Dando continuidad al aspecto crucial de las venideras elecciones presidenciales venezolanas 2024, asumo esta segunda entrega, a poco menos de 90 días de esta contienda electoral pautada para el domingo 28/07/24.
Ha sido bastante intensa la jornada pre electoral, muy en especial si tomamos en cuenta todos los desvaríos de la oposición radicalizada y abiertamente tutelada por EEUU, representada por la llamada “Plataforma Unitaria” (PU). Ellos se siguen arrogando la hegemonía plena dentro de los disidentes al gobierno bolivariano. La verdad es que en Venezuela existen varias oposiciones, posiblemente con más coincidencias que diferencias, pero ha sido esta fracción extremista de la “PU”, la que mantiene el consentimiento de su amo del Norte y la garantía del aporte principal de los recursos económicos para su desempeño (en buena parte, con el dinero robado a nuestro país, a través del llamado interinato).
Es así como se autoproclaman como única opción opositora en Venezuela. Esta fracción opositora en realidad mantiene un “doble juego”, ya que en su mayoría, no creen en la ruta electoral como tal, de acuerdo a las reglas establecidas, y siguen un plan desestabilizador.
Un primer aspecto a resaltar es lo referente al diálogo entre los EEUU y el gobierno bolivariano encabezado por Nicolás Maduro Moros. Ante toda la trama de mentiras de la prensa parcializada con los estadounidenses, los bolivarianos decidieron ahondar en detalles, de cómo desde mayo del año pasado se realizaron varias reuniones entre representantes principales de la administración Biden y nuestros negociadores encabezados por el diputado Jorge Rodríguez Gómez, presidente de la Asamblea Nacional (AN).
Se habló del acompañamiento tanto del Estado de Catar, en la ciudad de Doha, como de la República de México. En estos encuentros se firmaron unos memorandos de entendimiento suscritos por los representantes asistentes y ahora hechos públicos. Hubo acuerdos directos entre ambos gobiernos. Estos acuerdos fueron cumplidos en su plenitud por Venezuela, básicamente al garantizar la convocatoria a elecciones presidenciales este año y acceder a la participación de todos los dirigentes opositores, “que reunieran las condiciones exigidas por nuestras leyes nacionales”. El tema de las inhabilitaciones políticas de varios dirigentes de la ultraderecha debía pasar por su comparecencia directa ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y a respetar por parte de ellos el fallo respectivo.
De este nivel superior de entendimiento con el propio “dueño” de este sector extremista opositor de la PU, se derivaron las limitadas medidas de permitir algunas transacciones comerciales de petróleo y gas con Venezuela (las nombradas “licencias”) y las conversaciones posteriores directamente con representantes de la “PU” en México y Barbados.
Los EEUU han incumplido con estos acuerdos y han pretendido desarrollar un chantaje permanente como medida de presión, en especial lo referido que el gobierno bolivariano debe restaurar los derechos políticos a todo el conjunto de líderes políticos sujetos a medidas judiciales, por todas sus tropelías contra nuestra nación. Esto último se ha personalizado aún más, en el caso de la dirigente extremista opositora María Machado, quien incluso en una acción descalificadora hacía sus propios copartidarios de la “PU”, luego de haber salido “victoriosa” de unas fraudulentas elecciones primarias de la oposición, en octubre pasado (con una inflada cifra de partidarios), ha insistido en la tozuda postura que es ella la candidata, cuando legalmente fue ratificada por el TSJ, su inhabilitación política por 15 años. En el “juego” entre María Machado y la “PU”, ha destacado la actitud dócil del resto de los mini partidos que la integran, la mayoría sin ninguna representación formal ante el CNE. Contaron con las tarjetas de “Un Nuevo Tiempo” (UNT) y la llamada “MUD”. El grupo político de María Machado no está legalizado ante el CNE.
Ante EEUU, como “Amo del Norte” de esta oposición golpista, el gobierno bolivariano ha sido tajante: No se aceptaran más chantajes, amenazas o ultimátum. Venezuela ha demostrado en estos tres últimos años, que es capaz de emprender un camino distinto para reactivar su economía y restituirse de parte de los daños producidos por las llamadas sanciones unilaterales. El Presidente ratifica su disposición al diálogo, tal ha sido su política permanente, pero sin claudicar en las imposiciones que se pretenden.
Con respecto al proceso en marcha, ya ha avanzado significativamente el cronograma electoral. Hay un total de 37 partidos políticos y movimientos sociales inscritos y quedaron 10 candidatos presidenciales, 9 de ellos de la oposición. La llamada “PU” luego de haberse peleado hasta el cansancio en sus “entrañas” y de haber sufrido la descalificación total por su autoproclamada “líder”, acordó en una reunión cerrada, reafirmar al desconocido candidato que la MUD-PU inscribió como “tapa”, solo para preservar la tarjeta (e impedir el acceso a la señora Yoris). Luego imponen la renuncia de Manuel Rosales y la entrega de su tarjeta (UNT), junto a someterlo a una total descalificación. Se les unió la tarjeta de MPV (Simón Calzadilla), quien apoyará esta truculenta opción electoral.
Esta trama opositora extrema esconde en esta participación electoral, todo lo que representa la susodicha líder María Machado, que se ha encargado de destrozar, aún más, a esta ya disminuida fracción opositora, desvinculada de las masas populares. Se intentará contar con lo que los especialistas llaman, el “voto neurótico”, es decir el voto basado en el odio y la irracionalidad en el rechazo al bolivarianismo. Pretenden generalizar equivocadamente una especie de “Efecto Milei” en el país o simplemente “cantar fraude” como ha sido siempre su postura ante las derrotas. Estos sectores extremistas representan la entrega del país. Su plan es acabar con el Estado venezolano y privatizar toda nuestra economía. Son ellos además la garantía para facilitar a los EEUU el robo de nuestros cuantiosos recursos, cosa que los venezolanos todos, sin distingos políticos, debemos rechazar patriótica y masivamente.
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La actitud del “candidato” Edmundo González Urrutia es patética. Luego de casi una semana de ausencia y mutismo, se presenta a través de un editado video, con grandes retoques en su gastada fisonomía, anunciando que será candidato “desde su casa”, es decir no recorrerá el país, como lo impone toda campaña presidencial. Expresa contradictoriamente, que ese papel lo jugará la “candidata” María Machado. Luego “rectificó” ante un periodista, que él es el candidato, pero su campaña pública la asumirá quien considera su líder o “jefa”. Es una manipulación para restablecer ilegalmente a María Machado como quien está al frente de la opción electoral.
María Machado ha conspirado abiertamente contra nuestras instituciones y se debe estar atento a sus actuaciones. La verdad es que no cree en la ruta electoral y su ya iniciada “campaña electoral”, con foto del candidato en un afiche, es y será, desestabilizadora.
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José David Capielo Valles es ingeniero agrónomo y magíster en Desarrollo Rural, egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Campus Maracay. Nacido en Coro, estado Falcón, en 1949. Es docente jubilado de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR), Núcleo Canoabo (2016). Es locutor, comunicador alternativo y colaborador de Ciudad Valencia desde 2014.
La Universidad Politécnica Territorial de Falcón “Alonso Gamero” (UPTAG) publicó digitalmente, en noviembre de 2023, su libro “Del Medanal Venimos. Un ensayo autobiográfico reflexivo”.
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