José Altuve se puso las pilas y enderezó su ofensiva con la postemporada a la vuelta de la esquina durante la campaña con los Astros de Houston.

El pelotero venezolano ha sido este año como una montaña rusa, de prenderse en ocasiones, mientras que en otra parte de la temporada ha luchado por salir de los baches.

Pero para bien de los “siderales”, el criollo ha mejorado considerablemente con el madero en las últimas semanas.

 

Pese a que agosto lo finalizó como el mes menos productivo en cuanto a average con un modesto .245; aunque desde mediados del pasado mes, el José Altuve ha mejorado considerablemente al conectar 23 imparables en 18 encuentros, sin contar la jornada disputada ayer, en la que los dirigidos por Dusty Baker jugaron ante Marineros.

Durante dicho lapso, el oriundo de Puerto Cabello batea para .291 y conectó nueve dobles y un triple. El día de ayer volvió a conectar un batazo de cuatro esquinas (26), ya había pasado más de un mes desde que sonó su último cuadrangular, fue el 30 de julio.

 

 

 

Aún así José Altuve «Astroboy” se las ha ingeniado para aportar más allá de los batazos de poder, al convertirse en ese catalizador que enciende la chispa de la ofensiva de Houston.

En esos últimos 18 compromisos, Altuve registró seis juegos multihits, incluido un careo de cuatro incogibles. Solo se ha ido en blanco en cinco partidos, reafirmando su chapa de estrella de los siderales.

Todavía faltan tres semanas en el calendario de la ronda regular y los Astros tienen 5.5 juegos de ventaja respecto a Seattle por el liderato de la División Oeste de la Liga Americana, por lo que el reciente repunte ofensivo del venezolano ofrece un respiro a la toletería.

 

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Históricamente el criollo batea para .292 en su carrera en el mes de septiembre, dejando de esa forma las puertas abiertas a un cierre de campaña con el pie en el acelerador, con miras a lo que sería su sexta aparición en playoffs.

 

Ciudad VLC / Líder