“Profecías de Chávez siguen plenas como la luna llena” por Christian Farías

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La profecía es un fenómeno de predicción divina. Pero, también puede darse de manera natural en nuestra racionalidad, a partir de determinadas realidades sociales, económicas, culturales o políticas; cuyo análisis nos permite adelantar el resultado deseado en el tiempo previsto. La profecía puede hacerse presente en nuestro pensamiento cuando lo que la genera pertenece a una realidad determinada y predecible de la cual formamos parte activa o pasiva.

En nuestro cerebro funcionan determinadas lógicas relacionadas con las formas o modalidades de prolongación de los comportamientos cognitivos y prácticos, que son similares y se prolongan desde su origen pasado, su permanencia en el presente y su continuidad en el futuro.

De manera que hay líneas de comportamiento o de trabajo con sólidos sentidos de continuidad o de correlación en todas sus etapas o momentos: pasado, presente y futuro. En tal sentido la relación de los tres tiempos, estará determinada por la praxis histórica social de los sujetos que protagonizan la continuidad del proceso histórico; vale decir, el sentido y la orientación teórica y práctica de la acción política, transformadora, conservadora, revolucionaria, trascedente o no trascendente.

Valorado también como un arte de inspiración divina o sobrenatural, la profecía nos permite adelantar resultados en determinados procesos de la vida social, económica o política. Pero, en todo caso, se puede decir que es un acontecimiento sustentado en una determinada racionalidad lógica, según la cual, a partir de una experiencia determinada, resulta fácil inferir o predecir resultados iguales o parecidos en una nueva experiencia del futuro inmediato.

 

LAS PROFECÍAS DE CHÁVEZ

Si algo distingue al comandante Chávez, como todo buen dirigente político-militar, con sólida visión y dominio de la táctica y la estrategia, de la guerra y la paz, el amor y el odio, es precisamente su visión extendida hacia los horizontes abiertos de la naturaleza y la sociedad. Eso le nutre su visión terrenal, humanista, amorosa, futurista, constructiva y profética.

Cuando realiza la primera acción política-militar el 4 de febrero de 1992, bajo la modalidad de “Rebelión”, es derrotado y asume inmediatamente con mucha dignidad la responsabilidad de esa derrota. Pero, una vez empinado en su propia convicción y sin perder un segundo del tiempo dado para hablarle al país a través de los medios de información, Chávez lanza su primera profecía pública: “vendrán nuevas situaciones y el país tendrá que enrumbarse definitivamente por un destino mejor “.

El “Por ahora” que antecede al enunciado profético, funcionó como reconocimiento y aceptación de la derrota inmediata, lo cual es en sí mismo, un acto y una demostración de valentía y dignidad, seriedad y voluntad en el compromiso que sigue, más allá de la derrota circunstancial. Pero, también el “por ahora” se suma a la profecía de la esperanza que le sigue dando fuerzas a la lucha indoblegable de los verdaderos patriotas.

La segunda convicción profética de Chávez que logré conocer fue cuando estaba preso en Yare y le dijo al compañero “Lale” que él iba a salir de esa cárcel directo para Miraflores como presidente de la Republica.  Y efectivamente, así fue. El camarada abogado y amigo de la infancia que lo visitaba en Yare, valoró equivocadamente esa confesión porque la consideró como de interés personal, oportunista y conciliador con la burguesía.

La tercera convicción profética de Chávez se pone de manifiesto cuando realiza su juramento como el nuevo presidente del país y frente al saliente Dr. Rafael Caldera, con la siguiente afirmación: “Juro delante de Dios, juro delante de la Patria, juro delante de mi pueblo que, sobre esta moribunda Constitución, haré cumplir, impulsaré las transformaciones democráticas necesarias para que la República nueva tenga una Carta Magna adecuada a los nuevos tiempos. Lo juro”.

Con estas tres muestras proféticas, el presidente Chávez desarrolla una dinámica política visionaria, coherente, eficaz y totalmente confiable, que genera en el pueblo, que lo sigue y apoya, una nueva emocionalidad política, una dinámica de cambios, de sentimientos y pasiones amorosas entre él y todo el pueblo, convertido ahora en el Sujeto Histórico del proceso revolucionario liberador bolivariano y socialista del siglo XXI.

Sobre esa unidad profunda, consciente y llena de fervor patriótico, de conciencia nacional y de emoción para construir la patria nueva, la patria grande que proyectó e inauguró nuestro Libertador Simón Bolívar, el comandante Chávez asume y pone en marcha su cuarta profecía: el nuevo modelo socialista bolivariano del siglo XXI, para la gran patria del indomable indio Guaicaipuro, del negro cimarrón José Leonardo Chirino, del sabio y maestro, para inventar o errar, Simón Rodríguez; del caraqueño Libertador Simón Bolívar y del campesino y líder de la patria y hombres libres, Ezequiel Zamora.

La quinta decisión profética del comandante Chávez la realizó estando ya al borde de la muerte física para eternizarse en el sentimiento y el corazón del pueblo, cuando se levantó de su cama de moribundo en Cuba para venir a su patria, Venezuela, y decirnos : Mi opinión firme, plena, como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que en un escenario que obligaría a convocar de nuevo a elecciones presidenciales, ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se los pido desde mi corazón».

 

LA CONSTRUCCIÓN DEL NUEVO SUJETO HISTÓRICO

Toda la obra del presidente Chávez tiene un eje rector que no es otro sino el de la construcción del nuevo modelo de civilización fundado en el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI. Esa es la única respuesta alternativa, real y concreta, frente al agotado y pervertido modelo político del viejo pacto de Punto Fijo, cuyo sujeto histórico estuvo conformado por la alianza AD-COPEI, FEDECÁMARAS, EL ALTO CLERO y EL ALTO MANDO MILITAR, monitoreados por el imperio norteamericano.

Ahora, cuando hablamos del SUJETO HISTÓRICO de nuestra revolución, nos referimos a la unidad de las fuerzas sociales, políticas, económicas, culturales, deportivas, religiosas, policiales y militares, comprometidas en la construcción de la nueva República con base en el trabajo social productivo, en las leyes y códigos de la moral y la ética; en la unión cívico-militar-policial-religiosa de la República.

Esquemáticamente, podemos decir que el comandante Chávez fue haciendo camino al andar, abriendo cauces a cada dificultad, con base en el diálogo, el entendimiento y la paz. En ese orden de ideas, trazó una línea temporal. Primero, su candidatura presidencial, radicalmente opuesta a las del Punto-fijismo adeco-copeyano y diferente a las candidaturas de la izquierda tradicional de Venezuela.

De esa manera logró encarnar la esperanza erguida desde la fuerza profética del “Por ahora”. Efectivamente, así obtuvo la primera gran victoria del proceso de construcción del Sujeto histórico, conformado por la fuerza material, objetiva, del pueblo que lo eligió; y la fuerza moral, ética, política, espiritual de su nuevo modelo de liderazgo.

El poder del pueblo para construir el nuevo modelo de sociedad, unido a la capacidad del líder para unir y conducir las fuerzas populares de la nación, es el primer anuncio del nacimiento del nuevo Sujeto Histórico de nuestra República. A partir de esa nueva realidad, vino la activación del Poder Constituyente para elaborar la nueva Carta Magna: la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV-1999).

La nueva CRVB es el código programático de la nueva República. La Carta Magna del pueblo soberano, convertido ahora en el Nuevo Sujeto Histórico facultado para participar y protagonizar plenamente en el proceso de la vida democrática, republicana y constitucional del país. En ese sentido, nuestra CRBV, es la base doctrinaria, universal, jurídica, legitima y legal del Sujeto Histórico, encarnado en el pueblo consciente, organizado y protagonista activo de la política nacional e internacional del país.

 

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En el marco de esa legitimidad constitucional, el comandante Chávez, en pleno ejercicio de su lealtad política, programática y profética le presentó al pueblo venezolano su propuesta electoral de 2012, plasmada en el Plan de la patria. Y el pueblo, en ejercicio de su soberanía, la aprobó con su voto individual, directo y secreto, como lo establece la CRBV. La profecía de la propuesta electoral, se convirtió así en el componente programático histórico social para el desarrollo integral de la República y del pueblo como sujeto histórico de su propio destino.

Para cerrar estas líneas acerca de las profecías de Chávez, tan plenas como la luna llena, debemos reafirmar la histórica y legitima validez de la unión cívico-militar-policial-religiosa, como poder supremo y permanente del proceso revolucionario bolivariano del siglo XXI.

En esa unión está cifrado el mejor legado de nuestro comandante Chávez, así como la mejor garantía de nuestro presente y futuro, como nación independiente, soberana, libre, republicana, democrática, participativa y protagónica en construcción permanente de nuestro propio y particular modelo de socialismo bolivariano del siglo XXI. De esa manera, las profecías de Chávez seguirán siendo plenas y eternas como la luna llena. No hay ni habrá vuelta atrás.

 

Christian Farías / Ciudad Valencia