“Estudiar y luchar, consigna vital (4)» por José David Capielo

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Estudiar y luchar, consigna vital… Me referiré al período final de mis estudios en el Liceo “Cecilio Acosta” de Coro, que transcurrió entre mediados de 1965 y 1968; tres años de intensa actividad personal y colectiva.

Con respecto a los estudios académicos, pude lograr resultados satisfactorios en las diferentes materias exigidas en los cursos, hasta obtener el grado de Bachiller en Ciencias. No fui estudiante de notas sobresalientes, pero sí de gran empeño en la aprobación, a tiempo y sin demora, de los compromisos de estudios.

En materia de participación política, mi intervención fue cada vez mayor en diferentes tareas del gremio estudiantil. Creo que fui avanzando en la medida en que me sentía seguro académicamente. De allí que identifico la etapa como de “estudiar y luchar”, reivindicando una consigna de la izquierda que asumí en forma plena.

En la coyuntura política de esos años hasta 1968, considero que la izquierda y principalmente quienes ejercían el liderazgo PCV-MIR tuvieron momentos de auge y decaimiento en cuanto a la línea principal, que seguía siendo lo insurreccional y la lucha armada urbana y rural. Obviamente se mantenía la línea operacional y la actividad guerrillera en varias zonas y, en especial, en las montañas falconianas.

Claro siempre hubo asimismo las actividades de masas y “legales”, que incluían la presencia en los gremios estudiantiles, donde teníamos cabida la muchachada que recién se incorporaba. Comenzamos así a cumplir algunas tareas, principalmente propagandísticas y de solidaridad, denunciando la represión y todos los atropellos ocurridos en la cotidianidad.

En los años 1966-1967, debieron cumplirse las elecciones estudiantiles de nuestro Centro de Estudiantes, donde el PCV y el MIR, con su tradicional Plancha 1, aspiraban seguir al frente de este gremio. Participé junto a otros estudiantes en esta campaña electoral, aupando a nuestros candidatos. Por diferentes razones, COPEI nos ganó esa contienda, así que hubo que acordar estrategias para asimilar y sobreponerse a aquella derrota.

Luego, al inicio de 1967, participé en una actividad propagandística sencilla, que era lanzar volantes a la salida del Liceo para luego “perderse” dentro del grupo de estudiantes. Al parecer fui detectado por un policía encubierto, quien comenzó a seguirme hasta finalmente ser interceptado más adelante por una patrulla de la llamada Digepol, cuyos ocupantes me golpearon, esposaron y me llevaron detenido a su sede.

Fue mi “bautizo de represión”, lo que significó ir preso por tres días con amenazas constantes de trasladarme al Campamento Antiguerrillero de Cabure. Negué mi participación y rechacé toda vinculación política, siendo enviado a un Retén de Menores, ya que tenía 17 años, hasta ser finalmente liberado.

El 23 de marzo de 1967 (Jueves Santo) fue asesinado por el ejército, en las Montañas del Bachiller, estado Miranda, José Manuel “El Chema” Saher. El Chema había regresado clandestinamente al país en 1966 y se incorporó a la guerrilla, siendo detenido, producto de una delación, y posteriormente fusilado junto al médico que le atendía de una herida reciente.

Este hecho, por demás criminal, tuvo gran repercusión en Coro y obviamente en nuestro Liceo, donde había sido un líder. Su sepelio fue todo un acto de rebeldía, donde pese al blindaje policial que existió, El Chema fue homenajeado y conducido en hombros de muchos compatriotas hasta su última morada. Allí estuve junto a otros camaradas estudiantes liceístas.

Luego vendría en 1968 la conformación de la Plancha 1 con la intención de recuperar nuestro gremio estudiantil, y quien debía encabezar nuestra fórmula electoral decidió renunciar. Ante esto, los camaradas propusieron mi nombre y decidí aceptar esta inmensa responsabilidad.

 

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En estas elecciones hubo varios enfrentamientos entre los factores en disputa, y la dirección del plantel, por órdenes del gobierno, suspendió el proceso. Protestamos fuertemente por este hecho, pero nuestro liceo se quedó sin gremio estudiantil.

Como epílogo en ese último año de estudios, luego de presentar el último examen final, uno de nuestros compañeros sufrió un grave accidente automovilístico. Se dio toda una solidaridad para apoyarlo en su recuperación. Propuse, como parte del comité pro graduación, posponer el acto formal para septiembre, incorporando al convaleciente y al resto de compañeros que debían reparar algunas materias.

Esto último generó un conflicto con un sector de egresados, quienes resolvieron, junto a sus representantes y la dirección del plantel, realizar la graduación para mediados de agosto. Se dio entonces una división, ya que junto a otro grupo, al cual me incorporé, nos negamos a asistir a ese evento como protesta a lo que consideramos una actitud individualista.

 

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José David Capielo Valles es ingeniero agrónomo y magíster en Desarrollo Rural, egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Campus Maracay. Nacido en Coro, estado Falcón, en 1949. Es docente jubilado de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR), Núcleo Canoabo (2016). Es locutor, comunicador alternativo y colaborador de Ciudad Valencia desde 2014.

 

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