El reciente fallecimiento del profesor Mario Sanoja Obediente, docente investigador de larga trayectoria, es oportunidad para comentar en forma sucinta parte de sus ideas, que trascienden su vida como hombre comprometido en su apoyo a los procesos revolucionarios en Latinoamérica y el mundo.
Fue defensor del proceso bolivariano en Venezuela y un estudioso en profundidad especialmente de todo lo acontecido en nuestro país posterior al triunfo electoral histórico de finales de 1998, bajo el liderazgo del Comandante Hugo Chávez Frías y el inicio de la construcción de una propuesta de país distinta al puntofijismo de AD y COPEI, que nos había dominado por cuatro largas décadas.
El profesor Mario Sanoja Obediente, nacido en Caracas en 1934, fue además de docente titular jubilado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), doctor en Antropología (1966), licenciado en Etnología de la Universidad de La Sorbona de París (1961), individuo de Número de la Academia Nacional de Historia en Venezuela (1985) y Premio Nacional de Cultura, mención Humanidades, en 2004. Fue autor o coautor de unos 70 libros, junto a la igualmente profesora de la UCV Iraida Vargas Arenas, antropóloga y doctora en Historia y Geografía, y su compañera de vida en los últimos 60 años. Fue también Cronista de Caracas desde el año 2019. Debo acotar, en este sentido, que la profesora Iraida, su asistente asimismo en estos menesteres, acaba de ser confirmada como la nueva Cronista de Caracas, ante la vacante dejada por su ilustre esposo y colega.
Desde su visión marxista y con base en la antropología crítica, el profesor Sanoja Obediente llegó a precisar que contrariamente a la predicción científica de Carlos Marx sobre el surgimiento del socialismo a partir del capitalismo altamente desarrollado, las revoluciones socialistas latinoamericanas han surgido y continúan surgiendo como consecuencia de la pobreza, el atraso y la injusticia social, herencia de la dominación neocolonial de los Estados Unidos, y por ello nuestro socialismo tiene que ser necesariamente antimperialista.
Establecía, además, Sanoja Obediente que debía existir una base de sustentación en la propiedad social de los principales medios de producción para poder defender nuestra soberanía. La plusvalía producida por los medios socializados debe invertirse en el desarrollo de las fuerzas productivas (que no será posible con el neoliberalismo capitalista), además de los contenidos humanísticos de la solidaridad y la participación popular de manera que alcancen un estatus que pueda considerarse plenamente socialista.
Para él, la Revolución Bolivariana nació al calor del combate con una clase media, un empresariado y una oligarquía que están fuertemente intoxicados por la ideología estadounidense y que mantienen privilegios dentro de un Estado que no ha logrado deslastrarse de las viejas prácticas. A esto, Sanoja Obediente une la lucha interna contra el burocratismo y la corrupción de ciertos grupos oportunistas que dificultan los avances dentro de estos procesos emancipatorios. Enfatizaba que pese a todas las dificultades, la construcción del socialismo en nuestro país no es simple utopía, sino una esperanza que cada vez más se afirma en la conciencia de la mayoría de nuestro pueblo (“El socialismo concreto”. Revista Question, 2007).
En su libro “Del capitalismo al socialismo del siglo XXI” (BCV, 2012), el profesor Sanoja Obediente concluye que debe establecerse la estructura política y social del tipo de democracia socialista a construir. Habla de las estructuras del poder popular y la necesaria ampliación de su participación política, donde se articulen los centros de trabajo como empresas de desarrollo endógeno, consejos obreros, consejos estudiantiles; con las organizaciones en el territorio y las residencias. Todo conducente a promover una manera de gobernar obedeciendo a las mayorías.
En el libro “La larga marcha hacia la sociedad comunal” (2015), escrito entre el profesor Sanoja Obediente y la profesora Iraida Vargas Arenas, se propone la consolidación de los consejos comunales y las comunas, que se vienen estructurando desde el 2007. Reafirman los autores que éstos deben articularse con las misiones, grandes misiones y proyectos populares; que se debe trascender el trabajo asalariado tradicional para crear no solo una cultura productiva, sino igualmente solidaria y comunal, lejos de personalismos y de la propiedad exclusivamente privada.
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Proponen igualmente reglamentar al sector de la distribución comercial y de servicios, ya que allí se han producido las mayores distorsiones consumistas y especulativas. Revertir el poder de la burguesía comercial parasitaria lo consideran elemento necesario.
El 26 de junio de este año, en el “Encuentro de Cronistas Comunales”, fue homenajeado el profesor Mario Sanoja Obediente, quien asistió al acto realizado en la “Casa de la Historia Insurgente” en Caracas.
Su deceso se produjo el pasado 27 de agosto y en sus exequias le fue conferida la “Orden Libertadores y Libertadoras de Venezuela” en su primera clase.
Una palabra solidaria a la profesora Iraida Vargas y a toda la familia del profesor Mario Sanoja Obediente, ilustre venezolano revolucionario por siempre.
José David Capielo / Ciudad Valencia
