Israel, un país ficticio ubicado en el Medio Oriente, podría ganar hoy el Festival Eurovisión, un concurso televisivo donde desde hace 70 años participan únicamente los países de Europa. Pese a las protestas mundiales, los organizadores y patrocinantes del evento se han negado a expulsar a la representante israelí, Eden Golan, pero en cambio han prohibido cualquier bandera o expresión a favor de Palestina.

 

La ciudad sueca de Malmo, donde esta semana se celebra la 68.ª edición de Eurovisión, ha sido el sábado escenario de protestas en apoyo de Palestina y en contra de la participación de Israel en el festival de música, informan medios locales. Las manifestaciones tienen lugar a pocas horas de la final del certamen.

 

Decenas de miles de manifestantes han salido a las calles de la ciudad sueca para exigir la expulsión de la cantante israelí, quien, entre otras cosas ha declarado que luego del certamen, se alistará en el ejército sionista para seguir asesinando niños.

 

Además de la población mundial, varios artistas que participan en el evento, han renunciado en solidaridad con Palestina, o bien han sido expulsados, como el caso de la censura al cantante sueco y la expulsión del representante de Países Bajos.

 

“Eurovisión es ese concurso del que te expulsan si enseñas una bandera palestina, pero no si tu país comete crímenes de guerra”, son algunas de las consignas que pueden leerse en la red social X (antes Twitter), donde la final del evento es tendencia por la polémica generada.

 

Según los manifestantes, el festival de Eurovisión está sirviendo para blanquear al régimen israelí, el que está ejecutando un genocidio sobre la población palestina de Gaza. Además, que se permita participar a Israel en Eurovisión tras el veto a Rusia desde hace 2 años es una hipocresía atroz, indican los manifestantes.

 

Festival Eurovisión y su censura atroz

El pasado jueves, durante la transmisión en vivo, los organizadores del Festival Eurovisión silenciaron deliberadamente los abucheos del público presente y en su lugar colocaron aplausos falsos cuando actuó la representante israelí; esto solo confirma que Eurovision es un cómplice total de genocidio.

 

Pero ¿quién es el principal patrocinador del Festival Eurovisión? Pues nada más y nada menos que la empresa israelí MoroccanOil, por lo que no era de extrañar que el régimen sionista esté protegiendo la actuación de Israel a toda costa, censurando de manera descarada las voces a favor de Palestina.

 

Este año, el certamen ha prohibido las banderas de Palestina en la final, pero admite la participación de una cantante de un “país” que ni siquiera es europeo, cometiendo el peor lavado de cara de un Estado genocida.

 

Aunque los organizadores de Eurovisión han rechazado las peticiones de prohibir la participación de la representante del país hebreo, Eden Golan, en el concurso, argumentando que se trata de un evento apolítico, a pesar de que sus declaraciones e incluso el título de su canción -‘Lluvia de octubre’- hacen una clara referencia al genocidio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ely Reyes/Ciudad Valencia