Tomate: Mascarillas con tonos rojos arrojan magníficos beneficios para la piel. Además de constituir una actividad relajante, las mascarillas no solo ayudan a la tersura de las capas superficiales de la piel, sino también a los pliegues más profundos; pero para que esto se materialice lo primero que debes de hacer al seleccionar una mascarilla es identificar las necesidades de tu piel, es decir, si quieres hidratar, purificar o exfoliar, y para seleccionar la ideal para tu cutis el color es un criterio básico.

 

Mientras las mascarillas de arcilla roja o blanca son astringentes (retiran la grasa) y limpian en profundidad los poros (desincrustan puntos negros); las elaboradas con elementos verdes tienden a refrescar y depurar, pero hay que irse con cuidado porque te pueden resecar demasiado la piel.

Pero, en todo caso, siempre hay que tener en cuenta que las mascarillas deben de aplicarse con movimientos rotativos siguiendo la dirección de los músculos de la cara y siempre hacia arriba.

mascarilla de tomate para la piel

 

“Para obtener el máximo resultado, relájate mientras tengas la mascarilla puesta”, señala la esteticista Leonor Benavides, quien sugiere limpiar la piel antes de aplicar la mascarilla, preferiblemente con un baño de vapor de unos diez minutos, de esta manera los poros estarán abiertos y la piel absorberá mejor los ingredientes. Otro dato crucial es retirarse la mascarilla luego del tiempo indicado. No más.

 

Las mascarillas a base de extractos vegetales tienen encimas que ayudan a eliminar las células muertas. Todos los tipos de piel se benefician de este tipo de mascarillas, pero son especialmente importantes para la piel grasosa.

 

A su vez, las mascarillas humectantes hidratan las capas profundas de la piel, y son ideales para la piel madura o seca. Tenemos luego las mascarillas purificadoras que, según la experta consultada, contienen algas y aceites esenciales que ayudan a energizar la piel. Estas mascarillas ayudan a que la piel luzca pulcra y radiante.

 

Tomates para combatir el acné

El tomate es, sin duda, fuente inagotable de antioxidantes y de vitaminas A y C, un alimento que nunca hay que dejar de lado en nuestra dieta y que se puede convertir en un tratamiento de belleza alternativo.

 

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El tomate estimula la producción de colágeno y sus múltiples propiedades ayudan a mantener la piel firme y elástica, retrasando con ello la aparición de las primeras marcas de expresión.

Si además tienes la piel grasa y los puntos negros te hacen la vida imposible, una mascarilla de tomate es ideal. Para ello, coge un tomate y quítale la piel, triturarlo y aplícalo en la zona T de tu cara (frente, nariz y barbilla), déjalo por quince minutos y a continuación quítatelo con agua templada.

Si quieres realzar el tratamiento casero, añade un poco de azúcar y quítate la mascarilla con las yemas de los dedos haciendo círculos en tu piel.

 

Ciudad Valencia / El Universal