“Rigores del pasado sobre ser mujer” por Laura Antillano

0
241
Laura Antillano-La Palmera Luminosa-registro de cultores-Naguanagua-creadores culturales

Con frecuencia, cuando elegimos lecturas de modo azaroso, descubrimos en ese afán que lo elegido reconoce puntos de encuentro en asuntos que flotan en el entendimiento, pero cuya filiación intertextual no teníamos presente.

Nos gusta entrar en ese juego de circunstancias que nos lleva a bucear en aguas profundas sin haber tenido un plan para ello.

Cuando jugamos con la posibilidad de escribir una novela ubicada en un tiempo particular del pasado, lo primero que se hace necesario es revisar costumbres y circunstancias que correspondan a la época en cuestión, ello nos lleva a tener información, por ejemplo, de siglos pasados, que nos llevan a descubrir lo lento que ha sido el proceso histórico para el acercamiento de los derechos entre hombres y mujeres de nuestra contemporaneidad.

 

Indias, esclavas, mantuanas y primeras damas-Emilia Troconis de V.-Laura Antillano-La Palmera Luminosa

En ese escudriñar datos en diversos tiempos y circunstancias nos tropezamos con asuntos que nunca hubiéramos imaginado, como el hecho de que en 1882 era problemática la posibilidad de dar oficio de maestras a mujeres que fueran casadas, dado que tales tareas se consideraban solo para solteras o viudas.

El asunto es tan complicado que cuando se decide que tal circunstancia no tiene razón de ser, se concede tal permiso, con excepción de  las Escuelas Federales del Distrito Federal, dado que “estando la mujer bajo la potestad del marido podría creerse que carece de responsabilidad legal cuando por obedecer al marido falta a sus deberes especiales”.

Y de allí se extiende todo un documento que hace ver a la mujer como alguien sin voluntad propia, “dado que por obedecer al marido ella puede faltar a sus deberes especiales como maestra”. Y estamos hablando del siglo XIX  que no está ni tan lejos.

Un ministro de apellido Dominici, de 1883, se pronuncia señalando: “La aceptación del magisterio, sin que el marido haga oposición a ella, envuelve por parte de éste el asentimiento a los deberes oficiales que su esposa ha contraído, y desde luego su autoridad como jefe de familia no puede extenderse hasta hacer inculpable el descuido o falta que como maestra cometa su mujer, ni ésta debe considerarse obligada a obedecer las órdenes de aquel, cuando esas órdenes tiendan a la infracción de los deberes oficiales que tiene contraídos”.

O sea que, seriamente, la situación de la mujer era poco menos que la de un peón de hacienda que faltase a sus tareas por andar ocupándose de otra cosa fuera del oficio que le era estipulado.

 

LEE TAMBIÉN: “JOSÉ MARTÍ, SÍMBOLO DE VANGUARDIA PERMANENTE”

 

Por otra parte, nos encontramos con información en relación a lo que ellas deberían aprender en las escuelas: “costura, bordado, lectura, escritura, aritmética, gramática castellana y francesa, urbanidad, elementos de geografía e historia, e higiene doméstica”.

Y con relación al profesorado dícese: “únicamente cuando fuera imposible conseguir señoras o señoritas competentes, se escogería a caballeros”…

En fin, y estamos hablando del siglo XIX, no hace tantísimo… Así que pónganse en sus lugares por un momento…

Los datos son de un interesante ensayo de Ermila Troconis de Veracoechea, titulado: “Indias, esclavas, mantuanas y primeras damas”.

 

***

 

Laura Mercedes Antillano Armas (Caracas, Venezuela, 8 de agosto de 1950) es una escritora venezolana, que ha incursionado en los géneros de ensayo, poesía, cuento, novela y crítica literaria. También ha trabajado como titiritera, guionista de radio y televisión y promotora cultural.

Es licenciada en Letras Hispanoamericanas y Magister en Literatura Venezolana por la Universidad del Zulia (LUZ). Durante 25 años ejerció como profesora de Literatura en el pre-grado de la Facultad de Educación de la Universidad de Carabobo (UC). También coordinó el Postgrado en Literatura Venezolana de la UC (1995-1998), además de ejercer también como Directora de Cultura de la misma universidad (1999).

Es ganadora del Premio Nacional Cultura, mención Literatura, 2012-2014,​ Premio Bienal José Rafael Pocaterra mención Poesía con la obra “Migajas” (2004), Ascesis al Premio Miguel Otero Silva de la editorial Planeta de Venezuela con su novela “Solitaria solidaria” (1990), Premio de Cuento del diario El Nacional con su cuento “La luna no es de pan de horno” (1977), Premio Julio Garmendia de la Universidad Central de Venezuela (UCV) con el cuento “Caballero de Bizancio” (1975).

Entre su vasta obra publicada se incluyen, entre otros: La bella época (cuentos, 1969), La muerte del Monstruo Come Piedra (novela, 1971 y 1997), Un carro largo se llama tren (cuentos, 1975), Haticos Casa Nº 20 (cuentos, 1975), Los niños y la literatura (estudio, 1978), Maracaibo: Las paredes del sueño (textos, con fotografías de Julio Vengoechea, 1981), Perfume de gardenia (novela, 1982, 1984 y 1996), Dime si adentro de ti no oyes tu corazón partir (cuentos, 1983 y 1992), Cuentos de película (cuentos, 1985 y 1997), Literatura infantil e ideología (estudio, 1987), La luna no es pan de horno (cuentos, 1988), Solitaria Solidaria (novela, 1990 y 2001), ¿Cenan los tigres la noche de Navidad? (cuento infantil, 1990 y 2005), ¡Ay! Que aburrido es leer: El hábito lector y el cuento de la infancia (estudio, 1991), Jacobo ahora no se aburre (cuento infantil, ilustrado por Tony Boza, 1991), Tuna de mar (cuentos, 1991), Diana en la tierra wayúu (novela infantil, 1992), Una vaca querida (literatura infantil, 1996), Apuntes sobre literatura para niños y jóvenes (estudio, 1997), Las aguas tenían reflejos de plata (novela, 2002), Elogio a la comunidad (texto divulgativo, 2004), Poesía completa 1968-2005 (poesía, 2005), Emilio en busca del enmascarado de plata (novela para niños, 2005), La luna no es pan de horno y otros cuentos (antología de cuentos, 2005), La aventura de leer (estrategias de lectura, 2005), Libro de amigo (poesía, 2007), Crónicas de una mirada conmovida (crónicas periodísticas, 2011), Ellas (Semblanzas, artículos, entrevistas, 2013), Las alas de la lectura (estrategias de lectura, 2019), Me haré de aire (cuentos, 2021).

 

Ciudad Valencia