C.U.L.O.

Sin querer, la periodista Carla Angola viralizó la nueva propuesta del diputado Juan Pablo Guanipa: El Comando Unificado de La Oposición. (C.U.L.O)

Aunque tal parece que no pensaron mucho las siglas del nuevo movimiento.

Para muchos opositores, el 10 de marzo debió ser un día frustrante.

Ser convocados por Juan Guaidó para congregarse en la plaza Juan Pablo II de Chacao, llenos de ilusión y esperanza de que este sí sería «el Día D» que marcaría el fin del «régimen», con la promesa de marchar a la Asamblea Nacional en el centro de Caracas y, ¿por qué no?, incluso llegar al ansiado Palacio Presidencial de Miraflores.

Y, nuevamente marchar, llegar a Chacaíto, toparse con un pelotón de la Guardia Nacional Bolivariana, ver a los muchachitos encapuchados de siempre cayéndole a piedras a los guardias, con la obvia reacción que esto provoca en cualquier país del mundo:

bombas lacrimógenas y dispersión de la marcha, para que luego su flamante líder dijera alegremente que él sabía que esto iba a pasar, y anunciara entonces que tenía todo preparado para realizar el acto central del evento en la plaza Alfredo Sadel de Las Mercedes.

Y, una vez allí, ver al «presidente interino» Juan Guaidó, entregar al «presidente de la Asamblea Nacional», Juan Guaidó, un «pliego conflictivo».

C.U.L.O

Como si esto no hubiera sido suficientemente decepcionante, llegas a tu casa. Abres Twitter, y ves un tuit de la periodista venezolana Carla Angola, presentando un video en Youtube de unos 11 minutos con una entrevista realizada el lunes 9 de marzo en la noche al dirigente opositor y diputado Juan Pablo Guanipa.

El tuit es muy corto: «Nace Comando Unificado de La Oposición».

 

¿Comando Unificado de La Oposición? ¿C.U.L.O.? ¿Es en serio?

C.U.L.O

 

El punto es que el venezolano es muy bromista y las redes sociales se prestan mucho para el «chalequeo», sobre todo de noche. Y las burlas al C.U.L.O. de Guanipa crecieron como una bola de nieve. Chavistas, ninis, opositores light y muchas otras personas se unificaron en una avalancha de humor que hacía mucha falta.

Dejaremos las capturas de las bromas de los tuiteros venezolanos, que de por sí lo explican todo.

C.U.L-O

 

C.U.L.O.

C.U.L.O

En cuestión de minutos, miles de chistes colocaron al C.U.L.O. en el primer lugar de las tendencias de Twitter, desplazando cualquier intento serio de la oposición de discutir o explicar el desastre de este martes, o de convocar para el miércoles cualquier secuela de la marcha.

El programa La Hojilla de VTV fue uno de los primeros en reírse del asunto en tiempo real, y convocó a apoyar la etiqueta, que de todas formas ya estaba en los primeros lugares.

C.U.L.O.

 

Ningún opositor imaginaba que el martes terminaría con millones de chavistas felices y muertos de la risa, mientras que una tanda igual de numerosa de opositores prefirieron apagar sus teléfonos y computadoras, asumir la nueva derrota del 10 de marzo y simplemente acostarse a dormir.

¿Cómo surgió el C.U.L.O.? No se sabe exactamente qué pasó aquí.

Uno trata de imaginarse que los dirigentes opositores se reúnen en la espaciosa mansión de alguno de ellos en el sureste de Caracas, o en el salón de conferencias de alguna gran transnacional, o tal vez en un salón de un hotel 5 estrellas (para algo tienen que servir los millones de dólares que entrega el Departamento de Estado) y que allí, acompañados de renombrados expertos en neuromarketing y de genios del MIT procedentes de importantes think tanks, se sientan en una gran mesa, con un pizarrón digital al frente, campaneando alguna bebida espirituosa importada.

Uno los imagina usando algún software de inteligencia artificial de última generación suministrado por la NSA, para convertir sus brillantes ideas en un nombre memorable, con un lema digno de la derecha y un logo espectacular, cuya sola mención haga temblar de pánico a la «malvada dictadura» que rige los destinos de los venezolanos.

Pero en realidad, terminaron haciendo esto

En principio, otra noticia aburrida de que la oposición intentará reunificarse en una nueva coordinadora democrática, mesa de la unidad, frente amplio o quién sabe qué nuevo invento, para «ahora sí», convocar a protestas sindicales que puedan «derrocar al régimen».

La entrevista a Guanipa, presentada en el canal El Venezolano TV de Miami, Florida, no es gran cosa.

En el video, tras 45 segundos de publicidad de un restaurante de pollos de Miami, el diputado zuliano convoca a la marcha del día 10, y anuncia que el miércoles 11 se constituirá «el Comando Unificado», con representación de partidos y dirigentes políticos opositores para -valga la redundancia- «unificar todos los esfuerzos de carácter permanente».

«Nosotros estamos organizando un asunto que, cuando te enteres, va a ser de importante calado«, explicaba Guanipa a Angola poco antes de que la transmisión por Skype empezara a entrecortarse. El video termina con otro minuto de publicidad, en el que se alternan una empresa de cursos de inglés, un mercado libanés, dos restaurantes y una empresa de soluciones para oficinas, viva demostración del buen negocio que es ser opositor extremista en Miami.

Pero, de pronto, alguien se da cuenta de un detallito: las siglas del «comando».

 

No es posible que nadie haya se haya dado cuenta de que «Comando Unificado de La Oposición», lejos de causar pánico entre el chavismo, iba a causar toneladas de risa, y convertirse en semanas de material para programas como La Hojilla, Con El Mazo Dando, Zurda Konducta o Cómo Ustedes Pueden Ver.

¿Será que el opositor que propuso tan disparatado nombre no era otra cosa sino un chavista infiltrado que, aburrido de tanta charlatanería y mordiéndose los labios para  contener la risa, levantó la mano, propuso el pícaro nombre y logró el aplauso unánime de los opositores asistentes para su propia sorpresa? Tal vez nunca lo sabremos.

¿Qué pasará este miércoles, cuando la oposición presente su comando unificado ante la prensa y, de forma predecible, le hayan cambiado el nombre? ¿Habrá alguna o algún comunicador social lo suficientemente valiente como para preguntarle qué pasó con el C.U.L.O.? Amanecerá y veremos.

C.U.L.O.

 

Y, una vez allí, ver al «presidente interino» Juan Guaidó, entregar al «presidente de la Asamblea Nacional», Juan Guaidó, un «pliego conflictivo».

Aunque seguramente las y los venezolanos retornaremos este miércoles a los altibajos de nuestra vida cotidiana, lo cierto es que estos errores de la oposición refrescan nuestro día a día y refuerzan un lado innegable de nuestra identidad como venezolanas y venezolanos: nuestro buen humor.

 

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Luigino Bracci Roa

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