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El referendo consultivo, que se realizará en Venezuela el próximo 3 de diciembre de 2023, contiene cinco (5) preguntas de carácter disyuntivo; es decir, cada pregunta debemos responderla, simplemente con un Sí o con un NO. Esas son las dos opciones claras y precisas. Si usted está de acuerdo con la pregunta, responde SI; pero, si no está de acuerdo, responde NO.

Por esa razón, lo primero que debemos hacer, desde ya, antes del día 3 de diciembre, es leer las preguntas, detenidamente, analíticamente, razonadamente. De esa manera, nuestro voto será un voto absolutamente bien pensado, analizado, ordenado y convincente. No puede haber dudas al momento de votar. Desde ya debemos tener bien claro en nuestra conciencia las razones históricas, justas, legitimas, viables e inobjetables para votar cinco veces Si.

Veamos, entonces, de manera razonada, el contenido y el sentido de cada pregunta y los argumentos convincentes que legitiman la respuesta Sí:

La primera pregunta dice: ¿Está usted de acuerdo en rechazar por todos los medios, conforme al Derecho, la línea impuesta fraudulentamente por el laudo arbitral de París de 1899, que pretende despojarnos de nuestra Guayana Esequiba?

La respuesta es Sí, porque la primera línea de demarcación en el Esequibo, la trazó el propio imperio español en 1777, para instituir La Capitanía General de Venezuela, como un Estado perteneciente al poder imperial de España y no de Inglaterra, ni de Holanda, ni Portugal, que eran las tres potencias que competían con el impero ibérico, en el afán de apoderarse de los mejores territorios mineros de esa zona nororiental de Suramérica.

La segunda razón es que ya en pleno periodo del proceso histórico de la Independencia de Venezuela, específicamente el 15 de octubre de 1817, nuestro Libertador Simón Bolívar decreta lo siguiente: “La Provincia de Guayana en toda su extensión, queda reunida al territorio de Venezuela y formará desde hoy, una parte integrante de la República y lo que después y hasta hoy hemos sido venezolano”.

Con este dictamen de nuestro Padre Libertador, queda bien claro que ese territorio del Esequibo Guayanés, es de la nueva Venezuela, ya no como Capitanía general del Reino de España; sino como la nueva nación libre e independiente.

De manera que tanto el reinado imperial de España, como el padre Libertador, asumieron el río Esequibo como la línea divisoria, limítrofe o fronteriza, entre la Venezuela libre e independiente, del lado occidental del río Esequibo; y la Guyana inglesa, bajo el control y dominio inglés, del lado oriental del Esequibo.

En tal sentido, estas dos demarcaciones fronterizas: la de la Capitanía General del imperio español (1777) y la de la República de Venezuela, de la gesta independentista bajo el mando de Simón Bolívar (15 de octubre de 1817), son las dos razones históricas que sustentan el derecho de nuestra actual República Bolivariana de Venezuela a ser dueña absoluta del actual territorio de la Guayana Esequiba, ubicado en el lado occidental del río Esequibo.

La segunda pregunta dice: ¿Apoya usted el Acuerdo de Ginebra de 1966 como el único instrumento jurídico, válido para alcanzar una solución práctica y satisfactoria para Venezuela y Guyana, en torno a la controversia sobre el territorio de la Guayana Esequiba?

La respuesta es Sí, porque con ese acuerdo, suscrito el 17 de febrero de 1966, por el Reino Unido de Gran Bretaña, se reconoce y acepta el reclamo jurídico y legítimo de Venezuela, para negociar una solución práctica y satisfactoria de la controversia territorial.

Este acuerdo de Ginebra, se sustenta en los dos orígenes limítrofes e históricos, ya mencionados: el de 1777 y el de 1817, pues, ambos afirman la propiedad de Venezuela sobre el territorio de la Guayana Esequiba.

De manera que desconocer el acuerdo de Ginebra, equivale a desconocer también el mandato del reino español de 1777; el mandato de nuestro Libertador de 1817 y el mandato de nuestro pueblo, hoy, libre, independiente y soberano.

La tercera pregunta dice: ¿Está usted de acuerdo con la posición histórica de Venezuela de no reconocer la Jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia para resolver la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba?

La respuesta es SÍ, porque esa Corte no es una instancia válida, legítima ni pertinente para resolver este conflicto, pues, en todos los antecedentes, esa corte no aparece, no fue ni ha sido convocada por las partes en conflicto. Pero, además es una Corte parcializada a favor de Inglaterra y Guyana.

Igualmente, es absurdo que una “Corte Internacional de Justicia”, no creada ni acordada por las partes en conflicto, sea la que tenga la facultad o el poder para decidir el destino de una controversia que afecta la vida y el desarrollo de nuestro país, desconociendo nuestra soberanía y la lógica histórica de la controversia misma.

Por lo tanto, es una Corte ilegítima, totalmente proimperialista, anti venezolana y anti latinoamericana.

La cuarta pregunta dice: ¿Está usted de acuerdo en oponerse, por todos los medios conforme a Derecho, a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, de manera ilegal y en violación del derecho internacional?

La respuesta es SÍ, porque en esta controversia no ha habido ni hay todavía un acuerdo definitivo y firme que le permita a uno de los países involucrados, disponer unilateralmente del mar que lo bordea.

El conflicto no se ha resuelto. Por lo tanto, Guyana no puede actuar para imponer unilateralmente sus intereses y aspiraciones; mucho menos posicionarse del mar perteneciente a Venezuela.

Es evidente que detrás de esa pretensión insolente, están los viejos intereses imperiales de las dos potencias de piratas, asaltantes de navegaciones, asesinos de negros y esclavos, como lo fueron y siguen siendo, la vieja Inglaterra y su hijo perverso, Los Estados Unidos de Norteamérica.

Así mismo, Guyana no puede ni debe disponer unilateralmente de nada acerca de este conflicto. Lo correcto es que el gobierno actual de Guyana, reconozca la existencia real y concreta de la controversia en torno a una realidad geográfica de carácter histórica y geopolítica que ha afectado y sigue afectando el destino histórico de las dos naciones: Guyana y Venezuela.

En consecuencia, la lógica sensata que debe privar y por la cual siempre ha luchado nuestro país, es la que se sustenta en una política de soberanía, independencia, diálogo y paz, para el entendimiento y el acuerdo a favor de la convivencia civilizada entre ambas naciones.

Tenemos una historia común, compartida y fortalecida que no puede ser violentada, pervertida o destruida por formas de guerra, de violencia y agresiones que solo favorecen y benefician a los viejos y anacrónicos imperios ya en decadencia, como lo son la vieja Inglaterra y su hijo perverso, los Estados Unidos del Norte.

La quinta pregunta dice: ¿Está usted de acuerdo con la creación del estado Guayana Esequiba y se desarrolle un plan acelerado para la atención integral a la población actual y futura de ese territorio que incluya entre otros el otorgamiento de la ciudadanía y cédula de identidad venezolana, conforme al Acuerdo de Ginebra y el Derecho Internacional, incorporando en consecuencia dicho estado en el mapa del territorio venezolano?

La respuesta es SÍ, porque antes, desde y después de 1777 ese territorio ha sido reconocido siempre como parte de lo que fue todo el espacio geo-histórico de la Capitanía General de Venezuela, en la época del dominio imperial español.

luego, durante el periodo de la independencia, el 15 de octubre de 1817, el Libertador Simón Bolívar, decreta: “La Provincia de Guayana en toda su exten­sión queda reunida al territorio de Venezuela, y formará desde hoy una parte integrante de la República y lo que después y hasta hoy hemos sido venezolano”.

Es obligatorio y necesario, reivindicar, honrar y poner en marcha ese decreto histórico del Padre Libertador de nuestra República. De manera que la Guayana Esequiba sea un estado más de la República Bolivariana de Venezuela; y con ello, se cumplan las dos primeras decisiones (la Capitanía de 1777 y la Venezuela libre e independiente de 1817) que definen a favor de Venezuela todo el curso de estos 246 años de historia.

A partir de esa oficialización de la nueva entidad territorial: el estado Guayana Esequiba, lograremos superar definitivamente la controversia, poner el punto final a las viejas tensiones territoriales y desarrollar de manera plena, definitiva y firme, nuestro nuevo estado Guayana Esequiba.

Esta solución será firme y definitiva para el desarrollo integral de esa zona fronteriza de gran valor geopolítico y estratégico para ambas naciones, con base en el desarrollo libre, soberano e independiente; sin potencias ni imperios extranjeros.

De acuerdo con lo que hemos expuesto para cada pregunta del referendo consultivo, Venezuela se reafirma como propietaria absoluta de toda la Guayana Esequiba, con base en tres momentos históricos:

Primero, antes de la independencia por decreto de la propia España. Segundo, durante la guerra de la independencia por decreto del Padre Libertador Simón Bolívar. Tercero, durante la época de la democracia formal representativa, con el Acuerdo de Ginebra, suscrito el 17 de febrero de 1966 con el Reino Unido de Gran Bretaña.

Con esos tres antecedentes, no puede haber más dudas, ni confusiones de los hechos históricos. Tampoco debe haber trampas, ni violaciones ni desconocimiento de los hechos jurídicos.

 

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Lo correcto es ubicarnos en la perspectiva del futuro inmediato de ambas naciones, Venezuela y Guyana; en virtud de lo cual, no puede haber dudas acerca de los inmensos beneficios naturales que están en esas tierras compartidas para impulsar el desarrollo económico, social, político, cultural y espiritual de ambos pueblos.

Para ello, es vital hermanarnos con base en la ética, la moral, las costumbres, las creencias y la fe en el Bienestar social, en el marco de la soberanía y la independencia de ambos pueblos en el contexto más amplio de la unión suramericana.

Para cerrar estas notas, vale reproducir lo expresado por nuestro máximo jefe de la FANB y ministro del Poder Popular para la Defensa Nacional, el General Padrino López: “¡El Esequibo es nuestro! Sobran las razones jurídicas e históricas, pero también sobran las ganas de defender lo que es nuestro ¡El sol de Venezuela nace en el Esequibo!”.

 

Christian Farías / Ciudad Valencia