«Yo, el radio escucha» por Carlos Delgado Niño

El recuerdo, me hace devolver las hojas del calendario… y es que pasan tan de prisa, que no puedo distinguir sus caracteres.

Por fin se detiene un día de Enero del año 1936. Por primera vez, los Reyes Magos no han visitado la vieja mansión de las Astones, para dejar en los zapatos, la alegría de los regalos. En la reciente Navidad, se ha interrumpido repentinamente la alegría .. Todo es confusión e incertidumbre.

Los valencianos han hecho un alto en las celebraciones y los «nacimientos» han quedado inconclusos ante la «gran tragedia»!

– Que está pasando abuelita .. ?

– Léelo tu mismo.. Mira lo que trae hoy El Carabobeño!

– Carrizo! se murió el General Gómez y exactamente, el día en que murió El Libertador … !17 de diciembre .. !

– Eso no es verdad! Se murió antes! Lo que pasa es que…

-Shhhh… Que las paredes oyen Jesús Teodoro…! No vaya a ser que, salgas preso de aquí y ya bastante trabajo me costó sacar a José Olinto… acuérdate..! Acuérdate..!

– Si tío… yo fui con mi abuelita y me regaló un fuerte!

– Bueno, está bien! Vamos a dejarlo hasta allí..!

Todo el mundo parecía escuchar las noticias por la radio, menos nosotros, porque donde las Astones, no se permitía!…

 

Es que ese aparato «jala» mucha corriente … !

En casa teníamos el servicio de electricidad de La Cumaca, porque el de la «Stelling», era muy caro.

No podíamos darnos el «lujo» de tener el dichoso aparato!

Se pagaba real y medio por cada bombillo
y solamente teníamos cuatro: uno en la sala, dos en el corredor y otro en el cuarto principal. Mi tío José Olinto había «pelado» con cuidado el cable en un cruce y allí un cable de extensión, con los extremos en forma de gancho, para dar luz a dos bombillos: uno en el cuarto de Raúl y otro en la cocina que estaba ubicada contigua al solar, para que el humo de la leña o el apor de los «anafres» no causara molestias. El cable se conectaba  al anochecer y se desconectaba en cada amanecer, para que los «fiscales» de la Compañía, no fuesen a descubrirlo!

Una mañana, noté un extraño movimiento en el corredor.

Mis tíos, enterraban una cabilla de cobre en la orilla de la pared y colocaban varios aisladores y un hilo que daba hacia el patio y se conectaba, finalmente, a un «alambre de cobre» que cruzaba la casa por encima del tejado, desde el solar y que más tarde pude conocer con el nombre de «antena» mientras que en la punta de la cabilla de cobre, estaba conectada la «tierra»…!

– Con esta antena, vamos a coger las señales del Japón

– Bueno, apúrate vale, que ya viene por allí Rafael con el aparato.! Por aquí, vale, por aquí! …En esta mesita…!

Rafael Palacios Delgado, un sobrino de mi abuelita Carolina, había pedido en «demostración» un moderno Superheterodino Philco, modelo «catedral», de onda larga y corta, lo más avanzado en electrónica. Rafael trabajaba en la Casa Vítale justo frente a la Casa Philco y precisamente ese día le habían aumentado el sueldo «dé» 25 bolívares semanales… Una fortuna!

– Epa!… Toque con los ojos y mire con las manos!

Repugnante aquello, par alguien que ya sabía manejar la radio!

– Mi primo Vicentico me enseño a manejar el de mi tía Mer en Caracas!… mire, Minina…! Estos números y estas rayitas son ‘Tos Kilociclos» Aquí, cae La Voz de Carabobo, en el seis y aquí Radio Valencia, un poquito más allá, entre el 8 y el 9..!

– Bueni, está bien! A leguleyo no hay quien te gane! Pero si no sacas buenas notas, no te dejo ni verlo..! ya lo sabes..!

Cerca de allí, Raúl Albert, con su siete añitos ya cumplidos, aparaba una taza de guarapo con bizcocho de butaque! Qué lejos estaba yo de imaginarme que «el» muchachito que crió la tía Minina desde los tres años, iba a convertirse en una gloria nacional del periodismo deportvo..! y ciudadano de primera clase…

Cada día, al llegar de la Escuelita «Domingo Savio», nos sentábamos escuchar los «cuentos de Tío Conejo y Tío Tigre» que narraba para sus «pitoquitos» Felipe Massiari, El Tío Nicolás…! A las seis en punto, Rafael y su novia, Josefina, sintonizaban entre suspiro y suspiro, el programa de Fray Luis de Barrameda, por La Voz de Carabobo que como fondo musical dejaba escuchar la bella melodía Liebestraum … mientras Diego Luis Pereira, recitaba los más hermosos poemas de sus… «Voces en la tarde» .. !

Luego, cambiábamos a «Broadcasting Caracas», para oír la «Novela del Aire» donde actuarían María Teresa Acosta y Cecilia Martínez, al lado de los galanes de moda, Alfredo Cortina o Andrés Olías y culminar con las actuaciones de Carlos Fernández y Ana Teresa Guinand, en «Frijolito y Robustiana» o «Tontín y Tontona»..!

Por Radiodifusora Venezuela, todas las tardes, se escuchaba la voz muy particular de un locutor-reportero, a cuyo cargo estaba el mas pintoresco de los noticieros: «Panorama Universal»… !

Nuestras emisoras no andaban muy lejos de lo que Caracas ofrecía y por Radio Valencia en sus 850 kilociclos en Onda Larga y 3.555 en Onda Corta, se «montaban» novelas de misterio

con artistas de grandes condiciones como Teodoro Gubaira, Tobías Damas Blanco, Miguel, Teodoro, José Ache y Alida Sandoval, quien escribía las «novelas rosa»… y algunas de misterio..!

– Esta noche estrenan «La dama de las Camelias»… Elenita!

– A mi me gustan son «Los Misterios del Barrio Chino»…!

– Ah si! Con el detective Chan Lee Poo y «Fung Chang»..!

-Yo prefiero los programas musicales…!

Paúl Ramírez con el acompañamiento del profesor Antonio Araujo, los chistes del Negrito Popsi.. los tangos y canciones de Julio Centeno .. !

El gusto de los oyentes quedaba cubierto por el esfuerzo creador y nada tenía que envidiarle nuestra radio, a la de cualquier otra parte del país incluyendo Caracas. El dueto Moros-Romanoff y la Orquesta «Swing Melody», eran capaces de competir con el dúo Espin y Guanipa o con Luis Alfonso Larraín y la Billos Happy Boys.

Finalizando los 40, surge gracias a la inquietud de Santiago Sánchez González, la Radio 810, con locutores de la talla de Pedro Miguel Suárez, Alí Caccavale, Apitz Rodé, Gregory Moreno, Saúl Martínez, Alberto Ochoa Rotges, Francisco Luiggi, Rafael Machado y la formidable Orquesta de Juanito Arteta..!

Poco tiempo después, vino a completar nuestro panorama radial la impactante Radio América, con Manolo Fachim y Héctor Haro..!

Antes, me habían impactado profesionalmente Pedro Henríquez Peraza, Miguel Eduardo Vázquez Romero, Luis Ornar Sabino, Héctor Hernández Vera… por ello, desde niño, me repetía constantemente: Cuando yo sea grande .. Seré locutor..! Algo así, como ser: Doctor!

 

 

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Carlos Delgado Niño nació en Valencia el 2 de septiembre de 1928, locutor, publicista, radiodifusor y periodista. Fue profesor de teatro, docente cultural, humorista, actor, escritor, cronista, libretista, poeta, cantautor y compositor.

Estuvo siempre ligado con el mundo del espectáculo en la ciudad siendo organizador del «1er Festival de la voz y la canción juvenil» en el año 1973 y «Valencia le canta a Valencia» en 1996.

Fue también director de varias estaciones de radio, productor radial y escritor de programas radiales cortos, novelados, y noticieros entre otros. Co-fundador de la Escuela de Teatro José Antonio Páez en Guanare, Portuguesa, y miembro de la Asociación de Escritores de Carabobo.

Falleció el 17 de noviembre del 2012, en su vivienda, rodeado del cariño de sus familiares y amistades más cercanas.

 

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