ERIK EL BELGA-el mayor ladrón de arte del siglo XXLa historia de Erik el Belga se ha convertido en una de las más atractivas e importantes dentro de la historia del arte europeo, por lo que ha recibido el título de El Mayor Ladrón de Arte en Europa del siglo XX. René Alphonse va den Berghe nació en Nivelles, Bélgica, en 1940, donde estudió Proyección Lineal, Arte y Pintura en la Escuela de Bellas Artes.

Para aquel momento, Eric vendía sus obras con un mínimo de éxito, y es cuando reflexiona al respecto y concluye que tendría más ganancia vendiendo las obras de otros artistas. Pero su carrera de ladrón inició en un anticuario, donde clientes solían pedirle piezas que no poseía, pero “él sabía dónde encontrarlas».

Por lo que El mayor ladrón de arte del siglo XX se dedicó a la restauración de obras de arte. A pesar de que su formación en este campo fue netamente autodidacta, adquirió habilidades como todo un profesional, dicho talento le ayudaría a la consolidación de sus actos ilícitos, ya que, en ocasiones, conseguía las piezas en muy mal estado, por lo que se dedicaba a sustituirlas por falsificaciones que él mismo hacía, las cuáles eran muy difíciles de distinguir de las originales.

Ya a la edad de 25 años comienza en el comercio de antigüedades (robo de arte), pero Bélgica no era un buen territorio en cuanto a la producción y localización de arte, ya que existían compradores, pero no obras que vender, por lo tanto, viaja a Francia para consolidar lo que sería el comienzo de su historia.

En Francia sustrajo piezas de arte románico y gótico, también se dedicaba a la compra de muebles y tallas que luego trasladaría y vendería en Bélgica. Pero el mercado Frances le quedaría pequeño a El Belga, y para seguir surtiendo a sus compradores decide ir a España en 1966, ya para la fecha era solicitado y buscado por la policía española, por lo que en ese mismo año, cuando pretendía robar en la Catedral del Burgo de Osma (Soria), logran aprensarlo por primera vez.

 

Sus tres estancias en la cárcel

Ya para 1967, un año después de su primer arresto, nuevamente es detenido en Bélgica y es condenado a 10 años de prisión, pero poco después se fugó de la cárcel de Verviers y se refugió en España definitivamente. Erik siempre lograba escabullirse de la ley, desde entonces continuó hurtando piezas de arte sacro hasta que por decisión personal se entrega a las autoridades, siendo encarcelado en 1982 en Barcelona.

Estando en la cárcel Modelo de Barcelona llegó a un acuerdo con las autoridades para adquirir su libertad provisional a cambio de colaborar en la recuperación de las piezas robadas. Tras 35 meses y 1.500 obras devueltas, abandonó la prisión en 1985, quedando absuelto de sus 14 juicios pendientes por robos contra el patrimonio histórico artístico, debido a la prescripción de los delitos.​ Desde ese año se instaló en Málaga, donde continuó ayudando a la policía a recuperar obras artísticas.

En una entrevista le preguntaron: “¿Cuánto dinero ganó?”…

“Cien millones de pesetas. Yo los compraba y luego los vendía fuera del país por muchísimo más dinero. He hecho muchos negocios con curas y con obispos”.

¿Los obispos hacían facturas con las ventas de obras de arte?

Claro que sí. Una obra no podía cruzar una frontera sin la factura del obispado. Te detenían en la aduana. Muchas veces los robos han servido para salvar obras de arte del deterioro. Nadie les prestaba atención. Esa ha sido mi verdadera contribución.

 

Obra recuperada en 2013: El tapiz de la Virgen y San Vicente. Madrid, España.

 

El modus operandi de Erick y su combo

“Erick y su combo” no actuaban de manera convencional, ellos estaban preparados para cualquier evento inesperado, desde la aparición de perros a quienes dormían con pastillas, hasta las herramientas sofisticadas que utilizaban para la extracción y sustracción de cada una de las piezas.  Una de las conductas más irreverentes de esta banda era su FIRMA en el lugar de los hechos, esta consistía en dejar “una botella y dos copas de champan” para que al llegar los que descubrieran el hurto se las tomaran a su salud, así como también realizaban registro fotográfico mientras robaban.

Otro dato curioso es una de las leyendas que afirma que el belga se acostaba con tallas de la virgen después de robarlas. Para lo que el responde en una entrevista: “No, no es una leyenda. Sabía que, desde que me hacía con una pieza, tenía quince días para contemplarla. Aprovechaba ese tiempo para empaparme de ella”.

También se dice que una vez una talla de la Virgen le salvó la vida. Detuvo una bala: “Y vuelve a ser verdad. Me dispararon y la bala impactó en ella. Aún tengo la cicatriz en el cuello. Supongo que podría decirse que la Virgen me salvó. No sé por qué, puede que porque la quería mucho”.

“¿O quizá porque se acostaba con ella?” (le preguntan)

“(Se ríe). No sé, podría ser”…

Erik el Belga falleció a sus 80 años, se dedicó principalmente al robo de arte sacro. Se le atribuye la desaparición de 7.000 piezas en ermitas e iglesias de Castilla y León, Aragón, La Rioja y Cataluña. En 2012 publico su autobiografía llamada: «Por amor al arte», donde afirma:

«Es difícil arrepentirse cuando robar arte es un placer».

 

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Esta historia la descubrí el año pasado, gracias al Pintor, dibujante, docente, poeta y abogado Miguel Cabrera, cuando me obsequio el libro llamado: “ALGUNOS ASPECTOS DE LA LEY DE DERECHOS DE AUTOR EN MATERIA DE ARTES PLÁSTICAS”, por Eve Corvo Rivas y Miguel Cabrera Reyes.

Para mí este libro representa una de sus máximas contribuciones dentro a las artes plásticas, no solo por su anecdotario como ventana a la historia del arte, sino por su valioso contenido legal, que para muchos de los artistas venezolanos es desconocido, por lo que sin duda alguna debería ser distribuido y difundido por todo el territorio nacional, así como en todas las plataformas digitales para el conocimiento de todos y todas. Este libro se traduce en la herramienta hacia un mayor conocimiento, sobre la ley que ampara a todos nuestros cultores, cultoras y, por ende, a nuestro invaluable patrimonio cultural venezolano.

¡Pronto…!:
Articulo especial. El robo de «La odalisca con pantalón rojo» de Matisse… Venezuela.

 

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Penélope Tovar-columna-Trazos en el tiempo-Bienal de Artes Visuales en pequeño Formato Arturo Michelena

Penélope Tovar, artista plástica, egresada de la Escuela de Artes Plásticas “Arturo Michelena”; es también licenciada en Pedagogía Alternativa, mención Desarrollo Artístico, por la Universidad Nacional  Experimental “Simón Rodríguez” (UNESR). Ha participado en exposiciones  colectivas a nivel nacional (Galería de Arte) e internacional (Canadá, EEUU, Reino Unido, Portugal y España). Exposiciones individuales: Museo de Bellas Artes de Caracas y Museo de Arte Valencia (MUVA).  Reconocimientos: Artista  Joven del mes de Noviembre 2021 por el Museo de Bellas Artes, Caracas, Venezuela.

Actualmente es facilitadora en Arte-terapia en el Centro de Neuro-desarrollo “KOKIGYM”, apoyando en la rehabilitación de niños y niñas con discapacidad.

 

Ciudad Valencia / Foto de la autora por Penélope Tovar