“Si la tierra dejara de girar” por Armando José Sequera

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Armando José Sequera, autor de la columna: Carrusel de Curiosidades

Todos sabemos que los principales movimientos de nuestro planeta, la Tierra –el de rotación y el de traslación–, lo hacen girar sobre sí mismo, mientras junto a los restantes miembros del Sistema Solar orbita en torno al Sol.

También que, gracias a esos y otros movimientos, se suceden las estaciones, los cambios climáticos, el día y la noche.

Y, aunque es absurdo pensar que de un momento al siguiente uno de esos movimientos pudiera cesar por completo, podemos imaginar qué ocurriría si, por ejemplo, la Tierra dejase de rotar.

El principal fenómeno asociado al cese de la rotación terrestre sería un apocalipsis climático que, en poco tiempo, aniquilaría la vida en el mundo. Ello se debería a que, igual que la Luna con respecto a nosotros, la Tierra expondría siempre la misma cara al Sol, en tanto la otra se sumiría en una gélida penumbra.

En otras palabras, en una cara del planeta sería siempre de día y en la otra constantemente de noche.

 

Tierra-sin rotación

 

En la cara soleada, toda la vegetación acabaría secándose, debido a las cada vez mayores temperaturas. Algo similar ocurriría en el lado opuesto, dado que el frío perpetuo también liquidaría aquellas plantas que, desprovistas de luz solar, aún sobrevivirían.

En la cara luminosa, el agua de los océanos se evaporaría, levantando gigantescas columnas de vapor hacia el cielo que, vistas a la distancia, darían la impresión de colosales incendios marinos. Entretanto, en la cara oscura, la temperatura bajaría progresivamente, originando enormes capas de hielo, mucho mayores que las de los polos.

Como consecuencia de la extrema diferencia térmica entre ambas caras del planeta, se producirían vientos huracanados de tal magnitud que arrasarían con cualquier manifestación de vida en la superficie, que hubiese resistido el doble cataclismo anterior.

Obviamente, ocurrirían muchos otros fenómenos, pero todos quedarían minimizados ante la catástrofe climática.

 

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Mencionemos solo dos de tales fenómenos: todos los objetos aumentarían de peso, debido a la ausencia de fuerza centrífuga que proporciona la rotación de la Tierra, en tanto la atmósfera también se vería afectada por la reducción de la fuerza de gravedad.

Para nuestra fortuna y como apuntaba hace algunos años una canción popular, el mundo gira, gira, gira, y nos obsequia con la maravillosa sucesión del día y de la noche, con su doble carga de luces y de sombras, tan indispensables las unas como las otras.

 

***

 

Armando José Sequera es un escritor y periodista venezolano. Autor de 93 libros, todos publicados, gran parte de ellos para niños y jóvenes. Ha obtenido 23 premios literarios, ocho de ellos internacionales (entre otros, Premio Casa de las Américas, 1979; Diploma de Honor IBBY, 1995); Bienal Latinoamericana Canta Pirulero, 1996, y Premio Internacional de Microficción Narrativa “Garzón Céspedes”, 2012).

Es autor de las novelas La comedia urbana y Por culpa de la poesía. De los libros de cuentos Cuatro extremos de una sogaLa vida al gratén y Acto de amor de cara al público. De los libros para niños TeresaMi mamá es más bonita que la tuyaEvitarle malos pasos a la gente y Pequeña sirenita nocturna.

«Carrusel de Curiosidades se propone estimular la capacidad de asombro de sus lectores».

 

Ciudad Valencia / Foto del autor: José Antonio Rosales