“Hugo Chávez: Un liderazgo auténtico por siempre (7-II)” por José David Capielo

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Del Medanal venimos-José David Capielo-EL 19 DE ABRIL-Simón Girán
José David Capielo autor de la columna Del Medanal Venimos

Este 5 de marzo se cumplen diez años de la partida física del Comandante presidente Hugo Chávez. Realizaré una pequeña reseña que reafirme la vigencia de sus ideas y su liderazgo indiscutible, que perduran como norte en la construcción transformadora en Venezuela desde inicios de este siglo. Haré énfasis en la etapa inicial desde sus orígenes hasta convertirse en el líder que ha sido consustanciado con nuestro pueblo.

Nacido un 28 de julio de 1954 en la población de Sabaneta, municipio autónomo “Alberto Arvelo Torrealba” del estado Barinas, Hugo Rafael Chávez Frías fue el segundo de seis hijos de un hogar de maestros rurales. Desde su origen humilde mostró inquietudes no solo por su formación educativa y deportiva, sino también impregnado de una expresa sensibilidad social. Muy joven ingresa a la Academia Militar y se hace conscientemente soldado profesional, conservando su gran condición humana y una especial motivación hacía los temas históricos y libertarios de nuestro país.

Su  preocupación hacía lo social, su disciplina y desempeño destacado, se juntan con su inclinación al estudio, la lectura incesante y el compartir de múltiples experiencias formativas y de vida, para consolidar su liderazgo en el estamento militar, basado en la reivindicación de nuestra historia nacional, independentista, insurgente y bolivariana.

Esto condujo posteriormente a la promoción en forma valerosa, junto a otros compañeros de armas, de un movimiento interno (obviamente clandestino) en las fuerzas armadas. El “Movimiento Bolivariano Revolucionario 200” nació de toda esa gesta,  a propósito de los doscientos años del natalicio de nuestro Libertador Simón Bolívar (1983).

El MBR-200, como movimiento básicamente militar, tuvo su desarrollo en todos esos años cruciales donde el régimen puntofijista de AD-COPEI sufría gran agotamiento. Es así como recién instalado Carlos Andrés Pérez en su segundo mandato, e implementar su paquete neoliberal, se produce la rebelión popular del 27 y 28 de febrero del año 1989, principalmente en la ciudad de Caracas y otras localidades del país.

Se da ese primer “quiebre” en la coyuntura política nacional con la acción espontánea de un pueblo rebelde, que sin dirección política tomo las calles y, como sabemos, fue reprimido salvajemente con un enorme saldo de compatriotas asesinados, heridos o detenidos, buena parte de ellos héroes anónimos de los que no se conoció ni siquiera su identidad.

Para consumar este hecho bestial, el gobierno adeco de Pérez usó en especial al ejército nacional, reiterando un uso meramente utilitario de estos efectivos. El MBR-200 debió sobreponerse a toda esta grave circunstancia, que significo igualmente el asesinato de unos de sus líderes principales, el Comandante Acosta Carles. A partir de allí debieron acrecentar las tareas conspirativas y la preparación de lo que sería las rebeliones patriotas (4F y 27N), tres años después. Destacó siempre el liderazgo del Comandante Hugo Chávez desde esos aciagos años de resistencia clandestina en el seno del ejército.

Vendría luego el 4 de febrero de 1992 (4F), para el cual ya existía un adelanto de tesis políticas de lo que debería ser un gobierno que pudiera lograrse de esa insurrección. El 4F fracasa militarmente, pero es revertido en triunfo político. Apareció ese día un líder indiscutible que no solo asumió públicamente su responsabilidad (“por ahora”), sino que habló de “otras situaciones venideras” que abrirían cauces a las luchas populares.

Ya sabemos que posteriormente se dio también el intento insurreccional del 27 de noviembre de 1992, que fue también sofocado. Más allá de cualquier otra consideración existió en esos pronunciamientos militares patriotas una intencionalidad de rescatar y reinstaurar una democracia verdadera en Venezuela.

El liderazgo del Comandante Hugo Chávez se consolidó desde esos momentos. Luego de estar dos años preso por rebelión y obtener la libertad en 1994 sale a recorrer el país y a dar base a lo que sería posteriormente su propuesta electoral para 1998. Logró un triunfo electoral determinante ante el poder burgués dominante y asumió como presidente de nuestro país en febrero de 1999, en el inicio de su primera gestión.

El tránsito vital del Comandante Presidente Hugo Chávez, en el ejercicio del gobierno de nuestro país (y su proyección regional y mundial), hasta su deceso en 2013, fue una lucha consecuente por lograr un gobierno popular y un país independiente. Hubo en su liderazgo autenticidad y un total desprendimiento, más allá de lo que pudieron haber sido sus errores como ser humano.

 

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A diez años de su partida física, Venezuela persevera en su batallar como país autónomo y antimperialista, intentando un desarrollo alternativo al capitalismo neoliberal. La “hoja de ruta” está contenida en nuestra Constitución y en el “Plan de la Patria” vigente. El presidente Hugo Chávez previó incluso su relevo ante la terrible y sospechosa enfermedad que le arrebató la vida (coincido en que deberá conocerse algún día que se trató de una muerte provocada por sus enemigos).

El presidente Nicolás Maduro Moros, a cargo en la dirección de la Revolución Bolivariana (con los votos del pueblo venezolano en 2013 y 2018), ha sido exitoso en estos años. Ha podido enfrentar todas las acciones golpistas, criminales y desestabilizadoras de EEUU y sus aliados locales y extranjeros. La situación actual, pese a los avances, sigue soportando la injerencia imperial estadounidense por apropiarse de nuestros recursos y someternos a sus designios.

Recordaba yo el poema “Masa” del escritor peruano César Vallejo, dedicado a España en plena guerra civil (1937). Allí se refleja cómo la vida es lucha por la libertad y por la paz, que puede redimirse por el inmenso amor de las mayorías de los pueblos en lucha. El amor superando incluso la muerte. Es el gran reto con el legado del Comandante Hugo Chávez. Que triunfen sus ideas libertarias aún en la ausencia por su “cambio de paisaje”.

Un “Chávez Vive” por siempre.

 

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José David Capielo Valles es ingeniero agrónomo y magíster en Desarrollo Rural, egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Campus Maracay. Nacido en Coro, estado Falcón, en 1949. Es docente jubilado de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR), Núcleo Canoabo (2016). Es locutor, comunicador alternativo y colaborador de Ciudad Valencia desde 2014.

 

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