“Eduardo Galeano, sentipensante latinoamericano por siempre” por José David Capielo

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Este sábado 3 de septiembre se cumplen 82 años del natalicio de Eduardo (Hughes) Galeano, quien ha sido y sigue siendo para la posteridad un excepcional escritor, periodista y cronista “sentipensante uruguayo-latinoamericano”, como solía presentarse. Galeano asumía la categoría de “sentipensante” establecida para quienes no separan las emociones de las razones, sino que las viven como una totalidad integrada.

Reconocía que lo de sentipensante había sido un aporte de los pescadores de la costa caribeña colombiana, donde había estado junto a otro gran latinoamericano barranquillero, el investigador social y revolucionario Orlando Fals Borda (1925-2008), quien dio inicio a los estudios sociológicos en Colombia trabajando intensamente en distintas comunidades históricamente excluidas de nuestro continente.

Tempranamente se vincula al trabajo periodístico en su país, desde caricaturista a los 14 años en el semanario “El Sol”, hasta ser jefe de redacción del semanario “Marcha”, para desde 1964 ser también director por dos años del diario de izquierda “Época”.

En 1971 publica “Las venas abiertas de América Latina”, su obra más conocida y difundida en el mundo entero. Allí realiza una aproximación histórica al proceso vivido en nuestro continente y expresa que la pobreza, el sufrimiento y subdesarrollo de la mayoría de los países latinoamericanos no son un estado natural, sino consecuencia del saqueo económico e histórico comenzado por España y otros países de Europa, seguido luego por el Reino Unido y los Estados Unidos (EEUU).

Consideró esta obra como necesaria, aunque inmadura, pese al trabajo investigativo realizado y las 90 noches que se dedicó a escribirla. Opinaba que no tuvo toda la información y el conocimiento suficiente para realizar íntegramente una tarea de tal envergadura. El libro resultó un éxito editorial con cerca de 80 ediciones. Es una referencia para quienes han defendido una posición latinoamericanista emancipadora.

En 1973, con la dictadura militar en Uruguay, es detenido y posteriormente expulsado del país, radicándose inicialmente en Buenos Aires. Allí, junto a otros pensadores, funda la Revista “Crisis”, igualmente de orientación político-revolucionaria, hasta que a inicios de 1976, ante la dictadura militar en Argentina, debió salir desterrado nuevamente radicándose en las costas de Cataluña, en Barcelona, España.

Solo en 1985 pudo Galeano regresar a su país luego de la etapa dictatorial. En esos casi 10 años de exilio se dedicó en especial a lo que sería su obra más elaborada, “Memoria del Fuego”, que consta de tres tomos. Está conformada por los libros: “Los nacimientos” (1982), “Las caras y las máscaras” (1984) y “El siglo del viento” (1986).

En este trabajo recogió más de mil historias con acontecimientos culturales e históricos que dan una visión amplia de la identidad latinoamericana. Por esta trilogía recibió el Premio de la Cultura, en Uruguay, y el “American Book Award” de la Universidad de Washington (EEUU). Sus obras han sido traducidas a unos veinte idiomas.

Para Galeano, los seres humanos estamos hechos de historias, “más que de átomos”. Estas historias hay que recuperarlas. Rescatar nuestra memoria de pueblos e individuos en resistencia por la sobrevivencia y la emancipación.

Desde 1985, hasta su partida física en el año 2015, vivió en Montevideo siempre activo en su labor política, social y de producción literaria. Entre otras de sus obras están: “El libro de los abrazos” (1989), “Úselo y tírelo” (1994), “El futbol a sol y sombra” (1995), “Patas arribas. La escuela del mundo al revés” (1998, 1999), “Carta al señor futuro” (2007), “Los hijos de los días” (2011), “Mujeres” (2015) y “El cazador de historias” (2016), publicado póstumamente.

Entre tantos premios y reconocimientos que recibió Eduardo Galeano destaca el Premio Casas de las Américas, que le otorgó Mención Honorífica en 1971. En 1975 lo gana con “La canción de nosotros”, donde aborda el complejo tema de la lucha armada relacionando las fuentes culturales populares y la militancia de izquierda.

 

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Luego, en 1978, lo ganaría nuevamente con la obra “Días y noches de amor y de guerra”, una crónica novelada de las dictaduras militares de Uruguay y de Argentina, referidas al entorno latinoamericano. Más allá del horror en estos procesos violentos antipopulares; destaca el amor, los amigos, los hijos, el paisaje y todo aquello que seguía siendo motivo para vivir, defender las ideas y alzar la voz contra la impunidad. En 2011 sería igualmente premiado en Cuba por su originalidad con el Premio de Narrativa “José María Arguedas”.

Eduardo Galeano fue amigo de Venezuela y de la Revolución Bolivariana. Integró el Consejo Consultivo de Telesur. Está presente en todas de las luchas de nuestros pueblos latinoamericanos. En su natalicio le recordamos por siempre.

 

José David Capielo / Ciudad Valencia