Hace más de 40 años, Farouk El-Baz, un científico espacial y geólogo conocido por sus investigaciones de campo en desiertos de todo el mundo, teorizó que el viento jugó un papel importante en la configuración de la Gran Esfinge de Guiza antes de que los antiguos egipcios agregaran detalles de la superficie de la escultura emblemática.

Ahora, un nuevo estudio ofrece evidencia que sugiere que la teoría podría ser plausible. Un equipo de científicos del Laboratorio de Matemáticas Aplicadas de la Universidad de Nueva York se propuso abordar la teoría replicando las condiciones del paisaje hace unos cuatro mil 500 años (cuando probablemente se construyó la estatua de piedra caliza) y realizar pruebas para ver cómo el viento manipulaba las formaciones rocosas.

Nuestros hallazgos ofrecen una posible ‘historia del origen’ de cómo las formaciones tipo esfinge pueden surgir a partir de la erosión“, dijo en un comunicado de prensa el autor principal del estudio, el profesor asociado del Instituto Courant de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Nueva York, Leif Ristroph.

 

La Gran Esfinge de Guiza demuestra gran ingenio

“Nuestros experimentos de laboratorio demostraron que formas sorprendentemente parecidas a las de una esfinge pueden, de hecho, provenir de materiales erosionados por flujos rápidos”, agregó.

El equipo detrás del estudio, creó yardangs con modelos de arcilla, una forma natural de arena compacta que se produce por el viento en regiones desérticas expuestas, y lavó las formaciones con una corriente rápida de agua para representar el viento.

Basándose en la composición de la Gran Esfinge, el equipo utilizó inclusiones más duras y no erosionables dentro del monótono montículo de arcilla blanda, y con el flujo del túnel de agua, los investigadores descubrieron que una forma de león había comenzado a tomar forma.

 

Dentro del desierto, existen yardangs que naturalmente parecen animales sentados o acostados con la cabeza levantada, dijo Ristroph, “algunos de ellos se parecen tanto a un león sentado o a un gato sentado, que a veces se les llama leones de barro. Nuestros experimentos podrían contribuir a la comprensión de cómo se forman estos yardangs”.

 

TE INTERESA LEER TAMBIÉN ESTO: LA SINGULARIDAD QUE DIO ORIGEN AL UNIVERSO

Ciudad Valencia / VTV