Es la primera vez, desde su creación, que la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) tendrá asistencia perfecta. No porque vayan todos los mandatarios, sino porque van representantes de todos los países que la integran. Previamente, uno que otro país había dejado de ir a la reunión de la organización que le ha latido en la cueva a la entreguista e infiltrada Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo jefe, el nefasto y arrastrado Luis Almagro, no fue invitado, cosa que se le agradece al anfitrión argentino Alberto Fernández.
En esta reunión, a pesar de las protestas y de la inmensa cobertura que la prensa le ha dado a los opositores argentinos, herederos de aquel menenísmo que dijo que las relaciones entre Argentina y los Estados Unidos (EEUU) eran “carnales”, asistirán Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel, Gustavo Petro, Xiomara Castro y Lula Da Silva. No estará Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el presidente mexicano, que ha optado por una rara política de no hacer visitas al extranjero, pero que sí está muy implicado en la política internacional. Esto de AMLO sería bueno analizarlo en otra Vuelta a la Tuerca.
Lo cierto es que la cumbre de la CELAC se avecina como una excelente oportunidad de avanzar en un mecanismo de importancia capital en las relaciones interamericanas. Esta organización, en cuya paternidad tuvo una destacada participación Hugo Chávez, ha sido el freno a las despiadadas acciones de la OEA, cuyos dictados principales son generados en Washington y ejecutados fielmente por su secretario general, siempre dentro de una obediencia digna del mejor mayordomo que los EEUU puedan tener. No obstante, a esta cumbre fue invitado Joe Biden, así como también fue invitado Xi Xinping, el presidente chino, con quien la organización tiene convenios de colaboración.
Esta Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe excluye expresamente a EEUU y Canadá, situación obvia por cuanto con estos dos países se tiene como foro multilateral a la OEA, mientras que la CELAC tiene como objetivo fundamental una colaboración latinoamericana y caribeña alejada (y enfrentada) a los intereses de los dos hegemones norteamericanos.
Es tan necesaria y correcta la integración latinoamericana que la CELAC, en sus orígenes, recibió impulso y apoyo expreso de presidentes de corte derechitas como Juan Manuel Santos, de Colombia; Sebatían Piñera, de Chile, o Felipe Calderón, de México.
De todas maneras, se espera que los EEUU tengan protagonismo en esta cumbre, no por la participación de la delegación enviada por Biden, sino por las protestas que ya están haciendo personeros argentinos financiados por entes norteamericanos y, en especial, por la casi segura referencia o ataque que algún lacayo (como Lacalle, por ejemplo) lance contra presidentes como Díaz-Canel o Maduro.
Creemos que esta cumbre de la CELAC tendrá una relevancia capital en virtud de la reintegración de la unidad latinoamericana; hay que destacar que la ultima Cumbre de las Américas en Los Ángeles fue tildada como un fracaso por la negativa de los EEUU de invitar a Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega.
Es seguro que algún presidente coqueto los ataque, decimos coqueto, porque nunca falta en nuestro continente un arrastrado que quiera congraciarse con sus amos norteamericanos, se nos antoja que esta figura sería el ecuatoriano Guillermo Lasso.
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La CELAC tiene en sus manos varios temas calientes que tratar. La situación de Perú es la más álgida, y aunque Dina Boluarte no irá, sí estará representado su gobierno endeble, y seguramente los presidentes hablarán al respecto. Igualmente, los presidentes tocarán el tema de Brasil y el recientemente fallido golpe contra Lula. Creemos que el Presidente brasileño saldrá reforzado de este encuentro.
La cumbre debería también tocar el delicado tema de Haití, un país que realmente se encuentra en una posición crítica, olvidado por sus vecinos y que fue la primera República del continente a quien Francia le cobró por su independencia una deuda hasta hace pocos días.
Estará en el tapete la escogencia de la nueva presidencia pro témpore del organismo. Le corresponde la misma a un país del Caribe, en este sentido se oye con fuerza la candidatura de Ralph Gonsalves (conocido como el camarada Ralph), primer ministro de San Vicente y las Granadinas, pero ante la ausencia de consenso hasta la fecha la presidencia continuaría en manos de Alberto Fernández, quien aspiraría continuar con la idea de consolidar una cumbre multiorganizacional con la realización en España de una reunión entre CELAC y la Unión Europea (UE), que se realizaría en el país ibérico el próximo año, idea que estaría madurando el premier español Pedro Sánchez.
Mañana pues inicia la cumbre de la CELAC en Buenos Aires, y a pesar que los mass media la tienen un poco oculta, somos de la opinión que esta resultará en una de las más importantes de las que se ha hecho desde su fundación.
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Fernando Guevara Herrera (Valencia, Venezuela, 1967) es abogado egresado de la Universidad de Carabobo en 1995. Tiene especialización en Gerencia Pública, actualmente realizando tesis de especialización en Educación Superior en la Universidad José Antonio Páez (UJAP) y en el doctorado en Educación UPEL, núcleo El Mácaro. Tiene curso de especialización en Marco Jurídico de la Cooperación Cultural Iberoamericana, Universitat de Barcelona, España. Beca del Ministerio de la Cultura de España.
Fue Jefe de Extensión Cultural y Recursos Humanos de la Biblioteca Nacional de Venezuela. Consultor Jurídico del Centro Nacional de Historia, del Archivo General de la Nación y del Complejo Editorial Batalla de Carabobo (Cebac); Registrador Público de los municipios Naguanagua y San Diego de Carabobo. Auditor Interno de FUNDADEPORTE y Sub Director del Museo de Arte Valencia (MUVA). Es también profesor de la UJAP y locutor desde 1990.
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