Cada año, el primer jueves del mes de noviembre, Venezuela se une a la celebración del Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar a fin de recordarle a la sociedad lo frágil y vulnerables que pueden ser los niños y jóvenes en edad escolar, además de consolidar estrategias que ayuden a combatir este mal.
El objetivo principal de este día es erradicar la violencia que se produce en centros educativos y conseguir escuelas seguras donde los educandos puedan crecer en un clima de respeto y solidaridad.
Se entiende por acoso escolar cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre estudiantes de forma reiterada y por largo tiempo, tanto en el aula, como en las redes sociales; a esta última modalidad se le conoce como “ciberacoso”.
Un mal con historia: el bullying
Desde tiempos antiguos, la violencia ha estado implícita en los métodos educativos, partiendo de la creencia de que “la letra con sangre entra”, frase que viene desde la llamada Edad Media.
Esta concepción de la educación sugería que la violencia física era necesaria para educar un niño, por ejemplo: los hebreos azotaban a los infantes y les negaban el pan. Por su parte, en la Edad Media, los jesuitas tenían a una persona que llamaban “el corrector”, quien era el encargado de propinarles golpes a los estudiantes con conductas “inadecuadas”.
La palabra “bullying” proviene del vocablo inglés “bully” que a su vez viene de la palabra holandesa «boele» (cariño), y esta a su vez de la palabra «broeder», que significa «hermano», y designa a todo comportamiento abusivo de parte de un individuo a otro.
Carlos Trapani, abogado y coordinador general de Centros Comunitarios de Aprendizaje, (CECODAP), explica: “Este es un tipo de violencia presente que compromete la convivencia escolar, es una violencia multicausal, reiterada, sistemática, progresiva, no deseada, responde a una asimetría de poder y es una violencia que se materializa entre pares: niños, niñas o adolecentes”.
Rosa Pellegrino, por su parte, psicóloga de CECODAP, indica que la población más vulnerable son “los niños de la primera infancia” al igual que “los adolescentes que inician la exploración sexual, con gustos marcados, o personas tímidas o introvertidas”.
Padres deben estar muy atentos a signos de violencia escolar
La violencia puede no presentarse de manera inmediata, así que, a través de señales, los padres pueden identificar a tiempo lo que ocurre. Trapani, señala, en este sentido: “La familia debe estar atenta de si el niño llega sin sus pertenencias, con sus útiles rotos, si llega golpeado, incluso si tiene llanto a la hora de ir a estudiar o al salir del colegio, monitorear su círculo de amistades, las cosas que dicen y los silencios”.
En Venezuela se aprobó, en primera discusión, el “Proyecto de Ley de Convivencia Escolar” con el objeto de prevenir cualquier forma de acoso escolar a niños, niñas y adolescentes que se encuentren en el territorio Nacional, así como brindarles protección integral a las víctimas directas e indirectas de estas situaciones con la finalidad de garantizar su integridad personal y el desarrollo de la personalidad bajo el principio de corresponsabilidad entre estado, familia y sociedad.
Roberto Bordones / Ciudad Valencia / Fuentes agencias
