso en la policía.

En tiempos de fiesta los autobuses venían repletos de personas desde Cumaná y Carúpano a Marigüitar a compartir sus fiestas, también acudían de la Plaza Mejía y de Petare, lo curioso era que los autobuses cobraban un real por el traslado de Mejía o Petare a las inmediaciones de la Plaza de Marigüitar.

 

La vendimia no se hacía esperar, vendían toda clase de dulces y volaban de la estantería o los tarantines. Para darle prestancia sónica a la celebración los habitantes colocaban hasta 8 cañones en fila para dándole sonoridad de alegría a la fiesta. Como anécdota quedó que una vez un cañón se reventó accidentalmente y lamentablemente le lastimó el tobillo a un señor que lo llamaban Malaca.

El daño que le produjo la detonación fue irreversible para el amigo afectado. El compay Malaca nunca se pudo recuperar de la tragedia ocasionada en su tobillo. En la festividad de la Virgen del Rosario, amuleto espiritual de Marigüitar, siempre la excelsa imagen se ha paseado por el mar y también por los alrededores del pueblo.

 

Las personas más viejas del poblado salían a compartir la procesión y religiosidad ancestral. La señora Cotoña, decía Juan Martínez, que salía derechita como una “cuerda de furruco” a jugar sus números y a contemplar el panorama público. Es bueno indicar que esta doña tenía, cuando hice esta investigación, 93 añitos de edad y estaba como una uva acabada de arrancar de la mata.

También se recuerda a la señora Apolonia Vera y sus 90 años, al popular Chirringo, el único personaje que estaba vivo de los cuatro pescadores que cargaron al muerto de Marigüitar, que hasta una letra le hizo el poeta Aquiles Nazoa y la interpretó el pilarense Gualberto Ibarreto en un Polo oriental.

 

Se recuerda con sumo cariño al señor Juan Cortéz, folklorista del pueblo, pionero en el baile de Joropo y Estribillo de la zona, y la amiga Petra Yegres con sus 95 añitos encima recorriendo los huecos y recovecos de Marigüitar su terruño natal.

Juan Martínez agregó que Doña Petra es folklórica y que los muertos no se metían con ella porque ya ella tenía muchos muertos encima. Ella decía: “Yo he visto morir más de mil personas entre familiares amigos, amigas, vecinos y conocidos”.

Marigüitar representa un pueblo lleno de historia, tradiciones, música, costumbres y mucho Folklore que invita a estudiar sus huellas imperecederas en el tiempo. Allí les dejó un regalo hecho canción que hice para las mujeres de este pueblo glorioso, que es cuna también de muchos hombres con un corazón grandote.

Este merengue oriental fue grabado por Raymundo González el popular “Rodilla ´e Chivo”. La letra me pertenece y la música se la colocó el amigo Gustavo Isasis, dice así:

 

Muchachita de Marigüitar (Merengue oriental)
Letra: José Gregorio Figueroa Delgado (El Guápiri-Ñáquiri)
Música: Gustavo Isasis

1
Me voy pa´Marigüitar
A buscar a mi amorcito (bis)
Para poder arrancar
Este guayabo maldito (bis)
2
Muchachita soñadora
Por ti me pongo bellaco (bis)
Cuando llegará la hora
De tenerte entre mis brazos (bis)
3
Te llevaré a Punta Araya
Por la bella travesía (bis)
Para que veas vida mía
El amor de mi atarraya (bis)
4
Te montaré en mi peñero
Para recorrer fortuna (bis)
Con los rayos de la luna
Decirte cuanto te quiero (bis)
5
Sentirás el calorcito
De mi cuerpo unido al tuyo (bis)
Porque eres lindo capullo
Chupada de Tucusito (bis)
6
Encantadora criatura
De labios tan deliciosos (bis)
Seré el hombre más dichoso
Si me entregas tú dulzura (bis)

Cumaná, 17-01-2024.

 

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