El Gobierno de Brasil informó este martes que en la Amazonía se registraron 4.977 incendios solo en el mes de julio, aunque representa una disminución del 26.8 por ciento respecto al mismo mes de 2020 (6.803), y aún insuficiente para satisfacer el objetivo de disminuir la deforestación en el último año.

Según datos divulgados por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe), y tras dos meses de aumento en ese indicador, se contabilizaron en junio 2.308 siniestros, el mayor número en los últimos 14 años.

De acuerdo al Inpe, en junio inicia la temporada de incendios, como consecuencia de la época de sequía. Ante tal fenómeno, los ambientalistas alertaron sobre la posibilidad de culminar 2.021 con cifra récord de incendios, luego de 103.161 constatados en 2020, la más elevada desde 2017, cuando se exhibieron 107.439 incendios.

 

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El Inpe aclara que en el primer semestre del 2021, la deforestación afectó 3.609 kilómetros cuadrados de la Amazonía, la mayor devastación en dicho lapso en los últimos seis años. Agregan que de continuar ese ritmo, el fenómeno podría consumir más de 10.900 kilómetros cuadrados de bosques.

En tal sentido, el vicepresidente de Brasil y director del Consejo Nacional de la Amazonía (CNA), Hamilton Mourao, señaló el pasado lunes que pese a la ligera disminución, el Ejecutivo no cumplirá la meta propuesta en torno a la reducción de la tala en ese ecosistema.

 

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«El ciclo de medición de la Amazonía terminó el 31 de julio y no vamos a cumplir la que sería nuestra meta de reducir la deforestación en un 10 por ciento. La reducción será de entre el cuatro y cinco por ciento. Es algo muy pequeño, irrisorio, pero es un avance», ahondó.

El CNA, responsable de las políticas de preservación en la región, ha centrado su  estrategia en el envío de militares a la selva para ayudar en el combate a la tala e incendios.

El crecimiento se atribuye entre otras causas, a las omisiones del presidente Jair Bolsonaro, defensor de la explotación de los recursos naturales en la Amazonía, incluso en reservas indígenas; y a su política flexible sobre la fiscalización de actividades amenazantes del medioambiente, como minería y comercio de madera, ejercidos mayoritariamente de forma ilegal en la región.

Tras muchas presiones de grupos medioambientalistas, el pasado martes 29 de junio Bolsonaro emitió un decreto donde prohíbe la mayoría de las quemas en todo el país durante 120 días con mayor nivel de restricciones en la Amazonía y los humedales del Pantanal.

 

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Ciudad VLC/teleSUR