La recomendación de alternar ibuprofeno y paracetamol en un proceso febril está muy extendida entre la sociedad, sin embargo, parece que no hay evidencias sobre esta práctica y sí efectos adversos.

 

Paracetamol e ibuprofeno

Son dos de los medicamentos más utilizados para tratar el dolor tanto por indicación médica como en automedicación. De igual forma, son fármacos que suelen utilizarse también indistintamente para bajar la fiebre, incluso combinándolos en un mismo proceso febril, sobre todo en niños pequeños.

“El paracetamol tiene efecto antitérmico y antipirético, aunque también tiene un pequeño efecto antiinflamatorio. Por su parte, el ibuprofeno tiene mayor poder antiinflamatorio y analgésico, aunque su efecto antitérmico es más bajo, por lo que se usa de forma secundaria para procesos febriles”.  Según esto “en los procesos en los que predomine la fiebre se usará paracetamol, y en aquellos trastornos o problemas en los que exista inflamación, por ejemplo, en una contusión con dolor añadido, se utilizará ibuprofeno”,

Así, el de más fácil manejo para la fiebre será el paracetamol ya que “es el que tiene un efecto antitérmico mayor y con menos efectos secundarios”, Si no existe la posibilidad, se podrá utilizar ibuprofeno “en mayores de 6-12 meses y lo idea es darlo entre 4 y 6 horas y en las dosis recomendadas por el pediatra.

En cuanto a la pregunta de si es recomendable combinarlos durante un proceso febril, la respuesta es no.  “hubo un tiempo en el que se alternaron ambos medicamentos cada número de horas, pero ahora hay que valorar los síntomas (inflamación o no) para recomendar un medicamento u otro, sin combinarlos”. Sólo se deja añadir otro fármaco «si, pasadas unas horas, el efecto del primero no consigue bajar el dolor del paciente” pero siempre bajo recomendación médica. En estos casos,  explica el experto, “se puede recomendar un segundo fármaco, pero sólo ocasionalmente y para un momento determinado y nunca como tratamiento de base. Esta recomendación no es sólo para los niños sino también para los adultos”.

 

 

Por tanto, “no se deben alternar ambos medicamentos como práctica habitual porque sumamos efectos secundarios y porque no se ha demostrado mayor  eficacia que si se utiliza uno solo”. Así, la recomendación  es “utilizar un sólo fármaco, preferiblemente paracetamol cada 4 o 6 horas por tener menos efectos secundarios”.

El ibuprofeno, como el resto de antiinflamatorios, tienen consecuencias graves sobre el riñón y su uso indiscriminado puede dar lugar a un daño imparable”. Por su parte, “el paracetamol  es menos dañino, aunque no deja de ser un fármaco con consecuencias, sobre todo a nivel hepático”.

 

No baja la fiebre, ¿qué hago?

La mayoría de la población, sobre todo los padres, tienen la falsa convicción de que el efecto de los antitérmicos es prácticamente instantáneo. Eso no es así. De hecho, en el caso de los niños, ambos antitérmicos “logran dejar afebriles al 90% de ellos durante las primeras 4 horas después de su administración, aunque no consiguen que la temperatura baje de 37 grados, al menos si se parte de temperaturas iguales o superiores a 38 grados”, según explican los autores del estudio Eficacia de ibuprofeno y paracetamol como antitérmicos, Y la máxima velocidad de descenso “se da durante los primeros 60 minutos después de su administración”.

 

no se debe altenar ibuprofeno y paracetamo

 

Cuándo no hay que tratar la fiebre

Es importante tener claro que “la fiebre es un mecanismo de defensa y no el enemigo. De hecho, es la primera barrera defensiva para luchar contra las infecciones o la respuesta a una inflamación. Activa el sistema inmune para fabricar glóbulos blancos y anticuerpos que lucharán contra la infección”.

Si insistentemente hacemos descender las temperaturas más bien bajas, en torno a los 37 grados, con medicación «lo que conseguimos en realidad es favorecer la multiplicación de los gérmenes, porque le damos la temperatura perfecta para que se encuentren a gusto».

 

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Según esto, en el caso de los niños, si tienen 38 grados de temperatura pero está bien, calmado y sin malestar, lo recomendable es «dejarlo descansar». En este caso se aconseja «no darle medicinas, desabrigarle y vigilarle ya que es en este momento cuando su cuerpo se está defendiendo y el sistema inmune está haciendo su trabajo».

Si, por el contrario, el niño «tiene dolor, está muy irritable o la fiebre le da náuseas y vomita, entonces será el momento de tratar el malestar».

 

Ciudad valencia / Tomado de Cuídate plus