Damos inicio al primer artículo de Ars Rhetorica del 2021 con una pequeña reseña sobre el Romance de Conde Claros, incluido en el disco Musica Notturna – INVOCATION À LA NUIT, de la mano de un conjunto de ensambles (Hespèrion XXI, Le Concert des Nations y la Capella Reial de Catalunya) dirigidos por Jordi Savall y con las destacadas participaciones solistas de la gran Montserrat Figueras.

El Conde Claros ha sido uno de los temas musicales más populares de la España renacentista del siglo XVI, e incluso de Italia. Tanto que, como indica Giuseppe Fiorentino en su artículo ‘Discantar sobre Conde Claros’. Técnicas de improvisación instrumental en la tradición española del Renacimiento: De la oralidad a la escritura y de la escritura a la oralidad”, fue «uno de los temas más explotados por los músicos españoles para componer diferencias instrumentales».

 

Montserrat_Figueras-Romance del Conde Claros
La solista Montserrat Figueras.

El organista español Francisco de Salinas habla sobre esto en su libro De Musica libri septem. De hecho, Salinas en una ocasión tuvo la oportunidad de escuchar a «el más importante de los laudistas», Francesco da Milano, improvisar sobre el tenor de Conde Claros frente al Papa Paolo III en la ciudad de Roma.

Encontramos variaciones sobre el Conde Claros en distintas colecciones musicales para vihuela como la de Luis de Narváez (1538), Alonso Mudarra (1546), Enríquez de Valderrábano (1547), Diego Pisador (1552) e incluso para teclado, en la colección de Luis Venegas Henestrosa (1557).

 

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Probablemente la razón más importante por la cual este tema se volvió tan popular en la época –que hasta llegó a las manos de los italianos para improvisar o para usarlo en gallardas–, es el sencillo esquema armónico que éste posee; que si se canta con el texto impreso en el Cancionero de Romances (1550) donde se encuentra una versión de cuatrocientos cincuenta versos, sería sumamente tedioso y aburrido, y clasificaría como una pieza extremadamente pobre; como de hecho lo considera el teórico y compositor español de la época Juan Bermudo.

 

Jordi Savall-Romance del Conde Claros
Jordi Savall.

El título de la canción, Conde Claros, se debe al nombre del protagonista de este romance, que en esencia es la misma historia del romance de Gerineldo.

Gerineldo, paje del rey, ama a la infanta, hija del rey. Aunque sea noble, es de una clase social inferior al de la infanta, ya que ésta es una princesa.

La historia del Conde Claros es básicamente la misma: uno de los doce pares del rey, un gran señor feudal, y al que al parecer ninguna mujer se le resiste.

No habría ningún problema. Cualquiera que él quisiera podría estar a su disposición; siempre y cuando no sea la hija del rey.

En el Romance de Conde Claros de Montalván, recogido en el Cancionero de Romances, que es la versión realizada por Jordi Savall y su gente, parte de la letra es así:

 

Media noche era por filo

los gallos querían cantar

Conde Claros con amores

no podía reposar

 

dando muy grandes sospiros

que el amor le hazia dar

por amor de Clara Niña

no le dexa sosegar.

 

En esta grabación, comienza, en un matiz de piano, una introducción instrumental; de la mano de una cuerda pulsada (una vihuela o un laúd) acompañada por una muy sutil percusión.

Aproximadamente en el segundo 0:19, suena una viola da gamba, con una nota grave sumamente piano, creciendo poco a poco, y disminuyendo brevemente (realizando la técnica del mezza di voce, muy utilizada en la época y que trascendió a lo largo de los siglos), para luego tocar junto a otra viola da gamba más grave, las melodías de la canción que posteriormente interpretarán los cantantes.

 

Romance del Conde Claros-Hesprion-XXI
Ensamble Hespèrion XXI.

 

En el minuto 1:20, la cantante soprano es doblada por una viola da gamba soprano (o bien una vihuela de arco), de manera un poco ornamentada, y van realizando progresivamente un acelerando que prepararía el nuevo tempo del minuto 1:36, que es precedido por una virtuosa escala descendente de la mano de un instrumento punteado en el minuto 1:35.

Aquí, en el nuevo tempo, antes de la nueva intervención de los cantantes hecha con más vivacidad, los instrumentistas –tanto la flauta como las violas; como las cuerdas pulsadas y la percusión– llevan a cabo una virtuosa discantación (improvisación) sobre el tema.

Los instrumentos de cuerda pulsada hacen los acordes de manera rasgueada; se une pandereta a la percusión; los bajos tocan de manera más rústica, y la flauta toca cientos de notas con una afinación y calidad de sonido excepcionales.

 

 

Así van los músicos, alternando la velocidad del tema. Lento y rápido, lento y rápido; como forma de contrastar y hacer uso tanto de un canto recitativo como de la discantación virtuosística. Alternando también, por supuesto, las dinámicas (forte, piano, etc.) y la intensidad.

Sin duda alguna, promuevo la escucha de esta maravillosa grabación para personas de todas las edades y gustos. Desde niños hasta adultos. Desde medievalistas hasta roqueros, e incluso reguetoneros.

Es una música que relaja mucho, e incluso también activa. Recomendada para escuchar en la noche y en la mañana. Antes del dormir, y durante el amanecer.

 

Pablo Manuel Agudo López / Ciudad VLC