A nadie le deben sorprender los crímenes de guerra en los conflictos bélicos, siendo estos expresiones del odio que aflora de las supremacistas y perversas mentes.

Esto permite alertar sobre la presencia de la soda cáustica en Chile, utilizada por los carabineros pretendiendo justificar la contención de las manifestaciones de protesta.

Precisando las confrontaciones humanas encontramos que en su generalidad han sido de carácter político, racial o religioso, eso sí, ningunas han podido esconder los intereses económicos que las mueve; esto conllevó, en el marco del Derecho Internacional Humanitario, a la calificación penal que corresponde por conductas o infracciones graves.

 

 

Breve reseña histórica de los crímenes de guerra

Sin ir tan lejos en la revisión histórica en sus orígenes, cabe señalar que las matanzas humanas ocurridas durante las cruzadas y la inquisición.

Asimismo, durante la invasión europea a Latinoamérica y el Caribe, implementadas ambas bajo las tenebrosas sombras de la religión, siguieron ocultando la misma intención: dominio geopolítico de territorio extracontinental para el control económico.

 

 

Brincando al siglo XX y la aparición de fantasmas que recorren el Mundo

Con la aparición de los nazis encontramos la mayor manifestación de odio y crueldad materializada contra “judíos”, comunistas, sindicalistas, poetas e intelectuales.

Aparecieron los primeros criminales de guerra que, tras las matanzas humanas y las persecuciones, se expandieron más allá de las fronteras europeas.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, los gringos, victoriosos al mejor estilo «Wollywoodense», negándose intencionalmente a calificar como criminales de guerra a los derrotados alemanes.

Estos aprovechan la oportunidad y el momento para definir que era hora de poner en práctica su metamenseje llamado Doctrina del Destino Manifiesto, so pretexto de salvar al Mundo, eso sí, para lograrlo, deben primero controlarlo.

Salvarlo de qué y quién? Por supuesto, del fantasma que al mismo tiempo empezaba a recorrer a Corea, Viet Nam, Camboya, Europa del Este, extendido hoy en Afganistán, Irak, Libia, donde los crímenes de guerra sobran.

 

 

Los no tan nuevos crímenes de guerra

Los sionistas, enmascarándose de víctimas perseguidas del nacismo alemán ayer, hoy, asumiéndose víctimas del nazismo y como tales “legítimos judíos” acreedores de la Jerusalén prometida, con toda una criminal política de guerra contra los mismos fantasmas, controlan geopolíticamente los territorios árabes mientras asesinan sin piedad hasta niños y niñas.

 

 

Toda una política propia de criminales de guerra

Según la Corte Penal Internacional, Art. 8, los crímenes de guerra engloban los actos que forman parte de ataque generalizado o sistemático contra una población civil.

Ahora, sin mayor explicación esta afirmación «Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie, que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite», muestra la convicción del presidente Piñera para utilizar cualquier medio que contenga a los “fantasmas” que protestan.

Y dijo el hombre: «Estamos en guerra

 

 

Experimentos biológicos, armas de la guerra de Piñera

¿Quiénes son los ejecutores?, pues, los Carabineros de Pinochet, los medios utilizados.

Entre los selectivos disparos a los ojos como escarmiento y detenciones arbitrarias con torturas, aparece la utilización de la soda cáustica mezclada con el agua lanzada por la policía.

Y de acuerdo a los análisis realizados vienen, además de atentar gravemente contra la integridad física o la salud en los manifestantes les genera una serie de quemaduras de grandes sufrimientos.

 

 

Gustavo Vásquez / Ciudad VLC

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