La neuropatía periférica es un tipo de daño en los nervios que generalmente afecta los pies y las piernas y a veces afecta las manos y los brazos.
Este tipo de neuropatía es muy común. Hasta la mitad de las personas con diabetes tienen neuropatía periférica.
Las concentraciones altas de glucosa en la sangre, o azúcar en la sangre, y de grasas en la sangre, como los triglicéridos, causadas por la diabetes, pueden dañar los nervios y los pequeños vasos sanguíneos que nutren los nervios, ocasionando la neuropatía periférica.
Síntomas en los pies, piernas, manos o brazos:
- ardor
- hormigueo, como punzadas de «alfileres y agujas»
- entumecimiento
- dolor
- debilidad
La persona puede sentir extremo dolor en los pies, las piernas, las manos y los brazos, incluso cuando se tocan suavemente. También puede tener problemas por incapacidad para sentir dolor o cambios de temperatura en esas partes del cuerpo.
Los síntomas frecuentemente son peores en la noche. La mayoría de las veces, una persona tendrá síntomas en ambos lados del cuerpo, pero es posible que los sienta solamente en un lado.
Si una persona tiene neuropatía periférica, podría presentar:
- cambios en la forma de caminar
- pérdida de equilibrio, lo que podría hacer que se caiga con más frecuencia
- pérdida del tono muscular en las manos y los pies
- dolor al caminar
- problemas para detectar el movimiento o la posición de las manos o los pies
- hinchazón de los pies
¿Qué problemas causa la neuropatía periférica?
La neuropatía periférica puede causar problemas en los pies que ocasionan ampollas y llagas. Si la neuropatía periférica hace que la persona pierda sensibilidad en los pies, es posible que no note la presión o las lesiones que resultan en ampollas y llagas. La diabetes puede hacer que estas heridas sean difíciles de curar y puede aumentar la probabilidad de que se presenten infecciones.
Este tipo de daño en los nervios relacionado con la diabetes también puede causar cambios en la forma de los pies y en los dedos de los pies. Una afección rara que puede ocurrir en algunas personas con diabetes es el pie de Charcot, un problema en el cual los huesos y los tejidos del pie están dañados.
La neuropatía periférica puede hacer que sea más probable que una persona pierda el equilibrio y se caiga, lo cual puede aumentar la probabilidad de sufrir fracturas y otras lesiones. El dolor crónico de la neuropatía periférica también puede causar sufrimiento, ansiedad y depresión.
¿Cómo prevenir?
Controlando la diabetes, lo cual significa controlar la glucosa en la sangre, la presión arterial y el colesterol. Si la persona se mantiene cerca de sus números adecuados puede evitar que el daño en los nervios empeore.
Si una persona tiene diabetes, debe revisarse los pies todos los días para detectar problemas y cuidárselos. Si nota algún problema en los pies, debe llamar o acudir al médico de inmediato.
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Ciudad Valencia / NIH