“Elección de Dirigentes de Calle del PSUV: ¡Tremenda jornada!” por Christian Farías

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Elección de Dirigentes de Calle del PSUV… Es indudable que cuando un pueblo es convocado por su gobernante para tomar decisiones trascendentales, de naturaleza política, estratégica e histórica, y ese pueblo responde con su voluntad, sus herramientas y sus acciones para transformar lo existente o crear lo que no existe y seguir avanzando hacia niveles superiores, podemos decir que estamos ante la presencia de un pueblo convertido en Sujeto Histórico de su propio destino.

Ese pueblo, ya no está solo y triste en su abandono, como estuvo en el pasado, durante las dictaduras militares (Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez) y la democracia formal representativa, entreguista y represiva (AD y COPEI, la CTV y FEDECÁMARAS, ALTO MANDO MILITAR y ALTO CLERO bajo la tutoría del imperio de EEUU).

Ahora, este pueblo tiene liderazgo propio, dignidad, valentía, moral, ética y lealtad, para la lucha, el combate y la construcción de su propio destino, dentro de la nueva democracia participativa y protagónica del actual proceso revolucionario y liberador, rumbo hacia el socialismo bolivariano del siglo XXI. ¡Duélale a quien le duela y a pesar de los pesares!

Y eso ha sido y seguirá siendo posible porque, sencillamente, este pueblo ejerce su soberanía, su propia praxis para defender sus propios intereses para que haya justicia, igualdad, bienestar, paz y felicidad, con base en el proyecto de sociedad liberadora y socialista y junto a sus máximos dirigentes: Hugo Chávez, primero, y ahora, Nicolás Maduro.

Es importante subrayar que estas cosas ocurren, solamente, cuando hay una relación orgánica y perfecta, entre ambos actores: el pueblo y la vanguardia, sustentada en la unidad de sentidos y sus correspondencias tácticas y estratégicas, espirituales y emocionales, afectivas y amorosas, a largo, mediano y corto plazo, tal como ha venido ocurriendo durante estos 23 años de revolución.

Nuestro pueblo expresa y reclama libremente sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, consagrados en la Carta Magna de la República. Igualmente, tiene la fuerza real, concreta y dispuesta para la acción.

Asimismo, la dirección política del PSUV, el Gobierno, el Estado y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), bajo el mando del presidente Nicolás Maduro, ejercen la jefatura del país en función de esas necesidades y derechos sagrados del pueblo.

En 23 años de revolución, nuestro pueblo ha experimentado, descubierto y puesto en marcha su propia y extraordinaria capacidad para pelear y ganar batallas a todas las fuerzas del mal que han intentado y siguen intentando destruirnos, bajo las órdenes y designios de un imperio vergonzoso y criminal que ha entrado ya en su propio proceso de decadencia irreversible.

Cabe destacar, entonces, la existencia real y concreta, social, económica, política y cultural de una mayoría de la población que, con firmeza y lealtad, ha consagrado su protagonismo histórico junto al presidente Nicolás Maduro, convertido hoy en el máximo líder de nuestro país, 10 años después de la partida física de su mentor y maestro Hugo Chávez Frías.

Cuando ocurre esto que estamos diciendo y viendo en la realidad es porque existe un pueblo participativo y protagonista de su propia historia, acompañado por una vanguardia política coherente y unificada en torno a un solo objetivo común: dejar atrás el viejo modelo ya agotado, decadente e inútil; y construir lo nuevo, lo necesario y útil del pueblo, con el pueblo y para el pueblo.

Esa unión y coherencia tiene un nombre universal: “Sujeto histórico de la revolución”, que logra transformar la realidad objetiva y ya decadente en el nuevo escenario donde se construye la patria nueva, liberada y socialista, sobre la base del fortalecimiento de la participación y el protagonismo del propio pueblo organizado para el ejercicio del poder.

Ubicados en esa dinámica dialéctica, crítica, sistémica y compleja, de la lucha por el poder político (del pueblo, con el pueblo y para el pueblo), debemos decir que la jornada de postulación y elección de los jefes o responsables de calle de las comunidades organizadas, constituye la primera gran victoria para el rescate de la función revolucionaria (política, organizativa, social y cultural), de las Unidades de Batalla Hugo Chávez, mejor conocidas como UBCH.

Es importante destacar cinco elementos en esta elección popular comunitaria. El primero: siendo ésta una elección interna de la estructura de base del PSUV (la UBCH), para legitimar el liderazgo popular en cada calle de cada comunidad, perteneciente a un mismo centro electoral del CNE, hubo una participación significativa de gente no militante del PSUV, lo cual indica el nivel de motivación logrado para renovar o ratificar el liderazgo pesuvista de su calle.

Segundo: Al contrario de lo anterior, hubo militantes del PSUV que no fueron a votar debido a su descontento, su malestar, frustración, desencanto o desilusión frente a los problemas que nos afectan, tales como los servicios públicos, debido a la indolencia, el burocratismo, la ineficacia y la corrupción galopante en las estructuras del gobierno regional y municipal, sin que las estructuras de base, UBCH sean debidamente atendidas en sus necesidades.

Tercero: hubo gente no chavista, sino opositora, que salió a votar para favorecer al candidato comprometido o a la candidata comprometida en garantizar, especialmente, la bolsa de comida CLAP y demás beneficios populares que implementa el gobierno nacional del presidente Nicolás Maduro; pero no llegan regularmente y como debe ser.

Cuarto: el resultado general de la jornada fue bastante alentador y victorioso, tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo. Se puede decir, en términos generales, que hubo una participación promedio que ronda, entre más y menos, un  25% de la población votante por mesa electoral, cuando lo previsto era un 15 %.

Quinto: visto y valorado en toda su dimensión comunitaria, parroquial, municipal, regional y nacional, esta fue una elección extraordinariamente victoriosa y fabulosa, inédita, refrescante y alentadora que nos enrumba hacia el ejercicio permanente de la democracia directa, participativa y protagónica, profunda, auténtica, robusta e indestructible, por encima de todas las fallas habidas.

En definitiva, este paso que hemos dado, bajo la visión y el liderazgo indiscutible y definitivo de nuestro actual presidente Nicolás Maduro, es el más trascendente y luminoso para el PSUV y para todo el proceso revolucionario en general, después de la realización de los dos procesos históricos de elecciones Constituyentes.

 

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Recordemos que la primera Constituyente de 1999 fue convocada por el Comandante Chávez para darle nacimiento a la actual Constitución de la República Bolivariana de Venezuela lo que nos ha garantizado la estabilidad bajo el lema chavista: “Dentro de la Constitución, todo; fuera de ella, nada.”

Igualmente, la Constituyente de 2017 fue convocada por nuestro actual presidente Nicolás Maduro, en un momento delicado de violencia y anarquía, orientado hacia el estallido de la guerra civil, por parte de la oposición venezolana, que había ganado en el 2015 la presidencia de la Asamblea Nacional. Con esta convocatoria, Nicolás Maduro logró desmontar y derrotar la tentativa de guerra civil puesta en marcha por la oposición y su amo, el imperialismo norteamericano.

Con esta elección de los jefes de calle de las UBCH, más las dos elecciones que faltan, bajo el método del voto universal, directo y secreto, quedará totalmente  renovado el liderazgo de base para impulsar la nueva época histórica del Poder Popular y la democracia participativa y protagónica, en el marco del V Congreso del PSUV y el IV Congreso de la JPSUV, rumbo a la recuperación de todo el sistema de bienestar social de nuestro pueblo para fortalecer la continuidad del destino histórico de nuestro país, cifrado en los cinco objetivos históricos del Plan de la Patria.

 

Christian Farías / Ciudad Valencia