fuego

La administración del señor Trump, fiel a su conservador legado imperial, hace desesperados manejos por mantener la dominación en el mundo y particularmente en lo que consideran su «patio trasero», según palabras de John Kerry, con una clara posición de renovación de la doctrina Monroe donde, a lo largo de los siglos XIX y XX, EEUU incrementaron su papel de potencia imperial en América Latina bajo la premisa «América para los americanos».

Ya a fines de la primavera de 2008 el Consejo de Relaciones Exteriores, en Nueva York, publicó un informe con el título «Relaciones entre Estados Unidos y América Latina: una nueva dirección para una nueva realidad» con el propósito de influir en la política exterior del Gobierno estadounidense en manos de Barack Obama y en el mismo se aseveró que la era de EEUU como la influencia dominante en la América Latina ha terminado».

Obama realizó tímidos intentos orientado por esas recomendaciones iniciando un proceso de cambio en sus relaciones con el pueblo cubano que, con la llegada al gobierno de Trump quedaron sin efecto.

 

El imperialismo se centra en Venezuela 

Hoy la atención del imperialismo está centrada en Venezuela, por su interés por los recursos estratégicos abundantes en esta región: petróleo, minerales estratégicos, agua, privilegiada ubicación territorial para el control geopolítico de sur del continente, solo por mencionar algunos. De allí que hayan movilizado todo su poder político, económico y comunicacional para acabar con la revolución bolivariana.

Al igual que hace más de 200 años, que la geopolítica mundial no favoreció al Imperio Español, posibilitando la independencia en las colonias de entonces, hoy las condiciones mundiales no son tan favorables al Imperio de las transnacionales de EEUU abriendo posibilidades a los pueblos de America para su independencia definitiva.

Los representantes imperiales, en su desesperación, organizan e impulsan movimientos desestabilizadores en los gobiernos del continente, provocando una situación que generaría un gran proceso continental de independencia más allá de las fronteras de nuestros países, y la destrucción definitiva del imperio y liberación de nuestros pueblos.

Recordemos aquella frase histórica del Ché en la Tricontinental, «Crear un, dos, tres Vietnam». Si el imperio juega con fuego, seguro se quemará.

 

!Hasta la Victoria Siempre¡

 

 

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Alexis Toledo/Profesor universitario, exalcalde de Vargas

 

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