Una Visión de América
El próximo 9 de julio se cumplen cien años del nacimiento de Manuel Feo La Cruz: escritor, docente integral, periodista, jurista, promotor cultural y gremial, epónimo de la Biblioteca Central del estado Carabobo.
Hijos y amigos están trabajando en la edición de sus obras completas para difundirlas a través del universo digital, cuya presentación formará parte de la programación de actividades que se realizarán en la fecha conmemorativa.
En Ciudad Valencia nos hemos sumado a este homenaje publicando fragmentos de su producción literaria. Para hoy, respetando las normas ortográficas de su tiempo, seleccionamos y transcribimos varios párrafos de “El Slogan”, la última parte de su discurso-ensayo “Una Visión de América”, escrito en abril de 1954 y publicado en su libro “Prosa de mi Texto”, de 1959.
EL «SLOGAN»
‘América para los americanos’, dijo una vez el norteamericano Monroe. Pretendía, quizás, revivir el ideal de América una y única, amorosa y alta. Mas, la realidad fué otra. La preponderancia económica de la gran nación norteña, representó un peligro para la independencia y vida de nuestras pequeñas repúblicas. Juguetes de papel, de tierno corazón ingenuo, eso fueron las nuestras. Innumerables hechos se encargaron de negar la esencia de aquellas palabras: la penetración de ajenos intereses fué el signo, y el coloniaje, la resultante… Y el ‘slogan’ fué, para los prácticos: ‘América para los norteamericanos’…
Rubén Darío, poeta libertador de acentos, cantó a su tierra. Su voz hecha música, se irguió, potente y digna, frente al viejo cazador, Nemrod de los Roosevelt, para decir su mensaje de sinceridad:
«Eres los Estados Unidos,
eres el futuro invasor
de la América ingenua que tiene sangre indígena,
que aún reza a Jesucristo y aún habla en español.
Tened cuidado… Vive la América española!
Hay mil cachorros sueltos del León Español!»
Estas palabras tradujeron el sentimiento definitivo de la región suriana. Sin embargo, otro Roosevelt, ilustre defensor de libertades, garantizó con su política de ‘buena vecindad’, el anhelo de unificar esfuerzos. Y a su muerte, hubo revuelo de luto en los hombres de buena voluntad, mientras una trágica carcajada removió oscuros intereses.
Mal podríamos hablar de panamericanismo como remedio, si esta inspiración se subordinara a un hombre o a un sistema. El panamericanismo no debe tener nombre de presidente norteamericano, sino ansias y esfuerzos de pueblos de América y anhelos de humanidad.
Urge realizar la unificación; pero, basada en el respeto mutuo, en la convicción de que cada país de nuestra América, grande o pequeño, tiene derecho suficiente a darse su propia vida y gobierno.
Ojalá que un día cercano, que nosotros no veremos, las naciones del Continente se enlacen en el sueño bolivariano, modificado por la realidad ambiental; mas, para ello sería necesario que cada país laborase por su estructuración; por su organización definitiva, que cada país tenga su independencia económica, para llegar al pacto sublime con iguales derechos.
Porque no es mirando peligros inminentes en realidades extrañas, ni inventando fantasmas para logros insospechables, como puede afirmarse la unidad americana. Esta se lograría solamente con el afianzamiento de las democracias nacionales, mediante el ejercicio cierto, honrado y respetado de los derechos humanos; con la formación cultural necesaria, basada en una educación integral, que mire por los altos destinos del espíritu y por los fundamentales principios de la técnica al servicio de la vida; con la responsable vigilancia de las economías internas, fincadas en los medios naturales de producción y el intercambio honesto, sin ventajas…
#ManuelFeoLaCruz100: Una Visión de América
Por: Manuel Feo La Cruz (Valencia, 9 de julio de 1921 – Ibíd., 21 de febrero de 1966)
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