La palabra de hoy: PARAPETO, por Aníbal Nazoa

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Entre las palabras que nuestro idioma tomó del italiano, que son muchísimas, una de las más antiguas es parapeto, término de gran importancia en el lenguaje militar.

En arquitectura, el parapeto es la baranda o pared que se pone a los puentes y escaleras para protegernos de las caídas. En las fortificaciones es –dice el Diccionario– “Terraplén corto, formado sobre el principal, hacia la parte de la campaña, el cual defiende de los golpes enemigos el pecho de los soldados”.

Al llegar al pecho tocamos el asunto que nos interesa: parapeto es la forma castellana del italiano parapetto, compuesto del verbo latino parare, parar, defender, y el sustantivo pectus, pecho, en italiano petto. Ya sabemos, pues, lo que es un parapeto europeo, por así decirlo; ahora veremos qué cosa es un parapeto para los venezolanos.

El parapeto criollo puede ser, como se dice ahora, cualquier cantidad de cosas. En primer término, es sinónimo de coroto, pero en un sentido muy especial, pues no se trata de coroto en general, sino más bien de objeto inútil, descompuesto o de uso desconocido.

 

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Ejemplo: cuando un venezolano visita una construcción o una instalación industrial y se tropieza con una máquina que nunca ha visto, por lo regular pregunta “¿y para qué sirve este parapeto?”.

En algunas regiones se aplica el término a la persona achacosa, golpeada por el paso de los años; es muy frecuente oír a un anciano decir: “Este pobre parapeto” refiriéndose a su propio cuerpo. También se suele emplear, sobre todo en el occidente del país, (…) como sinónimo de andamio.

Pero indudablemente, el sentido que más damos a parapeto es el de trampa, engañifa, invención para ocultar algún mal proceder, que puede ser hasta un robo o estafa. Montar un parapeto es crear un falso problema para rehuir una responsabilidad.

Finalmente, de parapeto viene el venezolanísimo verbo parapetear muy distinto del español parapetar o parapetarse, porque significa arreglar a medias lo que está descompuesto, incluidos los seres humanos enfermos. Parapetear en vez de arreglar en serio es una de nuestras peores costumbres.

 

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Tomado del libro “La palabra de hoy / Programa radial” (Cenal, 2014)

Autor: Aníbal Nazoa González (Caracas, 12 de septiembre de 1928 – Ibíd., 18 de agosto de 2001) poeta, periodista y humorista, considerado «uno de los escritores venezolanos que mejor retrató el siglo XX».

 

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