El 30 de abril de cada año, la Unesco celebra el “Día Internacional del Jazz”, a partir de la conferencia general del mes de noviembre del año 2011 y bajo Resolución No. 36 C/39.
En el trabajo anterior, inicié un periplo cronológico que muestra el vital aporte del jazz como nutriente estético en el arte del sonido. Su génesis se remonta al canto de jornada y tiene como base la fuente de inspiración “alabanza religiosa y ceremonial”, orden estético y natural, en el hombre de origen africano.
La historia y geografía ubica como centro neurálgico del género musical a la ciudad de “New Orleans” por la condición de puerto comercial y referencia social del “sur de los EEUU” hasta el año de 1917. Pero debido a la clausura de la zona de tolerancia, en la ciudad de New Orleans, “las luces rojas” comienzan un proceso de emigración de músicos negros, cultores del género, hacia Chicago y Kansas City en busca de nuevas oportunidades.
En el año de 1920, el peregrinar continúa hacia “Nueva York” ciudad ésta al Norte de la unión, donde fijan su base de operaciones hasta hoy, como referencia.
El periplo cronológico del jazz, fuera de las fronteras del país, inicia en Europa durante la primera gran guerra (siglo pasado) y retorna en el año de 1919.
El país europeo referencia es Francia, que se ve prendado por la magia sonora del Jazz.
Los músicos franceses que cultivaron con beneplácito el novedoso género musical, entre otros, puedo mencionar a Claude Bolling (flauta y compositor), el más conocido en EEUU, el maestro, Django Reinhart (guitarrista) y Stephane Grapelli (violinista), aunque Francia continúa hasta hoy siendo una ruta ordinaria de cultores y melómanos del jazz.
En Europa, el jazz representa un género referente, dentro de la estética musical, “cultivado en su esencia original; Dixie, la Era de Swing, El Be Bop, Jazz progresivo, Jazz Fusión y las experimentaciones realizadas en la música académica por los maestros: Stravinski, Debussy. Ravel, Falla, por ser los pioneros en la aplicación del jazz como nutriente estético.
En América del sur surgen nombres como: Aldemaro Romero (Venezuela) Astor Piazzola (Argentina) y Antonio Carlos Jobín (Brasil).
Todo esto y más en países como Italia, España, Alemania, Bélgica, Holanda, Finlandia, Australia y en el lejano oriente; Japón (excelentes bandas de jazz y jazz latino), incluyendo Centro América, Islas del Caribe y toda Sudamérica, sin olvidar al continente Africano y en los lugares más recónditos del planeta.
Siendo el jazz parido en EEUU. ¿Qué ventajas o aportes deja el género musical al país del “Norte”, a la propia evolución estética en la música en ese país?
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La experimentación musical iniciada por el maestro Igor Stravisnki y el desarrollo de la técnica de composición “dodecafónica y serial” implementada en sus obras musicales por grandes autores contemporáneos y el complemento sonoro-estético de la “Era del Swing y el Be Bop” a través de compositores de la talla de Aron Copland (Salón México) y la producción musical del maestro John Williams (música cinematográfica), por solo mencionar pequeños, pero grandes ejemplos del aporte musical del jazz y sin olvidar autores como Chuck Mangione y el “jazz pop” vertido a la cinematografía “Los Hijos de Sánchez” Estándar como: Land of Make Believable, Feel So Good y más.
La frase… lo africano está de moda
Los testimonios recogidos de la época hablan del arduo trabajo desplegado por Ellington y su banda en el montaje musical y coreográfico necesario para dar forma a fastuosas revistas musicales donde lo sensual y cadencioso de la música africana, matizada con la fuerza creativa del Duke, hicieron del “Club Jungle” la locura y espacio de moda por parte del público asiduo a este local.
Este espacio generó un factor vinculante entre la propuesta musical académica “integrada al arte escénico” enriquecida por el jazz. En función de una obra integral donde la orquesta, coro, solista y bailarines narran una historia en toda su belleza estética y amplitud.
Un ejemplo maravilloso lo representó el musical “West Side Story”, estrenado en el año de 1957 y de la pluma del maestro Leonard Bernstein. Escenario trasladado a los barrios de Nueva York con personajes encarnantes del momento social y cultural vivido por latinos en la época. Alimentado con escenas bien trabajadas a través de definidas rencillas entre pandillas latinas y blancos de clase baja.
Entre los cuadros que contiene el musical que muestran la integración perfecta del jazz, bajo una óptica de animación y movimiento propio del teatro y el cine: Tonight, One Hand, One Heart, María, Cool, América, Blues, Mambo y Cha-cha. Son la prueba perfecta de que la música es un lenguaje universal y que definitivamente es canal socializador y comunicador mágico.
Continuará…
Ejercicio: Les invito a escuchar “El jazz como factor vinculante entre la propuesta musical académica y el arte escénico, revistas musicales o musicales”.Referencias: Arturo Sandoval (Caravan), Leonard Bernstein -West Side Story- (Cool), Chuck Mangione: Los hijos de Sánchez (Jazz Pop).
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Delfín Martell González es licenciado en Arte, mención Dirección Orquestal, con Maestría en Antropología Cultural, por el Instituto Politécnico de Arte Manuel de Falla, San Juan de Puerto Rico-Puerto Rico. También es productor y conductor de radio y TV, y actualmente conduce el programa radial “Cápsula Sonora” por la señal de la emisora valenciana Arsenal 88.9 FM.
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