“Esclavitud, aquí y ahora” por Fernando Guevara

0
226

Esclavitud, aquí y ahora… Que tal que usted, caballero, vaya a un restaurante, digamos de mediano lujo, para no exagerar, pida un vino para darle emoción a la cena, su acompañante quede impresionada por su conocimiento de la enología y luego de un par de botellas de un buen y sorprendente vino brasileño, queden románticamente enganchados y pasen una noche apasionada e inolvidable.

La ropa intima que lleva su agradable cita, así como la blusa de fina tela y corte impecable fue comprada esa misma tarde en una reconocida cadena de tiendas de origen español, propiedad de Inditex, la textilera más grande del mundo, perdón que la tienda, no he dicho, se llama Zara.

Lo que no sabe usted, y no tiene que saberlo es que ese dulce vino que disfrutó la noche anterior y la ropa de la chica que tan seductoramente ha usado esa noche son productos elaborados en pleno siglo XXI por manos esclavas. Sí, ahí dice siglo XXI.

La esclavitud no es un tema del pasado. La esclavitud está presente hoy en día en muchos lugares y no solamente los vinos brasileños y Zara se han visto involucradas en ello, en Asia, marcas como Nike han tenido que admitir que sus proveedores usan estas practicas y han debido cancelar contratos y pagar indemnizaciones millonarias.

Según un informe de la Organización Mundial del Trabajo, publicado en su página web, la esclavitud moderna se da en casi todos los países y es indiferente la cultura. Más de la mitad (52%) de todos los trabajos forzados y una cuarta parte de todos los matrimonios forzados (que también se considera esclavitud) se encuentran en países de renta media-alta o alta, señala el mismo informe, que además considera a los matrimonios forzados como un tipo de esclavitud.

Aun cuando se ha logrado demostrar que en muchos casos los estados son responsables de trabajo esclavo, como algunas cárceles en USA, el 86% del trabajo esclavo moderno es aplicado por particulares. Los migrantes las principales víctimas de esta situación.

En los viñedos brasileños a los esclavizados los ponían a trabajar quince horas diarias y les aplicaban descargas con pistolas eléctricas a aquellos que se quejaban o que de alguna manera ralentizaban el trabajo. El problema en Brasil es tan grave que desde 1995 mas de sesenta mil personas han sido rescatados de centros de trabajo esclavo. La pandemia de Covid que limitó la supervisión y paralizó casi toda actividad económica contribuyó a aumentar este problema.

El fiscal encargado de estas investigaciones en Brasil señaló que si bien el gobierno de Jair Bolsonaro no dio inició al problema del trabajo esclavizado, su política de minimizar el problema también fue determinante en el aumento de la esclavitud moderna en Brasil y en la impunidad como actuaban las empresas que la aplican.

Dramática es la vida de Magdalena, una mujer brasileña que pasó 38 años sirviendo a una familia brasileña sin recibir sueldo, ni asistencia de ningún tipo y sin un solo día libre en casi cuatro décadas de eesclavitud. Ella llegó a la casa de una mujer blanca, quién le prometió a su madre adoptarla y darle la vida que ella no podía, cosa que no solamente no hizo, sino que al morir la esclavista, Magdalena pasó al servicio del hijo de esta y es de las manos de este sujeto que es rescatada por los vecinos quienes notaron la rara situación. La indemnización que las autoridades brasileñas le impusieron a esta familia fue tan elevada que tuvieron que otorgarle en propiedad el apartamento donde Magdalena vivía en un cuartucho y del que decidió irse, con personas del servicio social, pues no concibe vivir donde fue esclava.

 

LEE TAMBIÉN: “MEMORIAS DE LA INSURGENCIA (EPÍLOGO)” POR MOHAMED ABÍ HASSAN

 

Ciertamente es alarmante que en pleno 2023 exista esclavitud. Lo podemos llamar eufemísticamente trabajo esclavizado porque entendemos que la esclavitud está abolida y que es considerada un delito, pero resulta que ni siquiera podemos excusar que sea un asunto cultural, es decir que sea admitida por algunas culturas o sociedades “atrasadas”, es que, como hemos dicho, se consiguen condiciones esclavizantes en casi todos los países del mundo. No es un problema aislado.

Ahora, la esclavitud moderna sí es un problema capital, y no capital de importancia exclusivamente, sino capital de capitalismo. Los grandes esclavistas hoy en día son las empresas manufactureras que nos suplen de casi todo. Pero lo más dramático es que también hay esclavitud en China, donde gobierna el Partido Comunista, es decir, reiteramos no es un problema cultural, ni social, ni político, ni filosófico, es simplemente el grave problema humano de la explotación del hombre por el hombre.

No hemos progresado nada.

 

***

 

Fernando Guevara Herrera (Valencia, Venezuela, 1967) es abogado egresado de la Universidad de Carabobo en 1995. Tiene especialización en Gerencia Pública, actualmente realizando tesis de especialización en Educación Superior en la Universidad José Antonio Páez (UJAP) y en el doctorado en Educación UPEL, núcleo El Mácaro. Tiene curso de especialización en Marco Jurídico de la Cooperación Cultural Iberoamericana, Universitat de Barcelona, España. Beca del Ministerio de la Cultura de España.

Fue Jefe de Extensión Cultural y Recursos Humanos de la Biblioteca Nacional de Venezuela. Consultor Jurídico del Centro Nacional de Historia, del Archivo General de la Nación y del Complejo Editorial Batalla de Carabobo (Cebac); Registrador Público de los municipios Naguanagua y San Diego de Carabobo. Auditor Interno de FUNDADEPORTE y Sub Director del Museo de Arte Valencia (MUVA). Es también profesor de la UJAP y locutor desde 1990.

 

Ciudad Valencia