Con esta frase inicia el manifiesto del Bloque Cultural Zona de Descarga:
Ante los latidos de una ciudad que agoniza y que nos reclama como una madre ser escuchada… rescatada… que la amemos y no permitamos que la sigan mutilando y la conviertan en una cosa invivible y deshumanizada.
Una propuesta de un grupo de artistas de Valencia, fundada el 13 de marzo de 1993, con el propósito de mostrar sus convicciones y ofrecer a la ciudad un espacio de encuentro con el arte.
En esta oportunidad hemos conversado con Ulises Contreras, uno de los fundadores, bailarín profesional de danza contemporánea, por más de veinte años, alumno del maestro Juan Monzón, exmiembro de la agrupación Valencia Danza Contemporánea, adscrita al Teatro municipal de Valencia; fundador, junto a María Gabriela Moreno, de la agrupación Performance danza rota y cofundador de la agrupación Performance Dada, junto al caricaturista y periodista Carlos Tovar.
Ulises llega a la Zona de descarga a partir de las reuniones que realizaban un grupo de artistas en el bar El principal (casa colonial ubicada frente al Teatro Municipal, abandonada por sus dueños), y respondiendo a la naturaleza nihilista de los dadaístas deciden crear un movimiento para descargar su trabajo artístico libremente.
Performance Dada
Por los años 80 se fundó en Valencia la agrupación Performance Dada, bajo la dirección del artista Carlos Tovar, proyecto en el que le acompaña Ulises Contreras (una iniciativa que forma parte del movimiento que funda posteriormente la Zona de Descarga). Esta agrupación parte de las historias de alcantarillas de seres invisibles, que eran recuperadas para proponer planteamientos estéticos incómodos. Bajo el principio de la improvisación, exponen a partir del rito o trance (un estado filosófico mental, pero sobre todo corporal) movimientos que integran el teatro, la danza y el trance con el fin de manifestar la realidad.
Propuesta que se alimentó del surrealismo, el expresionismo alemán, la improvisación y las lecturas de Vajtangov Meyerhold y Jodorowsky. Su último montaje, titulado “La metáfora” se realizó en el año 2011 en tributo al pintor Cristóbal Ruiz, un gran espectáculo multidisciplinario con música en vivo que inspiró a muchos artistas de diferentes disciplinas por su honestidad, su repudio a la academia y su entrega como artista de la calle.
“Esta pieza indaga en la locura poética de Cristóbal Ruiz a través de imágenes que buscan la belleza de la demencia, no resulta fácil sumergirse en los laberintos de la creación de este artista, sin embargo, en este camino nos encontramos con claves que nos indica una narrativa poética, una vida mágica que se mezcla con el caos, y la inmensidad con el abismo y la grandeza, Cristóbal fue y será un creador que vivió dentro de sus pinturas siempre nos hizo recordar que todo somos caos y arte” (Perfomance Dada, 2011).
Bloque Cultural Zona de Descarga
Bajo el mismo espíritu que animó el movimiento dadaísta de principios del siglo XX en Europa, de Tristán Tzara, Hugo Ball, Richard Huelsenbeck y Hans Arp, que buscaba mostrar un rechazo y ridiculizar a las instituciones artísticas de la época a través de propuestas escandalosas que impactarán emocionalmente e invitarán a la reflexión, la Zona de descarga se planteó una propuesta inspirada en este movimiento con el fin de abrir el arte a la ciudad, fuera de las paredes de las instituciones.
En tal sentido, se plantearon crear un bloque que rechazaba los límites de las disciplinas artísticas, asumiera el arte, esencialmente, como un ejercicio de libertad (cuestionador y transformador) y, por tal razón, reunían artistas con diversos intereses (danza, teatro, literatura, música) con el fin de impactar al público de todas las formas posibles e invitarlo a la reflexión.
Como la propuesta de este movimiento y de algunos de sus miembros rompía con el canon de las instituciones, eso les llevó a distanciarse de los espacios convencionales (teatros, museos y escuelas) y desarrollar su trabajo en la calle. De hecho, algunos de sus miembros fueron fuertemente cuestionados por algunas instituciones culturales de la ciudad por hechos reprochables, como es el caso del pintor Cristóbal Ruiz y Rafael Rodríguez (4R). Una de las anécdotas más escandalosas de Cristóbal Ruiz fue su irrupción en la inauguración de un Salón Michelena con una jaula.
Así un grupo de soñadores, Carlos Tovar, Ulises Contreras, Cristóbal Ruiz, Rafael Rodríguez, Orlando Baquero y Rafael Pineda, se unieron en torno al proyecto con el fin de hacer de la ciudad un lugar más amable a través del arte. A su juicio, ante el incremento de locales comerciales en el casco histórico, la urbe era cada día más hostil dejando a un lado la necesidad de espacios para el encuentro con lo humano.
La propuesta también buscaba reivindicar la memoria de artistas (pintores, bailarines, escritores) de la urbe. Donde artistas hablaban de otros artistas y recordaban el aporte de los creadores que ya habían pasado a otro plano y para contribuir con la memoria cultural de la ciudad crearon el Muro de los Inmortales. Se trataba de un muro ubicado en el Bar principal donde figuraban artistas de Valencia, quienes no tenían una biografía conocida, pero formaban parte del patrimonio cultural y era importante recordarlos.
La primera Zona de Descarga se realizó en el año 1993 en el Boulevard de la antigua Facultad de Derecho. Así lo recuerda Ulises Contreras:
Tuvo mucha aceptación porque el trabajo era en la calle y la gente se acercaba y tenía que ver, y veía trabajos diferentes, luego le dimos un poquito más de forma a lo que es la Zona de Descarga y su primer presidente, que fue 4R, ahí s{i teníamos un lineamiento de hacer la Zona de Descarga mensualmente y se fue acercando muchísima más gente.
La ciudad de Valencia está hambrienta de arte. El arte no puede estar encerrado en los teatros o en los museos, y yo creo que el arte hay que llevarlo a quien lo necesite, y si lo tienes en la calle le llega más a todo el mundo, la gente se va a acercar siempre más. Le dábamos un respiro a la ciudad, porque La zona de Descarga no fue solamente en el boulevard, fue en la Universidad, después pasamos a hacerlo en comunidades y fuimos creciendo. Yo considero que también fui creciendo como bailarín con la Zona de Descarga, porque ese era también mi espacio de comulgar con el cosmos.
También formaba parte del proyecto la edición de la revista Reino de imágenes. Una publicación de mucha calidad, alcanzó unos escasos tres números, que condensaba las reflexiones de artistas, teóricos que se revisaban, poesía o caricaturas de alguno de los miembros:
Las hormigas
los bachacos culones
Estábamos felices
en sueños súper usados
representando en elocuentes
lienzos celulares.
Bethoven recibía la visita
de sapos cromáticos.
Alargan sus elásticas lenguas
se engullen las luciérnagas
del tiempo en primavera
para que su concierto sea
más húmedo en la noche.
(Cristóbal Ruiz, Reino de imágenes, 1993)
Durante un tiempo la Zona de Descarga se silenció y retomó su trabajo con más fuerza en el año 2010. Este proyecto se mantiene vivo gracias al entusiasmo y la incorporación de nuevas generaciones. La Zona de Descarga lleva 29 años de vida y en estos momentos realiza sus presentaciones fundamentalmente en el Bar Colón, bajo la coordinación de Ezio Tribuiani, Denis Miraldo, Rafael Pineda, Ulises Contreras y Alejandra Ceballos. Los artistas que están descargando en este momento constituyen una generación de relevo y son jóvenes estudiantes que muestran trabajos de mucha calidad que han pasado a formar parte del equipo de colaboradores.
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Su última edición se realizó el pasado 30 de julio en el Bar La estrella, con una gran acogida del público valenciano. Actividad donde participaron poetas, bailarines, músicos, coreógrafos, curadores, actores y artistas del perfomance.
La zona de descarga es un sitio básicamente para que los artistas digan lo que quieren decir. Como respuesta a las preocupaciones de la vida cotidiana, tiene como interés fundamental hacer sentir bien a la ciudad. El arte está hecho para hacer del hombre un ser sensible, expresa lo que está más allá de conceptos… El arte es una herramienta poderosa para salvar la humanidad.
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Vielsi Arias Peraza, Valencia, Venezuela (1982), docente egresada de la Universidad de Carabobo (UC) Mención Artes Plásticas. Ha publicado Transeúnte (2005), colección Cada día un Libro, editorial El Perro y la Rana; Los Difuntos (2010), editorial Fundarte, galardonado con Mención Honorífica Premio Nacional Estefanía Mosca; Los Difuntos (2011), reedición del sistema de imprentas regionales de Carabobo; La Luna es mi pueblo (2012), editorial El Perro y la Rana; Luto de los árboles (2021). Ha publicado también en distintas revistas nacionales literarias y académicas como: Cubile, A plena Voz, Revista Estudios Culturales UC, entre otras. Actualmente coordina la Plataforma del Libro y la Lectura del Ministerio de la Cultura en el estado Carabobo.
Ciudad Valencia / Foto de la autora por Luis Felipe Hernández