La albahaca es una planta muy sensible a las heladas. Se cultiva por semillas y esquejes, que se pueden sembrar en semilleros o macetas en un invernadero a principios o mediados de la primavera.
Requiere una posición soleada, aunque en climas de veranos muy calurosos agradece algo de sombra y suelos fértiles, permeables y húmedos.
Si quieres prolongar el tiempo de vida útil de la albahaca y mantenerla fresca y en buen estado, te recomendamos realizar lo siguiente:
Examina: Antes de almacenar tu albahaca es indispensable que la examines con la intención de encontrar algunas porciones de hierba en mal estado, en cuyo caso lo mejor será que las retires para evitar que el daño se extienda. Haz esto con todos los tallos o follajes que se encuentren en mal estado.
Protege: Una vez que has examinado la albahaca será momento de protegerla, para ello te recomendamos que, sin lavar tu producto, tomes un par de servilletas de papel y enrolles en ellas toda la porción de albahaca que adquiriste en el supermercado, cuidando que ninguna porción quede suelta.
Refrigera: Cuando hayas protegido la albahaca, será necesario que la introduzcan en una bolsa o recipiente con sello hermético para posteriormente introducir el sistema en el refrigerador, preferiblemente en el estante continuo al cajón de verduras.
En general, con este almacenamiento podrás lograr que tu albahaca dure fresca y en buen estado por un par de semanas.
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Ciudad Valencia / Ensedeciencia
