La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EEUU (NASA, por sus siglas en inglés) recolectó nuevos datos de su sonda AIRS.
La sonda midió los niveles de monóxido de carbono a una altura de 5500 metros del 8 al 22 de agosto en la región amazónica de Brasil.
Las imágenes permiten darse una idea del nivel de monóxido de carbono que sube a la atmósfera: los colores verde, amarillo y rojo representan la concentración del gas.
“El verde indica concentraciones de monóxido de carbono de aproximadamente 100 partes por billón en volumen (ppbv); el amarillo – de unas 120 ppbv; y el rojo– de unas 160 ppbv”, escribió la NASA en un comunicado de prensa publicado el viernes. “Los valores locales pueden ser significativamente más altos”, aseveró.
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La NASA frente a un gas venenoso
El monóxido de carbono puede viajar largas distancias y permanecer en la atmósfera durante aproximadamente un mes. Causa la contaminación atmosférica y estimula el cambio climático.
El monóxido de carbono, también denominado óxido de carbono (II), es un gas carbonoso y anhídrido carbonoso (los dos últimos cada vez más en desuso), cuya fórmula química es CO, es un gas incoloro y altamente tóxico.
Puede causar la muerte cuando se respira en niveles elevados.
Se produce por la combustión deficiente de sustancias como gas, gasolina, queroseno, carbón, petróleo, tabaco o madera.
Las chimeneas, las calderas, los calentadores de agua o calefactores y los aparatos domésticos que queman combustible, como las estufas u hornillas de la cocina o los calentadores a queroseno, también pueden producirlo si no están funcionando bien.
Los vehículos con el motor encendido también lo despiden.
Ciudad VLC / Hispantv