Cumaná

Cumaná y su Semana Santa por José Gregorio Figueroa

Las comidas que hacían el jueves Santo se las comían el Viernes Santo, todo esto con la intención de no cocinar el viernes, por cuanto era un día demasiado respetado por los cumaneses. Estaba terminantemente prohibido comer carnes.

Las comidas preparadas eran: Cuajao de morrocoy, cuajao de Cazón, pastel de Chucho, de pepitonas, coctelitos y otras exquisiteces culinarias propias del oriente venezolano. A las 8 de la mañana del día sábado de gloria, para la gente de Cumaná, resucitaba Dios, las calles de la Sultana del Manzanares eran animadas con pitos y matracas. Se anunciaba una resurrección gloriosa.

La población apegada a la fe y la creencia religiosa agarraban 7 piedritas de la calle y las guardaban en lugares secretos para el siguiente año. Al llegar la nueva Semana Santa, la población botaba las 7 piedritas y las renovaba por otras.

Q Hay En Lara - JESUS DE NAZARENO El Miércoles Santo se realiza la  procesión de El Nazareno, una de las tradiciones más representativas de la  Semana Santa en Venezuela. La imagen

Recordado Sábado de Gloria. Resucitaba el hombre que murió por nosotros los pecadores. Ese Sábado de Gloria en cada iglesia de Cumaná se soltaba una palomita blanca, síndrome de alegría, de paz, de salvación y entonces el cura explicaba a los espectadores que la palomita representaba el alma o el espíritu del Señor que había resucitado entre los muertos.

Para amanecer el día domingo se generaba un bello reencuentro. A las 4 de la mañana se encontraba el Señor Jesucristo con la Virgen María su madre. En las iglesias de Altagracia y Santa Inés se veía otra vida colonial religiosa.

Los campesinos de San Juan se apersonaban en Cumaná, venían en burros procedentes de otros pueblos adyacentes, aprovechaban la fecha para establecer el trueque que lo practicaba en tiempos de la Semana Mayor. Ellos dejaban frutas, vituallas, racimos de plátanos, verduras, gallinas criollas entre otras cosas.

 

SEMANA SANTA EN CUMANA, VENEZUELA — Steemit

A los animales cuadrúpedos de carga (burros) donde ellos venían los ponían repletos de pepitonas, concha ´e perlas, los agajes iban hasta las metras con mercancías o productos del mar resultado del trueque. En las orillas de las playas cundía la algarabía, ponían full los burros con el producto marino y luego se iban rumbo para el monte de donde vinieron.

Nos cuenta un amigo que en Falcón se les perdonaban a las niñas y niños cualquier travesura hasta el Viernes Santo, las deudas contraídas las pagaban con creces los menores el Sábado de Gloría. Era prohibido castigar a los niños otro día de la Semana Mayor que no fuera Sábado de Gloria.

 

Anteriormente en la Novia Azul del Caribe el gentilicio cumanés no se bañaba en las playas ni Jueves ni Viernes Santo, porque según la creencia, si alguien se bañaba esos días santos le salían escamas en todo el cuerpo, además no le podían pegar a los niños, por cuanto si esto se hacía, el castigador le lastimaba las llagas a nuestro Señor Jesucristo.

En la actualidad quedan muy pocas creencias, la gente espera, mas bien, los días Santos para bañarse en las playas, ríos y piscinas sin importarle las cosas sagradas, utilizan las armas cortantes sin prejuicios y poca gente visita los lugares Santos.

Se han perdido las costumbres de acudir a las Iglesias Católicas para conmemorar las tradiciones religiosas de la Semana Mayor. Recuerdo que en Cumaná, durante la Semana Santa las familias preparaban deliciosos «cuajados», exquisitos dulces con diversos frutos y tubérculos.

Iglesia de Santa Inés en Cumaná será elevada a basílica menor este viernes  - El Tiempo

 

Era la única fecha donde los muchachos echaban a volar sus voladores, cometas o papagayos, también jugaban con metras, trompos, zarandas, perinolas, gurrufíos y otros artículos previamente fabricados de forma artesanal.

Son tantas costumbres que no debieron perderse, es que antes todo era sano, había mucho respeto hacia la Semana Santa, el jueves Santo después de las 3:00 pm a nadie se le podía ocurrir barrer, los viernes de cuaresma no se podía comer carnes rojas, la confesión y la Eucaristía era obligatoria, en las emisoras de radio se entonaban canciones espirituales pero nada como El Popule Meu de José Ángel Lamas, un músico venezolano, esa es la otra historia de la Cumaná bonita y espiritual.

Son miles de cosas que vienen a nuestra mente como recuerdos hermosos de aquellas Semanas Santas que vivimos con amor.

Qué recuerdos tan gratos se esfuman en el tiempo en una Tierra de Gracia, bendita por el Creador del Universo y barnizada con el pincel de la tradición.

 

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