La Navidad en Venezuela no sería la misma sin la presencia de la parranda La Verde Clarita en cada celebración con sus tonadas jocosas y de adoración al niño Jesús.
El 13 de diciembre 1941 un grupo de trabajadores de la empresa azucarera Central Tacarigua, reunidos en casa de Roque Joaquín Páez, fundan una agrupación musical navideña a la que pusieron por nombre La Verde Clarita.
Desde entonces, esta agrupación nunca ha faltado a su compromiso de ambientar y alegrar las navidades y cuando por estos meses el grupo arranca con los ensayos, se presienten los aires de diciembre en la zona del Central Tacarigua, poblado que heredó el nombre de la vieja compañía que había sido fundada en 1914 por gente ligada a Juan Vicente Gómez , en las cercanía del lago de Valencia, vía Güigüe.
La Verde Clarita en Televisión
Es una de las primeras parrandas que se presentó en televisión por los años 50 del siglo pasado, se ha dicho en viejas crónicas, su música es inconfundible, así como los versos con que suele presentarse, bajo el aplauso generoso de los asistentes: “Ya llegó, ya está aquí/La Verde Clarita, la tradicional”.
A la parranda se la menciona en la localidad como parte del paquete o combo decembrino, con las hallacas, el pan de jamón, el arbolito o el pesebre, el dulcito de lechosa, el ponche crema y el aguinaldo o regalo al o los seres queridos, y a los amigos. Los que nacieron escuchando sus tonadas sienten una especie de sabrosa piquiña al escuchar algunos de sus versos:
La Verde Clarita/ nació en el Central/ como esta parranda/ no nace otra igual
Este 13 de diciembre cumplen 82 años celebrando con todo el realce posible.
La Verde Clarita en la historia musical regional
En la histórica reunión sostenida en la casa de don Roque Joaquín Páez estaban Moisés Linares, Justo Paiva, Guillermo Cantero, Francisco Paiva, Manuel Maduro, Lorenzo Sanabria, Luís Osío.
Moisés Linares, tocaba la charrasca; Justo Paiva, el furruco; Guillermo Cantero, la tambora; Luis Osío, el cuatro; Roque Joaquín Páez, las maracas; Francisco Paiva, maracas y la tambora. El señor Lorenzo Sanabria era el ayudante de mano, es decir, llevaba la luz, el farol, o la bandera, que es un pabellón o estandarte, usado por los grupos de aguinalderos de la época.
De aquellos pioneros, sobresalió Moisés Linares, quien se echaría al hombro la responsabilidad de dirigir la parranda y preservarla a través del tiempo. Era un músico de una voz y un oído excepcional. Hirter Tovar le compuso una canción, “El Viejo roble”, con la cual le rindió un sentido homenaje.
“Yo me siento orgulloso de haber cantado con él, y por pedimento de un hermano le compuse la canción. Le dije que se la iba a hacer en vida porque es en vida cuando se le rinde homenaje a la gente que es ejemplo”, contó Hirter en cierta oportunidad.
Según uno de los tantos testimonios que el fallecido Moisés Linares contara en vida a Eufemio Hirter, todos los fundadores de la Verde Clarita pertenecían a la parranda “La Liberal”.
En esa primera reunión decembrina de 1941 deciden crear su propio grupo, buscan un nombre y proponen como logo la muñeca de nombre Clarita que aparecía en los sacos del azúcar, producida en el central. Para escoger el nombre, Manuel Maduro habría convencido a sus compañeros con un razonamiento certero:
“Como Clarita es el azúcar y la caña es verde y el azúcar sale de la caña, vamos a ponerle Verde Clarita”. El nombre gustó a todos, pero faltaba un complemento. Entonces Moisés Linares hizo una acotación: añadirle el artículo “la”. Así pasó a llamarse La Verde Clarita, e identificada con la muñequita de los sacos azucareros.
Posteriormente Pedro Ochoa, quien sustituyera como director al recordado Juan Villegas , escribió su impresión sobre el término “Clarita” y la trascendencia del grupo:
“Un emblema prestado que hoy es símbolo de tradición y cultura de una región. La palabra Verde Clarita encierra el verdor de los campos cultivados de caña de azúcar y el color níveo del producto de la mencionada gramínea. Fue así como la noche del 13 de diciembre de 1941, un grupo de imberbes muchachos conjugaron colores, nombres y acción para darle denominación a una agrupación que con el tiempo llegaría a ser Patrimonio Cultural del estado Carabobo y reconocida nacionalmente. Como hemos dicho en otras ocasiones, el emblema de los sacos de azúcar del Ingenio de Tacarigua (primera fuente de empleo de nuestro municipio) fue tomada por la agrupación en agradecimiento prestado por la empresa a la parranda”.
Juan Villegas fue un hombre que marcó toda una etapa en la trayectoria de La Verde Clarita. En su honor fue construida una plaza y una estatua en la vía que conduce hacia Güigüe.
La Verde Clarita como Patrimonio de la Humanidad
La agrupación tiene su sede en la Casa de la Cultura de la Verde Clarita. Allí organizan sus funciones, dictan talleres a los más jóvenes sobre los instrumentos, los aguinaldos y, en general, la música de la parranda central.
Explica Eleazar Pineda, integrante de la agrupación como guitarrista, que la “parranda central”, es un género navideño típico de los estados centrales del país: Aragua, Carabobo, Cojedes, Yaracuy, Guárico.
“La parranda es nativa de los pueblos, de las zona rurales”, indica Pineda. “La Verde Clarita fue una parranda campesina, digámoslo así, pero se ha ido actualizando con las grabaciones y las técnicas de instrumentación. Hay las que conservan su estilo campesino. La Verde Clarita está más actualizada ya que se encuentra en la parte más central como lo es Carabobo, Valencia, Central Tacarigua, aunque no quita que funja como una agrupación autóctona. Actualmente se conocen tres o cuatro ritmos parranderos. Está la parranda central que es la común, está la parranda campesina, con un estilo más lento, campestre. Hay una parranda más romántica como la Selección Palo Negro. Está también la tecno parranda, que tiene acordeón, órgano, piano, una fusión nacida hace unos diez o doce años. Los Caminantes de Yagua tienen ese estilo”.
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Danilo González / Últimas Noticias / Ciudad Valencia
