Picasso y los artistas del mundo… El pasado 25 de octubre se celebró el Día Internacional del Artista, esta iniciativa se realizó por primera vez en el año 2004, la cual fue impulsada por el pintor canadience Chris MacClure, quien buscaba reconocer, valorar y rendir homenaje a todos los artistas que han dejado infinitas contribuciones en la sociedad.
Por tal motivo, a lo largo de estos últimos nueve años, distintas organizaciones a nivel mundial como El Museo Metropolitano de Arte, la Galería de Arte de Ontario, las Galerías Nacionales de Escocia, la Fundación de Jerusalén, entre otras, se han unido para celebrar a sus artistas locales, abriendo las puertas a diversos festivales y jornadas culturales de manera gratuita que invitan a la confrontación y al diálogo intercultural.
Y es que esta fecha no solo tiene una inmensa carga simbólica para los artistas y los amantes del arte, sino que trae consigo la conmemoración del nacimiento de uno de los personajes más importantes dentro de la historia cultural contemporánea. Para mí el “irremplazable” malagueño Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso. Sí, el mismo, porque hablar de arte, es hablar de Pablo Picasso.
Pablo Ruiz Picasso nació en España un 25 de octubre de 1881. Muchos lo llamaban el niño prodigio, hoy después de 142 años de su natalicio lo describen como el genio de la pintura, y es que con tan solo con 9 años de edad Pablo dibujaba y pintaba mejor que muchos artistas de su época, superando a su propio padre, José Ruiz, quien también se dedicaba a la pintura y era profesor en la escuela de bellas artes de Málaga, pero el increíble talento y destreza de Picasso en cuanto a técnica llevaron a su padre a colgar sus pinceles y regalarle todo su material pictórico como gesto simbólico de admiración y respeto.
Sin embargo, a pesar de la influencia y el apoyo que tuvo de su padre, Pablo siempre huía del academicismo, oponiéndose una y otra vez a la visión clásica del arte y a la concepción estética de lo bello como única vía al éxito y a su reconocimiento en el medio artístico. Estas dos visiones encontradas entre padre e hijo trajeron consigo la fractura de su relación, la cual se verá reflejada en su obra y su vida personal.
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Picasso: “He hecho dibujos académicos a la edad de siete años, con una precisión de la que me asusto”.
Este hecho para mí, marca un antes y un después en su obra y, por ende, en su carrera profesional, y es que frente a este conflicto existencial se observa de manera evidente lo que sería su primer intento hacia la descomposición de la forma, aquí se escucha el grito pictórico que rompería aquella visión clásica y sentiremos por primera vez cómo el lienzo vibrará de un golpe de color bajo aquella atmosfera tenue y desafiante que lo caracterizara posteriormente. En esta etapa, junto su compañero Braque, dará nacimiento a uno de los movimientos artísticos más importantes del siglo XX: El cubismo, que será el puente a las nuevas vanguardias artísticas hasta el día de hoy.
Como pocos hombres, Pablo dedico toda su vida a las artes, pasando por distintos periodos, estilos y técnicas, creo fielmente que su búsqueda incansable por descubrir, descubrirse y crear lo desconocido e inexistente lo hizo adherirse al pigmento, al carboncillo, al lienzo, el papel, el barro, la palabra y las artes escénicas. Para mí era un ser netamente existencialista, único e irremplazable, un hombre con la necesidad absoluta de amar y de ser amado, por eso siempre sus relaciones amorosas terminaban en el lienzo, porque aquel niño siempre supo, gracias a su madre, que cambiaría el rumbo de las cosas y con ello su vida y la historia. «Cuando yo era pequeño, mi madre me decía: si te haces soldado llegarás a general, si te haces cura, llegarás a ser Papa. En cambio, de todo eso decidí ser pintor y me convertí en Picasso».
Hablar de Pablo es referirse a la esencia pura del arte, a la genialidad, a la disciplina, a la constancia, a la búsqueda infinita de recursos, lenguajes e imágenes gráficas que permitan la creación de nuevos códigos y discursos narrativos que transformen nuestro hacer, nuestro sentir, nuestro entorno. Hablar de Picasso es hablar del trabajo inagotable, del hombre con una producción de mas de 147.800 obras, compuestas por: 13.500 pinturas, 100.000 estampas y grabados, 300 esculturas y cerámicas y 34.000 ilustraciones.
En este punto es sumamente importante resaltar la importancia que tiene Venezuela en dicha producción artista, ya que tenemos el inmenso privilegio como nación de contar con la más grande colección de arte de Pablo Picasso en toda América latina, la cual esta ubicada en el Museo de Arte Contemporáneo “Armando Reverón” de Caracas, y que puede ser visitada por todas y todos los venezolanos.
Así como también insto a las autoridades correspondientes a la búsqueda de la Paloma de la Paz que Picasso donó al Estado venezolano. Recordando así, que los cultores y cultoras de la nación estamos a la espera de ese reencuentro como el mayor símbolo de unión y paz universal, el cual pertenece a nuestro inmenso patrimonio cultural venezolano. A todos los artistas del mundo feliz día, ¡nos vemos en el lienzo y el pigmento!
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Penélope Tovar, artista plástica, egresada de la Escuela de Artes Plásticas “Arturo Michelena”; es también licenciada en Pedagogía Alternativa, mención Desarrollo Artístico, por la Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez” (UNESR). Ha participado en exposiciones colectivas a nivel nacional (Galería de Arte) e internacional (Canadá, EEUU, Reino Unido, Portugal y España). Exposiciones individuales: Museo de Bellas Artes de Caracas y Museo de Arte Valencia (MUVA). Reconocimientos: Artista Joven del mes de Noviembre 2021 por el Museo de Bellas Artes, Caracas, Venezuela.
Actualmente es facilitadora en Arte-terapia en el Centro de Neuro-desarrollo “KOKIGYM”, apoyando en la rehabilitación de niños y niñas con discapacidad.
Ciudad Valencia
