Tres hermanas rusas de 17, 18 y 19 años confesaron haber matado a su padre el pasado 27 de julio, el cual las sometió a abusos durante años, según aseguraron tras ser detenidas en Moscú (capital).
El cuerpo de Mikhail Khachaturyan fue hallado en su casa, con numerosas heridas de arma blanca, el pasado 27 de julio.
Sus tres hijas, María, Anguelina y Krestina, fueron detenidas y reconocieron su culpabilidad durante el interrogatorio, alegando que mantenían «relaciones personales hostiles con su progenitor, debido al sufrimiento moral que les causó durante un largo período de tiempo».
Las hermanas rusas, además, revelaron que sufrían amenazas y palizas sistemáticas a manos de su padre.
La investigación confirmó que el fallecido cometió sistemáticamente abusos físicos contra sus hijas y las obligó a participar en actos sexuales.
Por tal motivo, las tres jóvenes desarrollaron el llamado «síndrome de abuso», mientras que Anguelina y Krestina sufrían asimismo un trastorno de estrés postraumático.
Por su parte, María evidenciaba enajenación transitoria en el momento del ataque a su padre.
Les imputaron el delito de asesinato en grupo previa conspiración
A mediados de junio pasado, Krestina, Anguelina y María fueron acusadas de cometer asesinato en grupo previa conspiración, un cargo por el que podrían enfrentarse a entre ocho y 20 años en prisión.
МВД опровергло данные о жалобах на квартиру, где три сестры убили отца https://t.co/dqLCHxz0lW pic.twitter.com/6LKb8Wt0yD
— РИА Новости (@rianru) July 31, 2018
La Fiscalía argumenta que las jóvenes esperaron a que el padre se durmiera, después de lo cual lo atacaron con objetos previamente preparados: Anguelina con un martillo y María con un cuchillo de caza, mientras que Krestina le roció la cara con gas pimienta.
Sin embargo, los abogados insisten en que las hermanas actuaron en defensa propia, tras los abusos continuos a los que las había sometido su progenitor.
Por lo tanto, piden al Comité de Investigación que cierre el caso de las hermanas o rectifique los cargos imputados y, además, que abra un caso póstumo en contra del padre.
Entretanto, más de 175 mil personas firmaron una petición en línea dirigida al jefe del Comité de Investigación, Alexánder Bastrykin, solicitando detener el procesamiento penal de las hermanas.
Las hermanas rusas recibieron una medida cautelar sustitutiva
Arrestadas en agosto pasado, dos meses después el tribunal puso a las tres muchachas en libertad con restricciones:
- Las jóvenes tienen que vivir en tres pisos diferentes.
- No pueden abandonar de noche su lugar de residencia.
- Tampoco pueden comunicarse entre sí ni con otras personas involucradas en el caso.
- Tienen prohibido utilizar teléfonos móviles, conectarse a Internet o hablar con medios de comunicación.
La medida sustitutiva fue prolongada hasta el próximo 28 de julio. Se espera que el juicio comience a finales del verano.
Las obligaba a cumplir el papel de sus esclavas personales
Las hermanas rusas revelaron que a menudo, a causa de los moratones y heridas que tenían en la cara, no podían ir a la escuela, contó a RIA Novosti Iván Mélnikov, secretario ejecutivo de la Comisión de Supervisión Social de Moscú.
«Además, según ellas, el padre las amenazaba constantemente. Hace unos años, a causa de estas amenazas, la madre de las niñas huyó de casa, después de lo cual el hombre prácticamente las obligaba a cumplir el papel de sus esclavas personales, una de ellas siempre tenía que estar cerca para servirle», aseguró Mélnikov.
Asimismo, subrayó que según las chicas, su padre tenía una gran cantidad de armas: una escopeta, una pistola, un revolver, un cuchillo y un bate. Un arsenal que el hombre amenazaba constantemente con probar con sus hijas.
También, Mélnikov señaló, citando a las hermanas, que representantes de los servicios sociales intentaron varias veces visitar su domicilio, pero el padre no les abrió la puerta y, al parecer, no hicieron más intentos de comprobar la situación.
De igual forma, también se pudo conocer que el hermano mayor de las hermanas rusas, huyó del hogar debido a los abusos que sufría.
Hubo negligencia por parte de las autoridades educativas
La encargada presidencial para los derechos del niño, Anna Kuznetsova, prometió enviar solicitud al fiscal de Moscú para realizar una evaluación legal del trabajo de los empleados de los servicios sociales y de la escuela donde estudiaban las jóvenes.
«Los maestros de la escuela y los representantes de los servicios sociales, después de los intentos fallidos de comprobar la situación en la familia, tenían la obligación de alertar a las fuerzas del orden», declaró Kuznetsova.
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Ciudad VLC / Tomado de Actualidad RT.
