Capielo-opinión-mensaje navideño

Llegando ya casi al término de este año 2022 y a propósito de las tradicionales festividades de Navidad y Año Nuevo, considero necesario abordar en principio una reflexión necesaria sobre lo que ha representado mi participación como colaborador activo en esta trinchera comunicacional en la línea de la síntesis de experiencias que he venido desarrollando.

Por otra parte son tiempos especiales para la reiteración de afectos, de invocar todos los buenos y mejores deseos para todos los que han hecho posible este trabajo comunicacional de “Ciudad Valencia” y de la página web en específico como determinante en esta última etapa, extensivos a nuestros consecuentes usuarios lectores, todos a mi criterio afines a las mejores causas libertarias.

Comenzaré señalando que inicié mi trabajo escritural en el encartado “Dame Letra” (dirigido por el profesor Ramón Nuñez) del Impreso “Ciudad Valencia” un cinco de abril del 2014, reseñando un acto homenaje realizado en Coro al joven revolucionario falconiano José Manuel “El Chema” Saher, asesinado por la Disip en 1967 en las Montañas del Bachiller (estado Miranda). “Ciudad Valencia” arribaba a sus primeros dos años como medio alternativo y recién superaba las 726 ediciones.

Esa primera etapa de colaboración activa y comprometida se prolongó por espacio de cuatro años, cubriendo los difíciles años 2015, 2016, 2017 e inicio de 2018, con 95 artículos publicados, lo que representó gran aprendizaje e intercambio positivo en defensa del proceso bolivariano venezolano. Ya para final de esa etapa comenzaron a prevalecer las publicaciones vía web, dados los problemas para la edición del medio impreso.

Luego de un período donde estuve dedicado, entre otras cosas, a escribir el trabajo aún inédito “Del Medanal Venimos”, reinicié la publicación de artículos en la página web desde el 21 de septiembre de 2021, a propósito de cumplirse 100 años del natalicio del pedagogo brasileño Paulo Freire y aceptando nuevamente la invitación del colega docente y amigo Ramón Nuñez, a quien agradeceré siempre sus observaciones y orientaciones. En ese año 2021 alcancé a publicar 13 artículos, cada quince días, principalmente sobre el tema educativo.

Luego a partir de este año 2022 inicié las publicaciones en forma semanal con la modalidad de compartir una semana la columna “Del Medanal Venimos” como entrega fraccionada del trabajo autobiográfico reflexivo elaborado y otra semana con un tema diferente.

En esta labor he estado desde el 14 de enero, que culminará este próximo 30 de diciembre, con la publicación del cierre de una primera etapa con el “Medanal” N° 25, que se unen a otros 29 artículos sobre distintas temáticas. Totalizan 54 artículos publicados este año y por ello simplemente expreso “misión cumplida”.

 

LEE TAMBIÉN: “LABOR DOCENTE Y CONFLICTOS EN EL NÚCLEO CANOABO-UNERS (24)”

 

Volviendo al tema navideño, creo que más allá de las circunstancias o situación concreta de cada quien, debemos sobreponernos a toda adversidad para pasarla lo mejor posible, siempre con la alegría de culminar un período e iniciar una nueva etapa con mayores bríos.

Las fiestas navideñas forman parte especial de una celebración sin par. Consideradas como fiesta religiosa, que lo son, va más allá de una simple conmemoración atribuible a tal o cual hecho significativo. Implica invocar nuestros mejores deseos y parabienes principalmente en materia de salud, que es un tema delicado para todos. El reencuentro familiar, presencial o virtual,  siempre es reconfortante en estas fechas.

Cada quien debe celebrar a su manera, evitando los tentadores excesos en comidas o bebidas (o de gastos en general) sabiendo que nos aguarda no solo un nuevo año, sino nuevas tareas, nuevos retos, nuevas experiencias y debemos prepararlos para asumirlos en forma consciente y responsable.

Nuestro país ha logrado superar un conjunto de dificultades, aún cuando hay muchas limitaciones todavía, como es el caso de una guerra económica que no cesa, una hiperinflación inducida que nos “traga” (en especial a los que vivimos de un salario aún deteriorado) y donde parecen por demás insuficientes los esfuerzos para contrarrestar las alzas incesantes de precios en los mercados, al menos “por ahora”.

Pese a todo, siguen siendo momentos de esperanza, perseverancia y resistencia, de fortalecer nuestro ánimo, nuestra alegría de vivir y de trabajar tesoneramente por todas las cuestiones positivas. ¡UNA FELIZ NAVIDAD Y AÑO NUEVO PARA TODOS! Mis mejores deseos de prosperidad y, sobre todo, de buena salud y larga vida. ¡Venceremos!

 

“La Navidad
Viene a poner alegre la ciudad.
Unos niños tendrán muchos juguetes,
pastel y gelatina,
y otros, los pobres, los zoquetes,
harán trenes con latas de sardinas
y beberán guarapo con harina…”
(Fragmento del poema “Llegó la Navidad”. Aquiles Nazoa, 1974)

 

José David Capielo / Ciudad Valencia